La llegada del calor y del buen tiempo a Gipuzkoa ha sido recibida con los brazos abiertos por parte de la ciudadanía, ya que al verano le está costando asentarse en el territorio.
Pese a ello, el calor tiene sus aspectos negativos, y es que dificulta la conciliación del sueño por las noches.
La temperatura elevada interfiere con la capacidad del cuerpo para enfriarse y alcanzar la temperatura óptima para dormir, lo que puede resultar en un sueño fragmentado y de baja calidad.
Sin embargo, hay varias estrategias que se pueden implementar para combatir el calor nocturno y mejorar la calidad del sueño sin necesidad de recurrir al aire acondicionado.
Por qué cuesta más dormir con calor
El cuerpo humano tiene una temperatura interna que se ajusta para facilitar el sueño.
Durante la noche, la temperatura corporal tiende a disminuir, lo que envía señales al cerebro de que es hora de dormir. Sin embargo, en un ambiente caluroso, este proceso de enfriamiento se ve obstaculizado.
La temperatura elevada puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que dificulta la relajación y la conciliación del sueño.
Estrategias para mejorar el sueño
Ropa de cama ligera y transpirable
Utilizar sábanas y fundas de almohada de materiales ligeros y transpirables como el algodón o el lino puede ayudar a mantener el cuerpo fresco durante la noche.
Estos materiales permiten una mejor circulación del aire y absorben la humedad, lo que ayuda a regular la temperatura corporal.
Ventilación adecuada
Mantener las ventanas abiertas durante la noche puede permitir que circule el aire fresco.
Utilizar ventiladores de techo o de pie también puede ayudar a mover el aire y crear una sensación de frescura. Colocar un recipiente con hielo delante del ventilador puede intensificar este efecto.
Hidratación
Mantenerse bien hidratado es esencial para regular la temperatura corporal.
Beber suficiente agua durante el día y tener un vaso de agua junto a la cama puede ayudar a evitar la deshidratación y el sobrecalentamiento.
Duchas frías antes de dormir
Tomar una ducha fría antes de acostarse puede bajar la temperatura corporal y preparar el cuerpo para el sueño.
Incluso una ducha tibia puede ser efectiva, ya que ayuda a disipar el calor corporal acumulado.
Evitar comidas pesadas y bebidas alcohólicas
Consumir comidas pesadas y bebidas alcohólicas antes de acostarse puede aumentar la temperatura corporal y dificultar el sueño.
Optar por comidas ligeras y evitar el alcohol en la noche puede contribuir a un sueño más reparador.
Mantener la habitación oscura y fresca
Durante el día, mantener las cortinas o persianas cerradas puede evitar que el calor del sol aumente la temperatura de la habitación.
Por la noche, una habitación oscura y fresca es más propicia para el sueño.
Uso de paños húmedos
Colocar paños húmedos en áreas estratégicas del cuerpo, como la frente, las muñecas y los tobillos, puede ayudar a bajar la temperatura corporal.
También se puede colocar un paño húmedo en la nuca o utilizar una bolsa de agua fría.
Dispositivos enfriadores
Utilizar dispositivos como almohadas o colchonetas refrigerantes puede proporcionar un alivio adicional. Estos productos están diseñados para absorber el calor y mantener una sensación de frescura durante toda la noche.
Practicar técnicas de relajación
La meditación, la respiración profunda y otras técnicas de relajación pueden ayudar a calmar la mente y el cuerpo, facilitando el sueño incluso en condiciones de calor.
Combatir el calor nocturno y lograr un sueño reparador es posible con algunas estrategias simples pero efectivas.
Al enfocar la atención en la elección de la ropa de cama adecuada, la ventilación, la hidratación y la preparación del cuerpo y el entorno para el sueño, se puede mejorar significativamente la calidad del descanso sin la necesidad de utilizar aire acondicionado.
Implementar estos consejos puede marcar la diferencia entre una noche de insomnio y un sueño reparador, incluso en las noches más calurosas.