La primera jornada de la Bandera de La Concha masculina disputada el domingo fue una de esas que se recuerdan durante muchos años, no ha habido excesivas ocasiones en las que hasta cinco traineras hayan llegado al segundo fin de semana con verdaderas opciones de poder ondear la preciada bandera sin pensar en remontadas que rozan lo milagroso. Bermeo, Hondarribia, Donostiarra, Orio y Zierbena finalizaron la primera jornada de la edición número 128 de la Bandera de la Concha con unas nimias diferencias en la que cualquiera puede vencer, y en la que la posición en la que acaba cada una puede decidirse por un mínimo detalle. Bermeo fue la que marcó el mejor tiempo, con la Ama Guadalupekoa entrando a un segundo y 25 centésimas, la anfitriona a cuatro segundos y 19 centésimas, los aguiluchos a cuatro segundos y 97 centésimas y los galipos a siete segundos y 75 centésimas. En resumen, cinco traineras entraron en meta en menos de ocho segundos de diferencia que dejan todas las posibilidades abiertas para la resolución de esta Bandera de La Concha.

No es habitual ver un abanico tan amplio de traineras llegando con tanta vida a la segunda jornada. Hay un precedente similar en 2021, cuando cinco traineras acabaron en un intervalo de nueve segundos y diez centésimas. En aquella ocasión Hondarribia venció en la primera jornada, llegando a meta un segundo y 74 centésimas por delante de Santurtzi tras serle impuesta una sanción de tres segundos, y casi cuatro segundos mejor que Zierbena, con Orio llegando a ocho segundos y medio y Donostiarra a nueve segundos y diez centésimas. Aunque también es cierto que en aquel momento a pesar de la escasa diferencia entre tantos botes la regata parecía estar menos abierta que en esta ocasión. Encontramos otro precedente similar en 1992, cuando entre Orio, Donibaneko, San Pedro y Arraun Lagunak hubo seis segundos y una centésima. Se puede encontrar otro caso parecido en la edición de hace 49 años, en 1974, cuando entre las tripulaciones de Orio, Lasarte-Michelín, Astillero y Hernani la diferencia fue de sólo ocho segundos después de la primera jornada.

Del primero al segundo

Respecto a las diferencias entre el primer y el segundo puesto, hay varios precedentes de ventajas muy pequeñas, pero que siempre es mejor que sean favorables para afrontar el segundo fin de semana. Para ver una diferencia menor al segundo y 25 centésimas que hay entre Bermeo y Hondarribia tras la regata de este domingo hay que mirar los tiempos de 2018, cuando Zierbena superó a la propia Ama Guadalupekoa en 86 centésimas, ventaja que levantaron los guipuzcoanos el segundo fin de semana. En 2016 entre Bermeo y de nuevo Hondarribia hubo un segundo y 78 centésimas, certificando la Bou Bizkaia la bandera el segundo fin de semana. En 2015 fueron los de Mikel Orbañanos los que vencieron el primer fin de semana a Bermeo por un segundo y 92 centésimas, pero esa ventaja fue remontada el segundo fin de semana. En 2010 Kaiku entró en meta el primer domingo un segundo y 42 centésimas por delante de una Urdaibai que acabó ganando la bandera.

Para encontrar las diferencias más pequeñas entre los dos primeros de la jornada de apertura hay que remontarse al siglo pasado. En la previamente mencionada regata de 1974, Orio superó en sólo dos décimas a la extinta Lasarte-Michelín y en un segundo y seis décimas a la San José de Astillero. En 1968, Astillero llegó por delante de Hondarribia, marcando la embarcación cántabra un 22:30:1/5 y la hondarribiarra un 22:30:3/5, traducido en cuarenta centésimas remontadas por los guipuzcoanos el segundo domingo, y llegando Zumaia un segundo después. En 1977, entre Lasarte-Michelín y Santurtzi sólo hubo un segundo de diferencia que en la segunda jornada remontó la Sotera. En 1974 Santurtzi entró en meta en la primera jornada sólo siete décimas por delante de Orio. El domingo viviremos otra de esas regatas que apuntan a ser recordadas durante muchos años a lo largo y ancho del Cantábrico. Estas pequeñas diferencias seguro que favorecen el espectáculo.