Iker Kortajarena repasa sus dos años en Huesca, donde ha pasado de sufrir mucho para asentarse e incluso salvar la categoría a ser indiscutible y quedarse cerca de subir a Primera.

En Segunda ya ha demostrado que se encuentra a la altura…

Bueno, no sé, siempre digo que he ido mejorando. Cuando llegué sí que me costó al principio hacerme a la categoría, hacerme al Huesca, pero creo que este año sí que he dado un pequeño salto y me encuentro muy a gusto. Y lo que siempre digo, creo que estoy mejorando día a día, que es lo más importante.

Descubrió pronto que hacía frío fuera de la Real… A los diez partidos, Cuco Ziganda se fue a la calle.

No, al principio sí que contó mucho. Jugué los primeros cinco partidos. Confiaba mucho en mí de inicio. No llegaron los resultados, tampoco estaba yo del todo fino y todo cambió. Y, bueno, el equipo tampoco fue a mejor... hasta que llegó su destitución. Y luego Antonio Hidalgo sí que al principio no contaba conmigo, pero luego poco a poco fui entrando. Así que, bueno, se puede decir que fuimos a más, todos además, y la temporada acabó bien. Nos salvamos, que no es poco.

La Segunda es así, pierdes dos partidos y miras hacia abajo; y ganas dos, y al revés.

Sí, pasas en poco tiempo de mirar para arriba a mirar para abajo.. Ganas dos partidos y te piensas que estás para entrar en el play-off; y pierdes dos, y empiezas a mirar abajo. Esto está todo muy equilibrado. La Segunda es muy, muy igualada, y creo que no hay grandes diferencias entre los equipos.

¿Y qué ha cambiado tanto de un año a otro?

Yo no diría que ha cambiado demasiado, sí que ha habido algo de gente distinta, pero seguíamos el bloque del año pasado. Empezamos muy bien la temporada, y creo que hemos ido evolucionando, hemos sacado victorias de partidos que no merecíamos ganar y luego, cuando merecíamos vencer, lo hacíamos también. Eso nos hizo meternos arriba. Al final, es una pena que no hayamos terminado entrando en el play-off, por lo menos.

“Hemos vivido momentos únicos compitiendo contra los grandes, una pena que no entráramos en play-off”

Se les ha hecho un poco larga la temporada, ¿no?

Sí, también. Luego se dieron tres partidos que nos marcaron la campaña. El día del Albacete, que nos meten en el 95’ y el 96’, después de haber marcado nosotros en el 94’. El día del Racing, con dos expulsiones que marcan el partido cuando íbamos ganando. Y el día del Oviedo, con otra expulsión en el minuto 10. Esos tres partidos son los que nos han marcado la temporada. Creo que si hubiésemos sacado adelante uno de ellos, habríamos entrado.

¿Y en qué posición ha jugado?

He estado jugando de todo, la verdad. En mi puesto habitual, más atrás también, pero algún día de delantero. Como Merino en el Arsenal. Siempre me vacilaba algún compañero. Ya te digo, un poco de todo. Pero contento. Siempre que sea jugar, siempre a gusto.

¿Había jugado de delantero antes?

Muy pocas veces. Jugábamos con dos delanteros. Mi misión era estar ayudando al delantero y, bueno, buscarme las castañas por ahí. Cada puesto tiene sus cosas y me gusta donde sea.

Y viendo puerta. No está mal marcar en campos históricos como La Romareda.

Sí, es muy bonito eso. Muy contento. Creo que este año hemos tenido momentos muy bonitos en el equipo ganando partidos en el minuto 90. Compitiendo contra equipos grandes. Ha habido momentos únicos, inolvidables, sobre todo cuando estábamos ahí arriba. Ha sido un temporadón, aunque nos haya quedado la pena de no haber podido entrar en el play-off. 

Sus señas de identidad siempre han sido esas: jugador del centro del campo, trabajador, con llegada.

Sí, podría ser, sí. Creo que me puedo amoldar a varias posiciones. Al final, he marcado cuatro goles y he dado cuatro asistencias. La llegada sería uno de los puntos fuertes.

El Huesca suele cambiar mucho su plantilla.

Este año yo creo que va a cambiar bastante la plantilla. El año pasado no varió tanto y la clave para estar arriba es que el bloque era el mismo que el del año anterior. Entonces empezamos conociéndonos la mayoría y, bueno, yo creo que eso nos hizo ser fuertes al principio, ser fiables y nos metimos ahí arriba. Creo que este año se van a dar muchos cambios y ya veremos lo que puede pasar. La gente que puede venir, la gente que se va, no sé. Todavía es una incertidumbre todo.

Le queda un año, ¿espera movimientos?

No, a ver, en esto del fútbol nunca se sabe. Entonces, estoy preparado para todo, pero sí, me queda un año, así que al principio allí seguiré.

“Cuando llegué me costó hacerme a la categoría, pero este año he dado un pequeño salto y estoy muy a gusto”

Con nuevo entrenador.

Sí, el Huesca ha fichado al entrenador del Mérida, Sergi Guilló, que fue el que se enfrentó al Sanse. Espero que se le haya pasado el enfado (risas). Es muy joven. Tiene 34 años y hablan muy bien de él. No lo conozco, así que tampoco puedo decir demasiado.

Este año han contado con un delantero diferencial como Soko.

Un delantero y un portero, como siempre dicen. Pero yo creo que hemos sido más todos, un bloque, que defendía muy bien y luego las pocas que tenía o cuando había que atacar y generar ocasiones lo hacíamos también. Entonces pienso que como bloque hemos sido un equipo muy, muy bueno.

La Segunda es interminable…

Es muy bonita. Muy, muy igualada. Ciudades grandes, muchísimos equipos compitiendo por ascender a Primera División, otros equipos no tan grandes en principio, compitiendo de tú a tú con todos ellos… Creo de verdad que es muy bonita.

¿Quién va a subir, el Oviedo o el Mirandés?

El Oviedo es favorito ahora, porque juega en casa y su afición está la volcada. Pero es que el Mirandés cuenta con jugadores tan buenos que en cualquier momento te puede meter un gol... y ahí van a estar.

Supongo que le gusta encontrarse por los campos de Segunda a los salidos de Zubieta.

Es bonito, la verdad. En el Racing, Aldasoro y Karrika; Gorrotxa, en el Mirandés; en el Málaga, Lobete y Gabilondo. Muchísimos. Es muy ilusionante. Zubieta forma bloques muy unidos... No hay nada como jugar en la Real. Todos somos de la provincia o de la misma zona, y de parecida edad. Tener eso en un equipo es complicado de encontrar.