El lateral realista Álvaro Odriozola ha sido la gran noticia del once titular de Sergio Francisco en Barcelona. La lesión de Jon Mikel Aramburu más la ausencia de Aritz Elustondo le han abierto la puerta del equipo titular a un jugador que llega "de una etapa muy dura, no le quito ni una letra. Lo he pasado muy mal, porque no he podido ayudar al equipo de mi vida, que es la Real".

Odriozola ha asegurado que se van de Barcelona "apenados por la derrota, pero orgullosos por el trabajo del equipo, por lo que hemos sufrido, por las que hemos tenido… No hemos podido sacar un punto, pero orgullosos del equipo, de la situación que veníamos, aunque viniéramos de ganar. Hemos dado la cara, pero estamos apenados por no conseguir un punto".

El choque ha tenido un significado muy especial para el lateral derecho, que ha marcado el 0-1 en el primer gol desde el último que marcó con la Fiorentina en 2022. "Si te digo la verdad, he sentido mucho orgullo. Vengo de una etapa muy dura, no le quito ni una letra. Lo he pasado muy mal, porque no he podido ayudar al equipo de mi vida, que es la Real", ha confesado emocionado Odriozola, que ha señalado que es "una persona muy dura conmigo mismo, con mucha autocrítica, miro en mí antes de mirar a los demás".

"No he podido defender el escudo que llevo aquí como hubiera querido y cuanto hubiera querido. No sé porqué, porque me cuido, pero el cuerpo no ha estado en mí", ha concedido el lateral, que ha reconocido que hace un mes, en los últimos días del mercado, "iba de la mano del club, quería jugar, estuve a punto de salir".

"Soy un privilegiado"

"Quería jugar, quería volver a ser yo, es el club de mi vida. El jugar hoy, no hemos puntuado, pero haber podido marcar y ayudar al equipo de mi alma… Hace un mes fue un punto de inflexión en mi vida. He estado en el infierno con tanta lesión. No salía de una y... Se sufre mucho", ha añadido Odriozola, que ha prometido dejarse "todo lo que tengo cada segundo", antes de agradecer a su novia y a sus mellizas de nueve meses: "Soy un privilegiado de estar en el equipo de mi vida y en mi ciudad".

"Me siento orgulloso de no haber dejado de entrenar un solo día y de haber dado todo lo que tengo. Hoy no me voy contento porque no hemos ganado y el gol va a ser una anécdota, pero para mí va a ser un momento muy bonito en mi vida", ha señalado Odriozola, que ha afirmado que "cuando uno lo da todo y a veces, de vez en cuando, lo que sea que haya te recompensa, qué quieres que te diga".

"Ha sido muy dura esta etapa, porque estás en casa, todo se siente un poco más, tus amigos son de la Real, mi familia es de la Real... Estos meses nadie me preguntaba por la Real, todo iba mal. Es así, no hace falta... La gente sufre, nosotros somos personas y sobre todo los que están a tu lado", se ha abierto Odriozola, que ha reconocido que no sabe si volverá a jugar "un minuto más, dos, cuatro o a lo mejor juego el siguiente partido, no tengo ni idea, pero te aseguro que el lunes no haré mucho (recuperación), pero el miércoles entrenaré y me lo dejaré todo en Zubieta para entregar todo lo que tengo por mi escudo. No sé cuánto tiempo más voy a estar en el club de mi vida. Mi sueño es que mis hijas me vean correr en Anoeta, qué quieres que te diga. Había un momento que decía 'no me van a ver'. Qué quieres que te diga... El gol es una recompensa a ese trabajo y cada segundo daré todo lo que tengo, aunque haya gente que no lo crea, soy muy de la Real, sí".