El mundo que nos rodea está lleno de colores y los distinguimos por el procesamiento e interpretación que hace el cerebro de las señales que recibe por los ojos. La luz es absorbida por unas células especiales de la retina llamadas fotorreceptores y que pueden ser de dos tipos: bastones (sensibles a la luz y a la oscuridad) y conos (sensibles al color). Los fotorreceptores envían las señales luminosas al cerebro a través del nervio óptico, que transmite la información a la corteza del lóbulo occipital, que es quien la procesa y la interpreta.
Está demostrado que esta percepción de los colores tiene un impacto en nuestro estado de ánimo. Así, mientras los tonos cálidos, como el rojo, el naranja o el amarillo, se asocian con sentimientos de excitación, energía y calidez, los fríos, como el azul, el verde o el morado, se asocian con calma, tranquilidad y relajación. Los colores también van a afectar a nuestro comportamiento, bien por su efecto calmante (el verde), aumentando la concentración (el azul) o elevando la excitación cerebral (el rojo).
El color y la memoria
Las investigaciones en el terreno de la neurociencia han concluido que, además de influir en el estado de ánimo y en el comportamiento, el color tiene un papel importante en la memoria: será determinante a la hora de recordar y de procesar la información, un aspecto muy a tener en cuenta por los miles de estudiantes que están a punto de enfrentarse a los exámenes finales. La información será más fácil de retener si se presenta en color que en blanco y negro, y resaltar en color los datos importantes de un texto hará que sean más fáciles de recordar.
De esta forma, hay ciertos tonos que pueden convertirse en aliados a la hora de retener la información. Desde los tonos más llamativos hasta los más suaves, existen matices que van a impactar en la memoria de una manera diferente.
El subrayado
Los expertos de 123tinta.es ofrecen varios tips para memorizar los apuntes utilizando los colores y subrayados más adecuados. En primer lugar, aconsejan un subrayado destacado y grueso para resaltar las palabras específicas del texto que se desea retener, una línea más fina para frases completas y un subrayado punteado para resaltar ejemplos.
Es fundamental identificar las palabras clave al inicio del texto, marcar las explicaciones y definiciones, distinguir entre categorías y listados que contienen información adicional y destacar los ejemplos que faciliten la comprensión del texto.
Los mejores colores
En función de la parte del texto que queramos resaltar y de la forma en la que queramos percibirla, emplearemos un color u otro. Estos son:
- Azul. Tiene un efecto calmante, agradable a la vista, que facilita la memorización. Se asocia a la productividad, capta rápido la atención y es percibido más fácilmente por el cerebro. Se recomienda su uso para subrayar los párrafos largos y complicados.
- Verde. Evoca una sensación de equilibrio, permite tener claridad y mejora la concentración. Relacionado con la tranquilidad, es perfecto para los márgenes y anotaciones. Se recomienda para resaltar las categorías y las clasificaciones y para diferenciarlas de las demás partes del texto.
- Naranja. Despierta atracción y el cerebro lo interpreta como algo urgente. Muy útil para resaltar datos, autores o fechas importantes.
- Amarillo. Relacionado con brillo, energía u optimismo, estimula la mente y atrae la vista. Se relaciona con el interés y, al tener mucha claridad, no ensucia el texto. Es perfecto para subrayar palabras clave en grandes párrafos, ya que ayuda a captar la esencia del contenido.
- Rosa. Ayuda a tener una visión más global del texto. Es un tono perfecto para ideas principales como títulos o subtítulos, ya que es un tono que te mantiene en alerta. Tiende a usarse para dar las primeras ojeadas al tema.
Como puedes comprobar, subrayar bien los apuntes no es difícil si sabes hacerlo de la forma adecuada. Si tienes en cuenta la jerarquía de los colores y la elección de palabras resaltadas, tus apuntes serán mucho más eficientes y tu tiempo de estudio mucho más productivo.
