La Navidad en Oñati se vive con un sonido propio y, un año más, ese sonido tiene como protagonista al concierto Hator Hator; una cita clásica en la que la música se convierte también en gesto solidario. Voces e instrumentos volverán este próximo domingo a tender puentes hasta la localidad de Dhaguell, en Guinea Conakry, en el marco de un recital que destinará su recaudación a un nuevo proyecto cargado de esperanza: la construcción de un centro de salud.
En unas fechas en las que el consumo se dispara, eventos de este tipo demuestran que estas fiestas navideñas pueden ser sinónimo de compromiso y solidaridad. El concierto, de carácter benéfico, canaliza la ayuda a través del grupo de Misiones de la parroquia, que desde hace años mantiene un vínculo estrecho con Dhaguelle. Un camino que ha dado frutos tangibles: una escuela infantil, que lleva el nombre de Oñati, un centro de formación profesional para jóvenes mujeres en el ámbito de la costura, y ahora da un paso decisivo hacia la atención sanitaria.
El espectáculo musical tendrá lugar en el frontón del polideportivo Zubikoa, a partir de las 12.30 horas, con invitaciones disponibles en Txokolateixia. Sobre el escenario se unirán Ganbara Abesbatza, Hots Abesbatza, Oñati Abesbatza, Oñatiko Musika Banda (OMB) y su cantera, en un formato ya conocido: dos piezas por cada grupo y una obra conjunta final. Ese momento compartido llegará con la interpretación de 'El Ilustre Marino' del valenciano Óscar Navarro, una composición sinfónica de carácter narrativo y evocador que transmite grandeza y aventura marítima. Además, como ha adelantado este martes el director Aitor Biain, cinco alumnos de la musika eskola tocarán el tambor entre el público, haciendo que la música se sienta viva y cercana para todos los presentes.
Por su parte, Mirengu Plazaola, que cumple diez años a la batuta de Oñati Abesbatza, ha señalado que el coro que capitanea, como no podía ser de otro modo, cantará 'Gabon gaua' de Aita Madina, y 'Feliz Navidad' de José Feliciano. Este concierto llega en un momento muy significativo para la coral, ya que un día antes, el sábado, dará comienzo a los actos de su 60 aniversario (en los Agustinos a las 19.45 horas).
Un trayecto muy largo en casos de emergencia
Pero más allá de la música, el latido solidario del Hator Hator vuelve a mirar hacia Dhaguell, una localidad guineana donde la necesidad es urgente. El hospital de referencia se encuentra en la prefectura de Télimélé, a 48 kilómetros, un trayecto largo y peligroso en casos de emergencia. La situación es especialmente crítica para las mujeres que deben viajar en moto para dar a luz: “Este año han fallecido quince parturientas”, relata Mamadou Adama, que llegó a Oñati en 2011 desde Dhaguell.
De este modo, el proyecto en el que se está trabajando permitirá ofrecer atención médica básica sin necesidad de largos desplazamientos. El proyecto contempla la construcción de un edificio “con salas de consulta, de partos y de observación, farmacia, bloque de baños, viviendas para el personal sanitario, así como espacio para ambulancia, zonas verdes y accesos adaptados que garanticen una atención segura”, detalla Arantzazu Saiz, del grupo de Misiones. El presupuesto estimado asciende a unos 40.000 euros, y la obra será ejecutada por la Asociación para el Desarrollo de Dhaguell (A.D.D.), presidida por Mamadou Alpha Bah.
"Faltaban muchas cosas"
Adama conoce bien la importancia de este proyecto. Cuando hace catorce años llegó a Oñati, en su pueblo natal “faltaban muchas cosas”, recuerda. Fue aquí donde habló con el entonces párroco Joxan Larrañaga, ya fallecido, que impulsaba un proyecto solidario en Mali, y donde surgió la posibilidad de hacer algo similar en Guinea Conakry. Más tarde, otras personas del grupo de Misiones tomaron el relevo, como José Antonio Urteaga y, en la actualidad, Manu Egaña.
Adama cuenta que en su pueblo 160 niños y niñas compartían una sola aula en tres turnos, y que gracias a la ayuda llegada desde Oñati hoy existen tres aulas, además de un espacio para mujeres que cosen y se forman. Ahora, la prioridad es la salud. Vive en Oñati con su mujer y dos de sus hijos, y trabaja en Ulma Forja. Este martes ha partido rumbo a Dhaguell para seguir encauzando el proyecto sobre el terreno. “Estoy muy agradecido a Oñati -asegura-. Lo que aquí es solidaridad, allí es vida”.
Donativos
Así, Hator Hator es mucho más que un concierto: es la expresión de un pueblo que, desde la música y la cultura compartida, continúa tejiendo lazos de solidaridad y llevando esperanza a miles de kilómetros de distancia. La entrada es gratuita, pero se colocarán huchas para que el público colabore económicamente con donativos destinados al proyecto del nuevo centro de salud.