donostia - El juicio más mediático de la historia de la Audiencia Provincial de Bizkaia comienza esta mañana en Bilbao. Juan Carlos Aguilar se sienta a partir de hoy en el banquillo de los acusados con la incertidumbre sobre si el acusado mantendrá ante el tribunal la confesión de dos asesinatos de dos mujeres en 2013 con alevosía. A través de un escrito, Aguilar reconoció hace unas semanas los asesinatos con alevosía de la nigeriana Maureen Ada Otuya y de la colombiana Jenny Sofía Rebollo, aunque rechazó el ensañamiento del que también se le acusa en el caso de la primera mujer.

El suceso generó una gran expectación desde que el 2 de junio de 2013 saltó a la luz el macabro suceso. El inicio de este juicio tampoco está exento de expectación mediática y prueba de ello son los 117 periodistas acreditados para seguir la vista de hoy. Ante la marea de medios que han solicitado asistir a este juicio, la Audiencia ha habilitado una sala en la que a través de una pantalla y de tomas de audio se podrá grabar y seguir la sesión.

A las diez de la mañana, el presidente de la Audiencia Provincial, Juan Carlos Ibarra; el decano, Aner Uriarte; y el anterior decano, Alfonso Guija, han confirmado que bajarán a la sala de prensa para saludar a los profesionales de los diferentes medios de comunicación acreditados. Además, unidades móviles con parabólicas ocuparán la parte delantera del Palacio de Justicia para realizar conexiones en directo en diferentes televisiones, por lo que los alrededores del Palacio serán acordonados para facilitar el acceso de las furgonetas. A las nueve de la mañana está prevista que comience a puerta cerrada la elección del jurado popular.

Una vez que sean elegidos sus miembros -once personas, dos de ellas suplentes- se dará inició al juicio. La imagen del que fue bautizado como falso shaolín en la puerta del gimnasio que regentaba en la capital vizcaina el día de su detención dio la vuelta al mundo. Desde entonces, poco o nada ha transcendido del día a día de Juan Carlos Aguilar; escuchar su confesión y captar la imagen actual del acusado se convertirá en el máximo interés de los medios de comunicación.

En dos años el detenido ha sido cambiado en tres ocasiones de cárcel; pasó cinco días en la prisión bilbaina de Basauri antes de ser ingresado en un módulo especial de la prisión de Zaballa, en Araba. Fuentes penitenciarias justificaron el traslado en la necesidad de garantizar el aislamiento y la integridad del presunto asesino y alejarle del foco mediático. Un mes después, Aguilar volvió a ser trasladado a la cárcel de La Moraleja de Dueñas, en Palencia. Fue concretamente en esta prisión en la que, según se dio a conocer el año pasado, Aguilar resultó herido por otro preso con un cepillo de dientes afilado, que le provocó heridas en el cuello y la cabeza.