donostia - El peaje de la N-I ya es visible en Gipuzkoa y comenzará a funcionar de a modo de prueba en menos de un mes, a principios de noviembre. Será un periodo de ensayo y puesta a punto, en el que los tres arcos instalados en Etzegarate (Idiazabal), Andoain e Irun controlarán ya las matrículas de todos los vehículos pesados que atraviesen el territorio, pero sin cobrar el canon que se activará en enero próximo. Ayer se terminó de instalar el último arco de control en Andoain, que en breve comenzará a realizar test como los que ya se llevan a cabo en Irun, donde se ha conseguido una precisión del 98,5%. El peaje para camiones es ya casi una realidad pese a las oposición de los transportistas.
La colocación del dintel sobre los postes que ya se habían colocado anteriormente en el punto kilométrico 446,7 provocó el cierre del carril derecho en ambos sentidos entre las 22.30 horas del sábado y las 9.00 de ayer, y obligó además a cortar una hora totalmente esta vía entre las 2.00 y las 3.00 de la madrugada, desviando los turismos por el casco urbano y deteniendo la circulación de vehículos pesados.
El sistema de peaje que se implantará en esta carretera es un sistema sin barrera que no afectará a la circulación de los vehículos y se denomina AT. Está compuesto por tres pórticos, ubicados en Irun (AP-8), Andoain y Etzegarate (Idiazabal), que realizan una identificación y cribado de los vehículos, además del cobro telemático, mediante la lectura de matrículas y de los dispositivos TAG (como el Abiatu).
El precio de licitación del proyecto ha sido de 16 millones de euros y el Departamento de Infraestructuras Viarias estima ingresar nueve millones de euros cada año s por los nuevos cánones.
Cada pórtico cuenta con doce cámaras de lectura de matriculas y seguimiento de vehículos con luz infrarroja, así como otras tantas antenas para lectura de los TAG y posicionamiento de los vehículos. Se trata de un sistema de alta fiabilidad que ya lleva tiempo funcionando con eficacia en Portugal.
Estas estructuras disponen también de detectores láser que realizan la detección volumétrica para clasificar los vehículos, lo que permitirá discriminar a los camiones para realizar el cobro posterior del resto de los vehículos, en función de su categoría. Todos estos datos serán almacenados y tratados por Bidegi.
En este sentido, la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, recalcó esta semana que el sistema AT es “moderno e innovador”. Su implantación es uno de los “retos” del Gobierno foral desde hace varios años y se encuentra a punto de implantarse pese a la oposición del sector del transporte, que, a nivel estatal, ha llevado el caso a los tribunales, y en el mismo territorio ha provocado numerosas protestas, al considerar que este canon perjudicará a los camiones de Gipuzkoa.
Sin embargo, el peaje de la N-I ha recibido recientemente el dictamen favorable de la Comisión Europea que, según Oiarbide, era el único espaldarazo pendiente a la decisión tomada en Juntas Generales de Gipuzkoa para aprobar el canon. “Enviamos el nuestro informe a la Comisión Europea en 2016 y tras trabajar conjuntamente con el Departamento de Infraestructuras Viarias ha emitido el dictamen favorable, indicando que el peaje cumple con los requisitos que establece la directiva” sobre la no discriminación de los vehículos en función de su origen y destino”, aclaró Oiarbide.
Con este peaje, la Diputación pretende equilibrar los tráficos y conseguir que los transportistas foráneos aporten también al mantenimiento de la infraestructura, hasta ahora soportada únicamente de los impuestos de los guipuzcoanos.