Pues sí, puede que este dicho popular, que se solía decir cuando éramos txikis, se cumpla en esta ocasión. Sobre todo, teniendo en cuenta de qué pie cojean los personajes en cuestión. Y es que ni cinco días habían transcurrido desde que Elon Musk se despidiera de Donald Trump en el mismo Despacho Oval cuando empezó a arremeter sin escrúpulos contra el que había sido su socio de gobierno, además de amigo intimo (supongo que esto último fue antes). El hombre más rico del mundo calificó, entre otras cosas, de “abominación repugnante” la reforma fiscal de Trump, o, lo que es lo mismo, el proyecto estrella del presidente de Estados Unidos. Pero esto no se quedó en una mera crítica hacia quien había respaldado para dirigir el país, sino que fue más allá. “Avergüéncense los que votaron a favor: saben que hicieron mal. Lo saben”, aseguró el dueño de Tesla y SpaceX, sin ningún tipo de rubor, cuando había sido su mano derecha, al menos en materia financiera. Por su parte, Trump respondió al que había sido su líder del denominado Departamento de Eficiencia Gubernamental que se “había vuelto loco”. Pues lo dicho, que los que se pelean... Aunque también es verdad que el amor a primera vista en numerosas ocasiones sólo dura un suspiro.
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