Bandera de la Concha y Liga. Vaya cierre a un año histórico.

Sí, la verdad es que en el equipo estamos muy contentas. Las compañeras han hecho un trabajo fantástico y estamos muy contentas. Nos faltaba la guinda del pastel, la Bandera de la Concha. Había componentes del equipo que era la primera vez que la ganaban y vivir eso al lado de ellas te hace estar más contenta.

¿Esperaban que estuviera todo tan ajustado? En la liga habían demostrado mucha superioridad, pero Arraun Lagunak no les puso las cosas fáciles en los dos domingos.

Nosotras nos esperábamos que toda la liga estuviese apretada. Es verdad que estos domingos no hizo tanta mar y eso hace que las diferencias sean más cortas, pero ellas han dado un gran nivel todo el año. Siempre han comentado que durante el verano no han encontrado su punto más alto y al final en La Concha han estado muy bien.

Desde fuera daba la sensación de que al llegar a la baliza lo tenían ya prácticamente hecho, pero tuvieron que pelear hasta la última palada.

Viendo una diferencia de cuatro o cinco segundos desde fuera parece que ya es fácil, pero es que nosotras no nos fiamos hasta el final, ni podemos hacerlo. Ni nosotras ni ellas. Son peleas que te llevan a nervios o a descontrolarte y eso lo sabemos todos los botes. Ponerte en la pelea te hace estar un poco más nerviosa y no puedes contar con que tienes la bandera ganada hasta el final. Arraun Lagunak lo peleó mucho, nosotras también y al final estuvo muy ajustado. Fue emocionante para verlo, pero desde dentro, además de emocionante, fue de nervios y pelea.

¿Cómo fue la celebración? Tienen al pueblo volcado con ustedes.

La celebración me dejó sin palabras. Ver a todo el pueblo volcado, a toda la gente que nos anima, es increíble. Hay que estar allí para vivir todo ese momento, desde la rampa en Donostia hasta el recibimiento de las ocho de la tarde en Orio. Creo que todas nos merecemos esto, y otros equipos también por supuesto; todo el mundo pelea para estar ahí. Creo que se vive una vez y hay que disfrutarlo a tope.

Es el tercer doblete de la historia de Orio. Usted ha estado en los tres, ha sido parte de lo que se puede decir que ha sido el crecimiento de la ‘Txiki’.

Este equipo viene luchando para estar en lo más alto desde hace diez o doce años. El estar en estas tres no quiere decir que sean estos últimos años los únicos en los que se han dado alegrías. Este trabajo viene de atrás y esto lo han luchado desde el principio. Creo que estos últimos años hay que dar las gracias a toda la gente que ha estado diez años atrás peleando para estar en lo más alto. Quizá no han podido ponerle la guinda al pastel, pero creo que es parte también de ellas.

Solo han dejado de ganar en tres regatas en todo el año, una fue el Campeonato de Euskadi. ¿Le dice algo esto?

No, es que en diez u once minutos puede pasar de todo. En cualquier regata nos podían haber ganado igual. Nosotras contábamos siempre con Arraun Lagunak, e incluso con Donostiarra y Tolosaldea. De hecho, había largos en los que Donostiarra iba con nosotras. Y Tolosaldea había subido a la Liga Euskotren también muy fuerte. En las regatas de Zarautz mira cómo fuimos los primeros largos, en un pañuelo. Al final solo gana una, pero hay que felicitar a las otras embarcaciones que siempre han estado ahí. Y en La Concha igual, al final somos ocho embarcaciones, dos tandas, y eso creo que dio emoción a todo el remo femenino.

Es su octava Concha. Se dice fácil, pero desde luego no lo parece.

Pero tampoco pienso en que sea mi octava Concha. Ver a compañeras que han ganado la primera es muy emocionante también. Desde aquí quiero dar también las gracias a mis compañeras, porque es parte de ellas también que yo haya podido ganar tantas. Y esto además viene de atrás, de todo el trabajo que haces y por supuesto de excompañeras y de todo el mundo que te apoya. Este fin de semana creo que hemos hecho un trabajo fantástico, lo hemos peleado y solo puede ganar una.

¿Esperaban un año así con la llegada de Patxi Francés? Su trayectoria es indiscutible, pero no deja de ser un cambio tras varios años con el mismo técnico.

Es una persona exigente, y esto también ha venido de gente que ha estado antes como puede ser Xanti Zabaleta. Nosotras sabíamos que nos íbamos a exigir igualmente, y que, viniese el entrenador que viniese, lo íbamos a hacer. Era un cambio de ciclo y punto, aunque esto se lo debemos también a entrenadores que han estado antes. Somos gente exigente y sabes que para ganar La Concha hay que estar a tope 365 días al año.

Supongo que la intención de Orio no se queda en esto, tres Conchas y tres ligas en cuatro años dan la sensación de que el proyecto está enfocado no a un corto plazo, sino que también a un medio y largo plazo.

Todo el mundo busca eso, como entrenador y como remera, pero la vida de una deportista femenina en remo tiene también sus dificultades. No vivimos de esto y en un momento dado el trabajo te tiene que permitir también estar a esta altura. Hay gente que no puede disfrutar de hacer las dos cosas, entonces son años que pasan y cada uno tiene que ir año a año sabiendo que lo puede hacer.

Le quiero preguntar, ya que es una de las veteranas en las tostas, por cómo ve el futuro del remo femenino. Parece que se está dando pasos adelante. Por ejemplo, la liga pasa de cuatro a ocho equipos.

Por eso creo que tenemos que darle profesionalidad a esta liga y a ver cómo sale que estemos ocho equipos en la Liga Euskotren. La cosa es ver cómo quedan también las otras ligas. Creo que cada club tiene que ver hasta dónde puede llegar económicamente también, porque supone un gasto. Deportivamente va a ser un salto en el que tenemos que estar a la altura, y espero que todas lo estemos.