madrid. La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) condenó en un comunicado el desalojo llevado a cabo en la mañana de ayer del centro social autogestionado Patio Maravillas, en la calle Acuerdo de la capital, y exigió al Ayuntamiento madrileño que expropie el edificio y lo destine a equipamientos públicos.

Los vecinos realizaban así un reconocimiento público y explícito de la labor llevada a cabo por el colectivo, al recordar que es "un proyecto comunitario que, en poco más de dos años, ha construido un importante punto de encuentro y actividad sociocultural en un distrito con graves déficit en materia de equipamientos públicos", ofreciendo cursos de castellano para inmigrantes, de informática, talleres de agricultura ecológica o de arte, además de prestar servicios de Derechos Sociales a los colectivos migrantes más desfavorecidos.

En cuanto al desalojo, el "centro social okupado" Patio Maravillas, en el casco histórico de Madrid, se llevó a cabo sin incidentes en una intervención de la Policía Nacional que duró unos minutos y que puso fin a dos años y medio de actividad "social y cultural". La intervención policial, en cumplimiento de una orden del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid, comenzó a las nueve de la mañana y duró unos minutos, en medio de un fuerte dispositivo policial.

Según ha relatado Antonio García, portavoz del Patio, en una improvisada rueda de prensa realizada en la calle, a un centenar de metros del edificio y tras un cordón policial, la Policía no ha forzado la puerta del inmueble sino que ha aprovechado para entrar en el momento en que salía una de las personas que habían pasado allí la noche.

"lucha contra la especulación" Concluido el desalojo de las tres únicas personas que se encontraban en el Patio, los integrantes del colectivo "okupa" negociaron con la Policía acceder al mismo en grupos de cuatro para sacar las "cosas de valor", como ordenadores, equipos de sonido y material que utilizaban en los diferentes talleres que impartían.

Mientras, varias decenas de "colaboradores, usuarios y amigos", muchos de ellos avisados por algunos de los 2.000 mensajes de móvil enviados a primera hora de la mañana mediante un "sistema de alerta" preparado hace tiempo, se han concentrado en la calle para mostrar su "solidaridad" con el centro.

El portavoz del Patio ha asegurado que van a continuar "la lucha contra la especulación" y que "si no puede ser en este edificio será en otro. Seguiremos buscando otros espacios y el que quiera entender que entienda; seguiremos tomando lo que consideramos que es nuestro, que es de toda la ciudadanía".