Matarazzo, nuevo entrenador de la Real: "Acepto el reto"
El técnico estadounidense, simpático, expresivo y ambicioso, aterriza en la Real con distintos objetivos: “A corto plazo, mejorar el rendimiento; a largo, promocionar más jóvenes y volver a Europa”
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Pellegrino Matarazzo vivió este lunes en Anoeta su puesta de largo como nuevo entrenador de la Real Sociedad. El técnico estadounidense, presentado por Jokin Aperribay y Erik Bretos, acreditó simpatía, ambición y claridad de ideas a la hora de tomar el mando, algo que terminará de hacer el próximo sábado cuando complete su primera jornada de trabajo en el despacho de Zubieta. Rino, apelativo con el que se dirigieron a él presidente y director de fútbol, prometió estudiar español para poder hablarlo cuanto antes, quitó hierro a esa supuesta barrera del idioma y explicó que llega acompañado por dos ayudantes, el ex futbolista turco Omar Toprak (ex de Dortmund y Leverkusen entre otros) y el australiano de ascendencia italiana John Maisano (quien deja su cargo de asistente en el Sydney FC australiano para aterrizar en Donostia.
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El nuevo preparador txuri-urdin inició su comparecencia como la terminaría luego, leyendo unas líneas en castellano. “Desde el primer momento sentí una conexión muy clara con este club, por sus valores, por su identidad y por la pasión con la que se vive el fútbol aquí. Agradezco a Jokin (Aperribay), a Erik (Bretos) y a todas las personas del club la confianza que han depositado en mí. Llego con mucho respeto por el trabajo que se ha hecho y con mucha ilusión por lo que podemos construir juntos. Estoy muy feliz de iniciar este camino con la Real”.
"Mucho potencial"
A la hora de empezar a contestar preguntas, Matarazzo dijo incorporarse a “un club increíble”. “La Real es conocida en Alemania como un club de fuerte identidad y de valores. Veo en ella una entidad diferente, que tiene la valentía de invertir en su cantera y de integrar a sus futbolistas jóvenes en la primera plantilla. Veo un equipo con mucho potencial, que necesita rendir mejor y con el que tenemos que buscar esa clave para dar un paso adelante. También debemos trabajar muchísimo, porque es la hora de ganar partidos”.
El técnico estadounidense, con quien la Real contactó en octubre (según explicó Bretos este lunes), llega a Donostia con los deberes hechos. “He seguido al equipo durante muchos partidos, también de la pasada temporada y conozco el potencial de la plantilla. ¿En qué mejorar? Pues en cómo progresar sobre el verde, en cómo atacar los espacios, en buscar la profundidad, en defender mejor y en dotar de claridad a nuestra manera de jugar. Los futbolistas deben tener siempre claro lo que deben hacer en el campo en cada momento”, dijo Matarazzo, quien definió su propuesta como “ofensiva y atacante” “Quiero que presionemos arriba, pero también tenemos que saber juntarnos atrás cuando toque”, agregó sobre su estilo.
Preguntado por el dibujo que acostumbra a emplear, con una zaga de tres defensas, puntualizó que con el Stuttgart ascendió en su día a primera “utilizando atrás una línea de cuatro”. “Mi objetivo es encontrar el mejor dibujo para estos jugadores y para la alineación más adecuada. Más que de estructuras, me gustaría hablar de cómo conectar la fuerza de nuestros futbolistas para trasladarla a lo grupal. No debemos centrarnos en los sistemas, y sí en nuestro comportamiento como equipo”.
Poco a poco
Más allá de esquemas, Matarazzo explicó que no va a avasallar a su plantilla con numerosos conceptos tácticos desde un principio. “Al jugador no le puedes dar demasiada información de golpe, porque luego saltará al campo con demasiados conceptos en la cabeza y no los sentirá en el corazón. Ahora debo elegir en qué me centro y qué empiezo a trasladar a la plantilla. Para la primera semana ya tengo un plan, pero no lo voy a explicar aquí porque primero lo tendrán que escuchar los jugadores”.
Preguntado por el mencionado asunto del idioma y por cómo va a poder lanzar esos primeros mensajes, el nuevo preparador txuri-urdin aseguró que el lenguaje no va a significar ningún problema. “Creo que aprenderé español rápidamente, porque lo estudié en el instituto durante cuatro años al elegirlo frente a la opción del francés. Además, mis ayudantes lo hablan español, y existen encima otras maneras de comunicarnos. A veces no saber el idioma supone incluso una ventaja, porque debes seleccionar más las palabras y lanzas mensajes más concretos. No va a haber problema con ello”, insistió Matarazzo.
Lo mental
Lo cierto es que el idioma puede resultar un vehículo muy importante para gestionar la plantilla en materia psicológica, un factor que el entrenador realista tiene muy en cuenta. “Por supuesto que es importante. Cuando hablas de fútbol también hablas de lo mental, todo está conectado. Este equipo no está acostumbrado a estar donde está, pero yo ya he vivido antes situaciones antes. El Hoffenheim tampoco estaba configurado para figurar en la zona baja, llegué allí en plena temporada, terminamos 12ª posición de la Bundesliga y al año siguiente nos clasificamos para la Europa League”, indicó un Matarazzo que citó precisamente las competiciones continentales como objetivo a medio plazo.
“Mi primera meta es hacer que el equipo rinda mejor. Y a futuro quiero seguir integrando futbolistas jóvenes en el equipo, además de entrar en Europa”, indicó un ambicioso Matarazzo. “No estaría aquí delante de vosotros si no supiera afrontar un reto. Yo acepto este. Es mi manera de agradecer la oportunidad que me dan, de demostrar fuerza y de avanzar hacia futuros éxitos. Todo lo que he hecho hasta ahora en mi carrera ha sido para llegar a este momento, para llegar aquí y demostrar todo lo que acabo de explicar”, lanzó el preparador estadounidense.
Cuestionado por el mercado de fichajes que está a punto de abrirse, Matarazzo quiso poner en valor el potencial de lo que ya hay en la plantilla y en el club, Sanse incluido. A partir de todo ello, y más allá de matices que se puedan agregar, él se adaptará a las herramientas disponibles porque, dentro un estilo troncal, dijo ser también “pragmático” y capaz de amoldarse, algo que hará igualmente con la cultura local. “Ya he aprendido las tres preguntas de la filosofía de los vascos: quiénes somos, de dónde venimos y dónde cenamos esta noche. La tercera pregunta es importante, anoche cenamos muy bien, pero no estoy aquí para eso, y sí para conectar con esta región, con este pueblo y con esta gente”.
