aretxabaleta. "Sorprendidos" se levantaron ayer los vecinos de Aretxabaleta al enterarse de lo ocurrido. "Lo llevamos oyendo desde primera hora de la mañana. No damos crédito. Es una familia del pueblo de toda la vida", comentaba una vecina del municipio.
La noticia había saltado en los primeros informativos. Un hombre de 39 años había matado la noche anterior a su hermano, un año mayor, durante una discusión en el domicilio que el presunto asesino compartía con sus progenitores, según señaló el Departamento vasco de Interior. Una versión que, posteriormente, la familia matizó negando que hubiera una pelea. En su lugar, apuntaron a la enfermedad como la causante de la conducta del agresor, según informaba ayer una publicación digital local.
Entre los vecinos del lugar, ninguno podía encontrar una explicación a los hechos. "Es algo rarísimo", comentó un hombre que vive en el portal donde ocurrió el asesinato, situado en el número 20-B de la avenida Vitoria, en la zona industrial de Basabe. No obstante, muchos que conocían de cerca a la familia, en la que se incluye otra hija más pequeña, argumentaban que el presunto asesino sufría una enfermedad mental, aunque todavía estaba sin diagnosticar.
Todo ocurrió en torno a las 22.30 horas. Los hermanos Imanol y Aitor B.B. se enzarzaron en una pelea en la cocina del primer piso donde se sitúa la casa, que acabó con el peor desenlace posible. Imanol se hizo con un cuchillo y, en un momento, le asestó varias puñaladas a su hermano mayor que resultaron mortales. La víctima, de 40 años, falleció en ese momento sin que se pudiera hacer nada por su vida. De hecho, todas las cuchilladas fueron dirigidas al cuello, que casi seccionó.
los padres estaban en casa Sus padres, además, se encontraban en ese momento en la sala de estar, cuando los dos hombres se enzarzaron en la discusión cuyas razones la Policía investiga.
Hasta el lugar acudieron agentes de la Ertzaintza que detuvieron allí mismo a Imanol, acusado de un delito de homicidio, según informó el Departamento vasco de Interior.
La presencia de una ambulancia levantó las sospechas de algún vecino. "Mi hijo comentó que había visto una ambulancia y que algo había pasado en la casa porque había mucho ruido, pero no le dimos la mayor importancia", explicaba al respecto Fernando Fernández, vecino del tercer piso, que para entonces ya se encontraba "en la cama". "No sé qué ha podido pasar, no tengo ni idea, se llevaban bien, pero en algún momento dado se le habrá enfrentado y...", reflexionaba.
La única explicación que encontraban quienes conocían a la familia era la de que Imanol hubiera podido perder los estribos afectado por su enfermedad mental. "Era un chico serio, iba a lo suyo, pero nunca había tenido problemas", señalaba al respecto un hombre que conoce a la familia. "Los solía ver en el monte. Siempre va con su padre", comentaba.
Según explicaron, Imanol echaba una mano a su padre en el caserío que la familia gestiona en el barrio de Larriño, en Aretxabaleta. De ahí provenía su madre, mientras que la familia paterna era originaria del municipio alavés de Aramaio, que hace muga con Aretxabaleta.
La naturaleza debía ser la pasión del presunto asesino, quien también había trabajado desbrozando montes. La víctima, en cambio, había tomado un camino diferente. Residía en Bergara junto a su pareja, con la que tenían una niña de año y medio aproximadamente. No obstante, parece que desde hace unos días Aitor, que solía trabajar como cartero, había regresado al domicilio familiar.
De todos modos, la relación con los padres y el hermano era "cordial", según señalaba Belén, que reside en el tercer priso. Nada hacía pensar que pudieran protagonizar un suceso semejante en la casa de sus progenitores. "Yo pensé que era el padre el que había muerto al ver salir la caja, porque es mayor y creí que le podía haber dado algo", consideraba esta vecina.
El cuerpo del fallecido fue trasladado al Servicio de Patología Forense de Donostia, mientras que el detenido fue puesto a disposición del juzgado de Bergara, quien decretó su ingreso en la prisión de Martutene. El funeral de Aitor se celebró ayer mismo por deseo expreso de la familia en una ceremonia íntima.
Gipuzkoa ya acogió un caso de violencia con resultado de muerte en el seno de una familia este mismo año, cuando el joven de 28 años Ángel G.E., presuntamente mató a su padrastro que fue hallado en una borda de Berrobi en mayo.