La trayectoria del Sanse tiene un mérito indiscutible. Los potrillos se han convertido con su triunfo ante el Valladolid, en teoría uno de los gallitos de la categoría, en el mejor equipo local de la categoría. Lo malo es que también es el peor visitante al no haber logrado sumar un solo punto a domicilio. Como venimos comentando esta semana, el fútbol no para de generar debates y la mayoría de ellos esta temporada se han dado alrededor del mal inicio de la primera plantilla. Pero también en el filial hay mucha materia para discutir. Como por ejemplo, el estilo de juego del equipo. En los últimos años la mayoría de clubes han optado por intentar que todas sus categorías inferiores jugaran igual que los mayores para que no notaran tanto el salto cuando echan mano de ellos.
Con Xabi Alonso en Segunda División ya cambió de forma notable esto, puesto que sus planteamientos no estaban condicionados por nadie en la dirección deportiva y contaba con libertad para hacer y deshacer a su gusto. No son pocos los que en el entorno y entre los habituales que ven al Sanse destacan que es admirable el espíritu de resiliencia que demuestra cada vez que compiten contra rivales más poderosos, pero también es cierto que juegan de manera diametralmente distinta que el primer equipo. Un dato que lo acredita son los pocos pases que dan en campo contrario. Consultado por este periódico un técnico de elite, destacaba que lo que están viviendo es una experiencia única en su formación y para su futuro: “Yo creo que es el mejor escenario para aprender. Son muy jóvenes. Cuando más mejoras es cuando más cerca de tus límites andes. Competir en Segunda les lleva al límite a todos y solo mejoras su te llevas hasta esos límites”.
Al tiempo
Son muchos los jugadores que están llamando a la puerta, pero está por comprobar los que conseguirán hacerse un hueco en la primera plantilla. Para ser justos, hay que destacar que el entrenador que se ha formado en Zubieta ha sustentado su reacción en una columna vertebral formada en casa, compuesta por Zubeldia, Jon Martín, Gorrotxategi, Barrenetxea y Oyarzabal. A los que se puede sumar Aramburu, que dio un paso de gigante en el filial.
Pero algo está en entredicho, sobre todo para los más puristas de la cantera. El pasado verano el club decidió dejar salir a Pacheco, cedido en el Alavés, y a Olasagasti y Urko, traspasados a Levante y Espanyol, respectivamente. Es en este escenario en el que se encuentra la posible marcha de Beñat Turrientes en este mes de enero. Como publicó Marca, el beasaindarra se ha replanteado su situación y ya no descarta buscar una cesión en la reapertura de mercado.
El año pasado ya se especuló con esta posibilidad, pero, como reconoció a este periódico, no le dio demasiadas vueltas al tener claro que quería triunfar en el equipo de toda su vida: “He tenido situaciones de salir, sobre todo el año pasado en pretemporada y en mi primer año, en el que no tuve muchos minutos. Equipos de Primera y de Segunda. Yo ya sabía que no había demostrado todo lo que podía y el año anterior sí que di ese salto que me estaban pidiendo. Creo que lo demostré. Este año venía con mucha ilusión. La temporada está siendo así, y tengo ganas de volver a jugar en este tramo final para demostrar que estoy aquí con el equipo”.
Entorno
Su entorno más cercano lleva tiempo intentando convencerle de que lo mejor es que no pierda más el tiempo a la espera de oportunidades que no acaban de darle y se atreva a dar el paso. No en vano, el pasado verano el Celta, un destino interesante, se interesó por su situación, pero optó por quedarse. El problema es que, por lo que se ha visto hasta la fecha, y a pesar de su indiscutible polivalencia, Sergio Francisco le prefiere de 4 y para esa posición cuenta con un futbolista como Gorrotxategi, en el que confía ciegamente, como lo confirma que optó por dar carta verde a su salida a préstamo en el Mirándes, donde se salió, en lugar de quedárselo para el Sanse al tener la certeza de que le iba a permitir dar un paso de gigante como el sustituto de Zubimendi, el cuarto canterano que abandonó Donostia en verano. Lo preocupante es que como 8 también le adelantó la pasada campaña Pablo Marín, lo que le deja en una situación delicada.
A Jokin Aperribay se le llena la boca diciendo frases como “aquí no medimos la cantera por nombres que se van, sino por todo lo que aún tenemos y por lo que viene detrás”; “somos uno de los clubes con más talento joven por metro cuadrado. Nuestros jugadores de cantera no solo tienen calidad, tienen valores. Y eso no se pierde por tres salidas. La Real tiene cantera para muchos años”; “que nadie olvide que nuestra identidad está intacta. Seguimos creyendo en los de casa. Y lo seguirán viendo”; o, incluso, la ya famosa “tenemos muchos jóvenes que merecen que les esperemos. Urko, por ejemplo. Turrientes, Olasagasti, Pablo Marín...”. Pues como salga Turrientes, ya solo le queda Pablo Marín al menos hasta final de este curso.
Enero
Como ya publicamos, el club espera y prepara movimientos en este mercado de invierno, aunque en principio no parecía que Turrientes estuviese entre los candidatos a salir. Eso sí, la intención de la dirección deportiva parece ser perfilar una operación salida con jugadores con los que apenas cuenta Sergio Francisco como Sucic, Sadiq, Odriozola... Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos...