Aretxabaleta vuelve a sacarse un as de la manga con su ya clásico 'spot' navideño, que vuelve a recordarnos el valor del comercio local, de lo cercano, de lo cotidiano y de lo que sostiene la vida del pueblo. Y este año, la inspiración llega con zapatillas gastadas y energía sin fin… porque 'Forrest Gump' ha aterrizado en Aretxabaleta dispuesto a correrlo todo. Esta vez sube hasta la punta de Kurtzebarri, pasando por los barrios rurales y arrastrando al pueblo entero en una maratón improvisada por lo nuestro, por nuestras tiendas y por quienes las mantienen vivas.

La historia comienza cuando Forrest –interpretado por el actor atxabaltarra Kepa Errasti, que vuelve a bordar el personaje– empieza a correr por las calles del pueblo. Corre, y corre, y corre…, y como en la película, poco a poco se le van uniendo vecinos, vecinas, comerciantes y curiosos. Una marea humana que avanza al grito simbólico de “Zaindu degun geurie!” (¡Cuidemos lo nuestro!), recordando que apoyar el comercio de cercanía es una carrera que se gana entre todos y todas.

El valor de la cercanía

A su lado aparece la entrañable Angelines, histórica comerciante. Ella aporta ese toque de verdad que no se aprende en Hollywood: el que nace tras décadas detrás del mostrador, conociendo a cada cliente por su nombre y sabiendo que un pueblo sin comercio pierde alma.

El 'spot', producido por AZ Visual Media para el Ayuntamiento y la asociación de comerciantes Aretxarte, vuelve a confiar en su ingrediente estrella: la participación de las y los comerciantes locales y de decenas de vecinas y vecinos, siempre dispuestos a demostrar que el comercio del pueblo sigue vivo, fuerte y orgulloso.

Un nuevo capítulo por el comercio local

Con esta edición, se añade un nuevo episodio a una saga que ya es tradición navideña en el municipio. ¿Quién no recuerda aquel repartidor de venta 'online' que salía “por patas” ante las y los comerciantes? ¿O el 'Braveheart' atxabaltarra? ¿La inolvidable 'Vida de Brian'? ¿El atraco al estilo 'La casa de papel'?...

Pero este año, la cosa va más allá: no solo corre Forrest, corre Aretxabaleta entero. Corre por su comercio, por su identidad, por las tiendas de siempre y por quienes las levantaron a pulso. Una carrera en homenaje también a las y los antiguos comerciantes, que ven este espíritu con orgullo.