El mundo del remo tiene muchas particularidades que lo hacen especial, más allá del fuerte arraigo a lo largo y ancho del Cantábrico que durante el verano provoca alegrías y tristezas en incontables ciudades y pueblos. Los objetivos son dispares a lo largo de la liga, pero la clasificatoria de la Bandera de la Concha es algo especial por un motivo: desde el líder de la ACT al colista de la Liga B de Galicia o de la ARC-2, todos buscan lo mismo, y no es ganar, es pasar el corte que te permita pelear los dos próximos fines de semana por el título más preciado del verano. Que algunos tienen opciones que otros no es evidente. Que para alguno no debería ser un problema marcar uno de los siete mejores tiempos, también es evidente. 24 embarcaciones se la jugarán este jueves en un día grande, donde la mayoría de veces un séptimo puesto es más celebrado que un primero.

Para Bermeo, vigente campeón, Hondarribia y Zierbena pasar el corte, a priori, debería ser un trámite. Son las favoritas a la bandera, y como tal deberían demostrarlo en la bahía donostiarra. Tampoco debería tener problema una Orio que ha ido de menos a más a lo largo de la temporada, y que llega con la moral alta tras ganar una bandera, pero sí parece estar un peldaño por detrás de las tres mencionadas previamente. Si esto ocurre, quedarían tres billetes libres y una terna bastante abierta. Cabo, Getaria, Ondarroa, Lekittarra, Kaiku y se rumorea que Ares puede dar la campanada, algo que se ha convertido en una pequeña tradición de este día…, pero alguna se tiene que quedar fuera. Por parecer, parece que los de Boiro y la Esperantza están un puntito por encima del resto. Pero los pareceres valen de muy poco. Cabo, que el año pasado se quedó fuera por menos de dos segundos, sabe bien de qué va esto. Será la realidad del mar lo que dicte sentencia. Que se lo digan a los vigentes campeones, que el año pasado, siendo quintos, no se quedaron fuera por menos de tres segundos. Confianzas las justas, un error puede costar carísimo, en lo deportivo y en lo pecuniario, y es que los premios de la Bandera de La Concha, más allá de la propia bandera, no son nada desdeñables.

Las condiciones meteorológicas pueden conllevar grandes complicaciones a las embarcaciones, especialmente por la dureza que puede traer consigo el coeficiente de mareas, altísimo con la pleamar prevista a 20 minutos del comienzo de la sesión. El viento norte no va a pasar, en principio, de los 15 km/h y las olas apenas van a superar el medio metro de altura.

La sesión arrancará también a las 18.00 horas con el Grupo A, de donde en teoría van a salir las siete embarcaciones que se unan los dos próximos domingos a Donostiarra, con todas las embarcaciones de la ACT a excepción de la Torrekua II y con Ares. La suerte está echada.