El teléfono móvil se ha convertido en un elemento indispensable de nuestro día a día. Si lo extraviamos, perdemos datos muy valiosos para nosotros como fotografías, contactos, correos electrónicos o recordatorios de cumpleaños, un sinfín de informaciones que no guardamos en ningún otro lugar.

De esta forma, bien utilizado, el móvil nos sirve de gran ayuda. Sin embargo, del uso al abuso hay solo un paso y emplearlo todos los días, a todas horas y para todo no es en absoluto saludable. Nos despertamos con el móvil, viajamos, trabajamos, comemos o hacemos deporte pegados al móvil, convirtiendo lo que debería ser un objeto a nuestro servicio en un motivo de dependencia absoluta.

No lo perdemos nunca de vista, ni de día ni de noche, y el móvil es en muchos casos lo último que vemos al acostarnos y lo primero al levantarnos. Si este es tu caso, seguramente dormirás con él en la mesilla y te despertarás con su alarma, una decisión poco acertada por los inconvenientes que le puede causar tanto a tu salud física como mental.

Un móvil se carga en una mesilla. Freepik

Entre las razones por las que no es recomendable utilizar la alarma del móvil como despertador vamos a destacar diez. Estas son:

1- Radiación y salud. Estar expuestos a campos electromagnéticos como el del móvil puede causar alteraciones del sueño y entre sus efectos destacan insomnio, cansancio o falta de concentración, irritabilidad, dolores de cabeza, falta de apetito y náuseas y mareos.

2- Descanso y calidad del sueño. Dejar el móvil a mano supone tener la tentación cerca y caer en ella significa pasar más tiempo pegado a él a costa de robarle horas al sueño y al descanso. La luz azul que desprende reduce la segregación de melatonina que es la responsable de regular el ciclo sueño-vigilia. La llegada de notificaciones causará microdespertares que empeorarán la calidad del sueño.

3- Sedentarismo. Coger el móvil nada más despertar hace probable que te quedes enganchado consultando noticias, notificaciones o redes sociales y seguirás acostado mientras se te va el tiempo sin darte cuenta.

4- Alteración de rutinas. Tener el móvil cerca de la cama puede interferir con tus rutinas de sueño y hacer saltar por los aires los límites entre tu vida personal, laboral y tu descanso. Consultar mails o mensajes a última hora puede desvelarte y alterar tu sueño. ¡Es imprescindible desconectar!

Un hombre consulta su móvil antes de acostarse. Freepik

5- Salud mental. Usar el móvil por la noche interrumpe el descanso y al no dormir lo suficiente puedes sufrir depresión, estrés y ansiedad. Además, al ir a apagar la alarma por la mañana puedes quedarte atrapado por el móvil, lo que te supondrá una enorme pérdida de tiempo y después llegarán las prisas.

6- Relación de pareja. Irse a la cama con el móvil puede privar a la pareja del único momento del día que tiene para compartir tras una jornada llena de compromisos familiares y laborales. De esta forma, es muy fácil caer en el phubbing, que es ignorar a una persona o al propio entorno por prestar atención al móvil.

7- No escuchar la alarma. Si por la noche regulas el sonido del móvil para evitar las molestas notificaciones, puede que sin querer anules la alarma. Si el sonido que eliges es muy tenue, tal vez tampoco la escuches.

8- Salud visual. La luz de las pantallas puede provocar visión borrosa, fatiga visual, problemas de enfoque, ojos llorosos, enrojecimiento o sequedad. Encender el móvil nada más despertarnos es como salir de una cueva directamente a la luz del sol.

La luz que emite el móvil puede acabar causando problemas en la vista. Freepik

9- Batería descargada. Después de toda una jornada de uso, si no te has acordado de cargar el móvil puede que a mitad de la noche este se quede sin batería apagándose por completo, con lo cual la alarma no sonará.

10- Alternativas más saludables. Existen relojes despertadores tradicionales que cumplen la misma función sin los inconvenientes asociados al uso del móvil y otros más modernos, los despertadores de luz, que te despiertan con una iluminación gradual, de menos a más, como si estuviera amaneciendo en la habitación.

Si no puedes renunciar a la alarma del móvil, deja el aparato a tres metros de la cama y así evitarás caer en la tentación de usarlo al acostarte o de cogerlo ante el más mínimo despertar. Cerciórate de que está cargado, configura un volumen y un tono que puedas escuchar con facilidad y desactiva los datos y el wifi para evitar la entrada de notificaciones. Seguir estos consejos te permitirá dormir mejor y obtener un buen descanso.