El 28 de abril un apagón general sacudió a parte de Europa a las 12.30 horas. Siete semanas después, Orexa sufre las consecuencias del incidente y todavía no cuenta con cobertura móvil. A pesar de que los vecinos de la localidad puedan seguir con su “vida normal”, hay ocasiones en las que todavía “echan de menos” la cobertura, que es necesaria para contar con ciertos servicios.

El que fuera alcalde de Orexa, Eneko Maioz, explica que la antena que surte de cobertura a la localidad ya había sufrido varias incidencias desde su instalación. Esta vez pensaba que “se iba a solventar pronto, como otras veces”, pero no ha sido así. “Llevamos siete semanas con la antena averiada, y todavía no tenemos ninguna solución”, afirma. La antena no es una antena corriente. "Es parecida a un amplificador, que coge la señal de la fibra óptica para después crear una señal mediante 3G”, señala.

“La antena está conectada a la luz del Ostatu, y cuando se ha solido ir la luz en el bar, también ha afectado a todo el pueblo”, detalla. A pesar de ello, Maioz califica estos cortes de luz como “pequeñas incidencias” que, por suerte, las han solido solucionar rápidamente.

Situada entre montes a poco más de 10 kilómetros de Tolosa, Eneko Maioz reconoce que “Orexa es un pueblo que tiene muy poca cobertura en general”, y por ello “el Ayuntamiento decidió hacer una inversión para instalar la antena amplificadora”. Poco tiempo después, como el mantenimiento y sus actualizaciones eran complejas, el Consistorio cedió la instalación a Movistar.

Desde entonces, la compañía es la encargada del servicio y también del mantenimiento de la instalación. “Hasta ahora hemos sufrido algunos problemas, pero siempre se han solucionado en pocos días”, afirma, haciendo alusión a la atención recibida por parte de la compañía.

Reclamaciones

Maioz asegura que desde el pasado 28 de abril, los vecinos de Orexa han comunicado infinidad de incidencias a la compañía para tratar de solventar el tema, y él, en concreto, ha “perdido la cuenta” de las que ha realizado. Cree que “el trámite no es sencillo, porque cada llamada dura media hora, realizan inspecciones remotas y te dicen que el problema está solucionado”.

“No es así”, afirma, añadiendo que no sabe si en esas comprobaciones la antena que analizan es la de Tolosa. Explica que esa señal “no llega hasta Orexa”.

A la duración del trámite, Maioz suma la dificultad de “hablar siempre con diferentes agentes”, ya que “cada vez hay que explicar el problema de nuevo, y no es posible avanzar adecuadamente”. Durante la última llamada que realizó a la Movistar, a Maioz le instaron a interponer una reclamación económica, por la que recibió una rápida respuesta con un descuento de 38 euros en su próxima factura. Es contundente al respecto: “No quiero compensaciones económicas, quiero poder hacer uso del servicio”.

“No quiero compensaciones económicas, quiero poder hacer uso del servicio”

Maioz recuerda a los operadores de Movistar en cada llamada que realiza que “es un problema que ya se ha solucionado otras veces de manera sencilla”, y que la solución pasa por “enviar a un técnico que lo arregle en poco tiempo, como en ocasiones anteriores”.

Los vecinos conocen a varios técnicos que podrían solucionar el problema o al menos intentar detectar cuál es el origen. A pesar de ello, Maioz reconoce que “nadie se atreve a intentar arreglar el problema, porque no tenemos la potestad para que lo hagan, y de cara al futuro podría perjudicarnos más”.

Vida sin cobertura

Los vecinos de la localidad siguen contando con fibra óptica por el momento, lo que les permite acceder a internet desde edificios y domicilios que cuentan con este servicio. La cobertura móvil, en cambio, no funciona en ningún punto del municipio, y “la dependencia para la gente que trabaja con cobertura es grande, y les está complicando sus labores”, explica.

Maioz reflexiona sobre la necesidad de contar con cobertura en la localidad cuanto antes, ya que “ante cualquier emergencia, la comunicación se dificultaría muchísimo”. “Si estás dentro de un edificio con wifi, puedes solucionar algo, pero si sales, ya no tienes ninguna opción”, detalla.

Placas solares instaladas por el Ayuntamiento de Orexa en 2023 Ruben Plaza

“Tenemos placas solares para recoger diferentes datos y alarmas que ahora mismo no funcionan”, explica, a lo que añade que “son varios problemas pequeños los que vamos acumulando”, y al final “el problema que se crea es más grande lo esperado”.

Orexa sobrevive a su “apagón” con “parches”, y gracias a la utilización del wifi, por ejemplo, sus vecinos siguen pudiendo realizar “llamadas”. No obstante, Maioz reconoce que “sobrevivir con parches te limita mucho y precisamente por eso se instaló la antena que ahora está averiada”.

Impotencia

La sensación que comparten la mayoría de los vecinos de Orexa es la de “impotencia”, y el coordinador de Orexa Bizirik, asegura que la situación es “decepcionante”, ya que “nadie nos atiende correctamente, no envían ningún técnico, y nosotros nos quedamos sin saber cómo reaccionar”.

Sobre llevar a cabo otras acciones o quejas hacia la compañía, para que solucione su problema, Maioz piensa que “por el momento preferimos dar la murga y esperar que vengan, porque realmente pensamos que este problema ya lo hemos vivido otras veces y tiene fácil solución”. Si envían un técnico a la localidad y el problema es mayor de lo esperado, tiene claro que “no habría problema en hablar y analizar las posibles soluciones”, pero lo primero es “saber cuál es el verdadero problema”.