Las últimas olas de covid persistente han sido menos graves, tanto en afectados como en la intensidad de la sintomatología, pero aún así la cifra acumulada de los pacientes que sufren esta enfermedad crónica en el Estado desde el inicio de la pandemia supera ya el millón y medio.

Así lo ha explicado a EFE la presidenta de la Red de Investigación en Covid Persistente (REiCOP) a nivel estatal, Pilar Rodríguez Ledo, organización que este viernes reúne en el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid a 62 expertos en formato presencial y 270 en virtual, para analizar el manejo de la enfermedad en la Atención Primaria y unidades especializadas, tratamientos y secuelas.

Menos casos

Rodríguez Ledo, que también preside la Sociedad de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explica que si al inicio de la pandemia la covid persistente afectaba al 10% de los infectados, en estos momentos el porcentaje baja al 6-8 % y presenta "una sintomatología menos abigarrada".

No obstante, la covid persistente se ha convertido en una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar multitud de síntomas, que afectan a la calidad de vida y especialmente al ámbito laboral.

Los síntomas más recurrentes son aquellos referidos al déficit de atención, la disnea, la niebla mental, la depresión, la ansiedad, el deterioro cognitivo y el cansancio extremo.

No obstante, hay otros más graves como la lesión endotelial, un tejido que reviste el interior del aparato circulatorio, y que la presencia del SARS-CoV-2 genera complicaciones cardiovasculares y tromboembólicas.

Tratamiento

Por ello, en la jornada se ha expuesto que el tratamiento endotelial en la fase aguda sirve para prevenir la aparición de la covid prolongada.

Rodríguez Ledo reconoce que el estado inmunológico de la población por las vacunas está influyendo en que menos personas desarrollen la enfermedad, si bien lamenta que el registro "no acabe de funcionar porque la gente mira para otro lado, y como hay menos casos los responsables se desentienden".

Sostiene esta experta que una covid aguda suele durar dos semanas, como mucho un mes, pero algunas personas tienen síntomas durante más de tres meses, "entonces hablamos de covid persistente".

En la jornada también participa 'online', desde Estados Unidos, la neurocientífica Sonia Villapol con una conferencia en la que subraya que la microbiota cuando se desestabiliza desencadena un desequilibrio en el organismo y en la regulación del estado inflamatorio, y podría arrojar luz sobre posibles marcadores de diagnóstico de esta enfermedad.