donostia. El abuso del alcohol tanto en días laborables como fines de semana aumentó durante el año pasado de un modo preocupante, de tal manera que en la actualidad uno de cada cuatro jóvenes puede considerarse bebedor de riesgo. Así lo refleja la encuesta Euskadi y Drogas 2012, presentada ayer en sede parlamentaria por la directora de Salud Pública y Adicciones del Gobierno Vasco, Miren Dorronsoro.

Se trata de una muestra que comenzó a realizarse en 1992, y que ofrece una visión evolutiva de consumos durante las dos últimas décadas. La encuesta domiciliaria se ha realizado entre 2.007 personas, proporcional a los tres territorios, y revela que la juventud y el alcohol siguen conformando un peligroso binomio que puede ser fuente de problemas en un futuro.

El estudio refleja que desde 2006 se ha venido reduciendo significativamente la proporción de personas que beben de manera habitual, del 23,9% al 14,6%.

Durante este tiempo, se ha constatado que siete de cada diez personas no consumen ningún tipo de bebida alcohólica, unos datos que contrastan con los recogidos en 2012, año en el que la prevalencia de los consumos comenzó a crecer. Así, la encuesta, que se realiza bienalmente, ha registrado "un aumento excesivo y de riesgo entre las personas de 15 a 34 años", según refleja el estudio en una comparativa con los datos recabados en 2010.

La cuarta parte de la población, además, parece seguir haciendo oídos sordos a las campañas antitabaco y continúa fumando pitillos a diario. La encuesta constata, sin embargo, un aumento de las personas que nunca han fumado, dato especialmente significativo entre la población más joven, donde desciende el consumo habitual. Se da la circunstancia de que el 45,6% de la población vasca no ha fumado nunca.

También se consolida el descenso del consumo diario de cannabis, a pesar de lo cual la CAV sigue figurando entre las comunidades con tasas más elevadas de la UE. El 6,3% de la población vasca es usuaria habitual, casi cuatro puntos menos que en 2010, lo que sitúa la tasa de 2012 en niveles de consumo de hace dos décadas.

La encuesta recoge que durante el último lustro el consumo diario de cannabis "ha descendido de manera radical" entre los 15 y 24 años, del 10,6% en 2008 al 2,7% en 2012. En cualquier caso, la mayor prevalencia se sigue produciendo entre la población joven (16,4%) y entre los hombres (8,8%), frente al 3,7% de las mujeres.

sustancia ilegales La cocaína y las anfetaminas son todavía las drogas ilegales más consumidas. La muestra detalla que estas sustancias han acusado un importante descenso durante la última década. "El consumo experimental ha descendido del 14% al 8% entre 2004 y 2012", una reducción del 40% que, sin embargo, no se ha constatado "en el caso de la heroína".

Durante el año pasado, el 6,5% de los habitantes del País Vasco manifestó haber consumido al menos una vez speed o anfetaminas, un 5,5% cocaína, un 2,7% LSD u otras sustancias alucinógenas. Asimismo, un 2,2% de los encuestados admitió haber probado éxtasis.

La directora de Salud Pública y Adicciones del Gobierno Vasco admitió que la edad de inicio en estas sustancias se mantiene, pero la tasa de abandono aumenta. "El inicio en el consumo de cocaína se sitúa en torno a los 21 años", detalló.

La muestra presenta este año como novedad respecto a ediciones anteriores la introducción en el cuestionario de preguntas relacionadas con la adicción al juego e Internet. Según las respuestas recogidas entre más de 2.000 personas, un 3,2% de la población juega a cartas con dinero, un 2,6% lo hace en máquinas tragaperras, un 1,8% en el bingo y un 1,6% en el frontón o en otras apuestas de carácter popular.

Además, un 1,5% de la población se juega dinero de manera habitual en carreras de caballos, porras u otras apuestas deportivas.

Las loterías y quinielas son, en todo caso y con gran diferencia, los juegos de azar más utilizados. Más de la mitad de la población (53%) utilizó esta modalidad de juego el pasado año.

Según los datos de la encuesta, utiliza Internet el 72% de los habitantes de Euskadi de entre 15 y 74 años. En torno a un 3% de ellos -unas 35.000 personas- está conectado a la red durante cinco o más horas mientras trabaja y estudia. Otras 226.000 hacen un menor uso de las redes sociales ("aunque más intenso"), y se conectan a Internet entre dos y tres horas diarias.