Ur Kirolak ha celebrado en este 2022 el centenario de su fundación. El club de remo donostiarra ha tenido la oportunidad de recordar su pasado este año con la publicación de un libro que repasa su trayectoria, Haika Urki!, y con una exposición sobre su historia que se situó en el Aquarium, pero también ha demostrado el buen momento que vive en la actualidad con la organización del primer Campeonato de Europa de remo de mar en la bahía de La Concha. Ricardo Unzueta, presidente de la entidad, explica que el club ha llegado a su centenario en un gran momento: “Ur Kirolak está creciendo. El club ha cumplido 100 años y tiene salud para otros 100 años más. Tiene una salud muy buena en todos los aspectos. Estamos en la cresta de la ola. Vamos subiendo tanto en la parte económica como en la parte deportiva y en la parte social”.
La entidad cuenta hoy en día con “unos 180 remeros, incluyendo a los veteranos, y tiene unos 300 socios que vienen a ser nuestro sponsor. Seremos uno de los clubes con más remeros” en Gipuzkoa y, además, en los últimos años “ha habido un gran incremento de la modalidad femenina. Ahora el 60% de los remeros serán chicos y el 40% chicas, pero hace unos años estaban al 50%”.
Durante la mayor parte de su historia, Ur Kirolak, Urki, se ha dedicado únicamente al banco móvil, una modalidad que no ha gozado de la misma popularidad que el banco fijo en Gipuzkoa. Unzueta se explica este hecho porque “aquí el banco móvil lo puedes practicar en muy pocos sitios. Incluso nosotros estamos teniendo problemas con la arena en el Urumea. El banco móvil necesita una pista de 2000 metros como la de Legutiano, o si no ya tienes que hacer un recorrido con eses”. Además, “el banco móvil es más duro que el banco fijo, porque trabajan más las piernas y todo el cuerpo. Lo que pasa que la trainera, por lo menos antes, es más sufrida”.
Historia
Unzueta, que ha dirigido el club donostiarra durante 26 años divididos en dos etapas, asegura que “este año del centenario ha sido extraordinario, por el tema deportivo, porque el club está saneado, y porque el primer campeonato de Europa de remo de mar que hemos celebrado ha sido un éxito. Estamos muy contentos”. El presidente recuerda que en la historia de la entidad “ha habido épocas muy buenas, no tan buenas y alguna mala”, pero “Ur Kirolak siempre ha estado ahí, y ahora más que nunca, debido a que también aporta remeros a la trainera de Donostiarra desde su inicio, y mantenemos nuestro compromiso. En los últimos años estamos teniendo muy buenos resultados y estamos haciendo crecer el nombre de Donostia”.
Ur Kirolak nació en la capital guipuzcoana en 1922, de la mano de un grupo de jóvenes vinculados a Euzko Gaztedi. La ideología nacionalista de sus fundadores hizo que el club estuviera en el punto de mira de las autoridades franquistas, porque, como recuerda Unzueta, “Urki era el batzoki en épocas no queridas”. “El escudo de Urki eran los colores rojo, verde y blanco”. En cierta ocasión, “desde el Gobierno Civil llamaron a capítulo al secretario y salió muy bien parado, porque dijo que el rojo era por babor, verde por estribor y el blanco era la luz de tope del barco. Coló, y así se mantuvieron los colores de Urki. Pero hay muchas anécdotas de ese tipo. Por ejemplo”, el movimiento artístico “Ez Dok Amairu se inició en el El Submarino, que es como llamamos a nuestra sociedad gastronómica, que está en la Parte Vieja, y que es nuestra sede en realidad. La sede deportiva está ahora en Loiola, bajo de la variante”.
Pese a la dictadura, “la edad dorada pudo ser la de los años 60, cuando el equipo de Ur Kirolak acudió a la Olimpiada de Roma. Con Garikoitz Azkue también tuvimos un olímpico en los Juegos de Barcelona y últimamente hemos tenido una serie de remeros que han participado en campeonatos internacionales”, como Koxme Burutaran, Beñat Santos o Ander Balda. “Y en otras épocas ha habido bastantes remeros del club en la selección”.
El centenario
Entre los actos para celebrar el primer siglo de vida del club, Unzueta destaca la exposición que se celebró en el Aquarium “con fotos, objetos, camisetas... y con una participación muy buena”. “Ha sido un año de mucho trabajo, pero la satisfacción ha sido muy grande. El mayor reto que teníamos era la organización” en octubre “del primer Campeonato de Europa de remo de mar, y ha salido de maravilla. Era una ilusión que tenía de antes. Ur Kirolak dio sus primeras paladas en la bahía de La Concha, y a los cien años hemos organizado ahí el primer campeonato de Europa de remo de mar, con un éxito rotundo. Hemos vendido Donostia de una forma espectacular. Hemos dejado la ciudad a un nivel muy alto, y hemos recibido felicitaciones de organismos oficiales y federaciones internacionales”. De hecho, “vinieron de la federación internacional de remo para que organizáramos el campeonato del mundo el próximo año, pero no va a ser posible”, ya que la ciudad no está en condiciones de apoyar esta competición ante la acumulación de eventos, como el paso del Tour de Francia o las semifinales de la liga francesa de rugby. “No llega para todo, pero lo bueno es que en cualquier momento podemos solicitar un mundial, porque tenemos una experiencia muy buena y la federación internacional ha quedado muy contenta”.
Más de 530 remeros de 27 naciones participaron en el campeonato continental de remo de mar, una modalidad que podría ser olímpica en los Juegos de Los Ángeles de 2028. Y es que, como relata el presidente, esta disciplina “está pegando muy fuerte, porque se puede practicar en todos los sitios. En la zona mediterránea ya ha cogido mucha fuerza”.
El futuro
Ur Kirolak tiene claros cuáles serán sus objetivos una vez superado el año del centenario. Unzueta espera formar “remeros que puedan ser olímpicos o mundialistas, tener alguna medalla... e ir sacando chavales. Es cantera total. Y en el banco fijo, aportar remeros también a la Donostiarra. El año pasado casi toda la trainera B era de Urki, y la mayoría de canteranos de la ACT eran de Urki. El proyecto va para adelante. Eso sí, el banco fijo es muy complicado. En la ACT –la principal liga de regatas de traineras– hay clubes que meten mucho dinero y se dedican exclusivamente a esta competición”.
Unzueta compara la actitud del club con el propio remo: “Remamos mirando hacia atrás y vemos lo que se ha hecho, pero siempre vamos de proa, adelante, a hacer más cosas”.
La experiencia olímpica de 1960
- Uno de los momentos más brillantes en la historia de Ur Kirolak llegó cuando el ocho con timonel del club se ganó el derecho a representar a España en los Juegos Olímpicos de 1960. El bote donostiarra dominó el campeonato estatal y se adjudicó una plaza para competir en Roma. El libro Haika Urki! recoge que los guipuzcoanos tuvieron que viajar durante tres días y medio, con los botes amarrados al techo del autobús, para llegar a la sede olímpica. Para los integrantes de la expedición, aquel viaje no solo fue una oportunidad para medirse a los mejores remeros del mundo, sino que también les permitió conocer una realidad muy diferente a la que se vivía entonces en Hego Euskal Herria. A Iñaki Alkorta, por ejemplo, le llamó la atención la preparación y la alimentación de los demás participantes. “Los remeros de otros países comían poco y tomaban muchas pastillas”. “Salíamos de los años de racionamiento. No habíamos comido yogur nunca”. Los medios de la delegación estatal estaban a años luz de los demás países. Como anécdota, José Mari Arístegui tuvo que usar dentífrico para blanquear la puntera de sus zapatos e igualarlos así al calzado blanco y negro que usaban quienes desfilaban al frente de la delegación, ya que todos los zapatos de su talla con esas características estaban en los pies del equipo de baloncesto. Más allá de la competición, los remeros donostiarras también disfrutaron del glamour de los Juegos, y pudieron conocer a la mítica actriz Grace Kelly, cuyo hermano remaba en la selección de Estados Unidos. El bote compuesto por Arístegui, Trinido Vaqueriza, Manuel y José Ibarburu, Iñaki Alkorta, Jose Mari Leizeaga, Santi Beitia y José Luis Peli Almandoz, con Faustino Amiano como timonel, no pudo clasificarse para la final.