El consumo de alcohol es una práctica muy extendida en el día a día de los guipuzcoanos, ya que está asociada con celebraciones, reuniones sociales e incluso con la idea de relajación tras un día de trabajo. Sin embargo, sus efectos en la salud, tanto a corto como a largo plazo, pueden ser muy negativos.

El hígado es uno de los órganos que más sufre las consecuencias de la ingesta habitual de alcohol, y también el que más capacidad de regeneración posee si se le da la oportunidad adecuada.

Según el experto en Psiconeuroinmunología, Coaching y Nutrición moderna, Carlos Ordinas, dejar de consumir alcohol durante tan solo dos semanas puede marcar una gran diferencia en la salud hepática. En este periodo de abstinencia, el hígado comienza a repararse, se reduce la inflamación y disminuyen las cicatrices internas generadas por el daño previo. Además, la ausencia de alcohol contribuye a que este órgano acumule menos grasa, lo que se traduce en un funcionamiento mucho más eficiente.

Jóvenes bebiendo alcohol Freepik

El papel central del hígado en el organismo

El hígado es un órgano vital, considerado por Ordinas como uno de los más "potentes" y "reparadores" de nuestro cuerpo.

Más allá de su rol como detoxificador de sustancias nocivas, cumple funciones cruciales para el equilibrio del organismo. Entre ellas, participa en la regulación de la tiroides, lo que influye en el metabolismo y en la energía disponible para las actividades cotidianas.

Asimismo, el hígado activa la hormona de crecimiento, que desempeña un papel muy destacado en la quema de grasas, en la regeneración celular y en la reparación de tejidos.

También contribuye a la calidad de la sangre, interviniendo en la producción y regulación de diversos componentes esenciales.

Por tanto, mantenerlo en buen estado no solo mejora la salud hepática, sino que también tiene un impacto global en el bienestar.

Consecuencias del alcohol en el hígado

El consumo regular de alcohol incrementa el riesgo de sufrir hígado graso, inflamación crónica y cirrosis.

Estas condiciones, que pueden pasar inadvertidas durante años, limitan progresivamente la capacidad del hígado para cumplir sus funciones.

Además, la toxicidad del alcohol puede alterar el equilibrio hormonal, ralentizar el metabolismo y afectar al sistema inmunitario, dejando al organismo más vulnerable frente a enfermedades.

Lo más preocupante es que muchas personas subestiman la cantidad de alcohol que ingieren y no relacionan molestias cotidianas como cansancio, problemas digestivos o dificultad para mantener el peso con la salud de su hígado.

Beneficios de reducir o eliminar el alcohol

La buena noticia es que el hígado tiene una sorprendente capacidad de recuperación.

Como señala Ordinas, con apenas dos semanas sin alcohol ya se pueden observar mejoras significativas: reducción de la inflamación, menor acumulación de grasa y un proceso de regeneración que sienta las bases para una mejor salud a largo plazo.

Otros efectos positivos

Abandonar o moderar el consumo de alcohol también tiene efectos positivos en otros aspectos: mejora la calidad del sueño, aumenta los niveles de energía, favorece la concentración y ayuda a mantener un peso saludable. A nivel emocional, la abstinencia puede traducirse en mayor claridad mental y mejor gestión del estrés.