El Real-Mallorca, una 'final' en septiembreReal Sociedad
Seguro que Sergio Francisco rechaza este martes, en su rueda de prensa previa al partido, considerar una final la visita del Mallorca (miércoles a las 21.30 horas en Anoeta). Y razón no le faltará, porque tras el duelo con los baleares esperarán otros 32 encuentros de Liga, con tiempo más que suficiente para arreglar cualquier tipo de situación clasificatoria. Sin embargo, a lo largo de las temporadas se dan siempre compromisos de especial relevancia, susceptibles de generar tendencias y de marcar el curso entero, perteneciendo el citado partido contra el Mallorca a esta última categoría. Con cinco jornadas consumidas y sólo dos puntos en su casillero, la Real Sociedad afronta la cita con urgencias impropias de estas alturas del año, a finales de septiembre.
Los blanquiazules se han metido en un pequeño lío con su pobre arranque de competición. Lo cierto es que, cuando fue sorteado el pasado 1 de julio, el calendario deparó para comenzar tres encuentros a priori adecuados para hacer buen acopio de puntos, en Mestalla contra el Valencia, en Anoeta frente al Espanyol y en el Carlos Tartiere ante el recién ascendido Oviedo. Pese a que el 1-1 en feudo che significó un buen punto de partida, todo empezó a torcerse con el empate en casa contra los pericos (2-2), y resultó luego especialmente negativo el hecho de alcanzar el parón internacional tras una derrota en tierras asturianas. Dolió perder en Oviedo, por lo que significó y por lo que esperaba al reanudarse la Liga, compromisos complicados frente al Real Madrid y ante el Betis en Sevilla.
Preocupante
Siempre puede entrar dentro de lo pronosticable caer contra los blancos y en el campo del conjunto andaluz, como ha terminado sucediendo. El problema reside en que ambas derrotas se han sumado a los mencionados resultados contra Espanyol y Oviedo. Y también generan preocupación las sensaciones ofrecidas durante la media hora final del partido en La Cartuja, un tramo del encuentro en el que la Real no se sostuvo sobre el césped y pudo encajar una goleada contundente. En este sentido, y aun con los lógicos altibajos, la trayectoria del equipo se antojaría algo decreciente...
Gorrotxategi trata de arrebatar un balón al bético Lo Celso, en presencia de Brais.
Es cierto que el conjunto txuri-urdin inició el campeonato con resultados ciertamente caprichosos. En Valencia pudo perder, de hecho se vio en desventaja en el marcador, pero también pudo ganar, sobre todo mediante la ocasión desperdiciada por Óskarsson con 1-1. Ante el Espanyol también pudo pasar de todo, desde una derrota hasta el triunfo que habría otorgado Brais de aprovechar una oportunidad de gol similar a la previa del islandés. Y en Oviedo resultó difícilmente explicable que el marcador a los 30 minutos fuera de 0-0, con todas las opciones de las que había dispuesto antes la Real. El acierto y el desacierto en momentos puntuales marcaron aquellos duelos anteriores al primer parón del campeonato, pero los posteriores han dejado un peor saber de boca.
El matiz de la dificultad de los adversarios siempre debe ser tenido en cuenta. Real Madrid y Betis son grandes equipos a los que no resulta sencillo superar. Pero los blancos, jugando con once e incluso con diez, llegaron a desnudar a la Real en defensa como nadie lo había hecho hasta la fecha. Y el encuentro de Sevilla corroboró el viernes que la escuadra txuri-urdin maneja pies de barro. Pese a todo, los de Sergio Francisco pudieron acabar empatando ante los de Xabi Alonso, y tuvieron su momento en La Cartuja para hacer el 1-2. Aunque estas circunstancias no son óbice para observar en la escuadra blanquiazul una fragilidad que cabe corregir cuanto antes. Al fin y al cabo, no son sólo los goles recibidos, sino también la sensación de que los rivales no encuentran una oposición demasiado agresiva a la hora de marcarlos. Las dos primeras dianas del propio Betis, este pasado viernes en Sevilla, hablan de una Real muy permisiva en los aledaños de la portería de Álex Remiro, defecto que explica en gran parte estas últimas derrotas.
La manta
El reto a corto plazo para Sergio Francisco pasa por convertir a los suyos en un equipo más sólido y, por lo tanto, más competitivo. Y el objetivo reside también, lógicamente, en ganar en el aspecto defensivo sin perder en lo ofensivo. La Real ha progresado en ataque con el técnico irundarra, quizás no en cuanto goles marcados pero sí en lo que respecta a volumen de ocasiones y a sensación de fluidez. El equipo no se atasca tan a menudo como hacía el pasado curso, y ha visto cómo el dinamismo de sus jugadores con balón está contribuyendo a desordenar en mayor medida a los adversarios. El problema reside en que toda esa movilidad también perjudica a la propia Real, menos pertrechada atrás cuando pierde el esférico. Los rivales lo están aprovechando para convertir a los guipuzcoanos en una escuadra vulnerable.
24 DISPONIBLES PARA SERGIO FRANCISCO
La única buena noticia que deparó para la Real el partido del pasado viernes en Sevilla contra el Betis residió en la ausencia de contratiempos físicos para el plantel txuri-urdin. Take Kubo, quien arrastraba las secuelas de un leve esguince de tobillo sufrido durante el amistoso México-Japón de hace dos semanas, realizaba muecas de dolor tras ser sustituido en el minuto 66 del encuentro. Pero el resto del plantel concluyó el duelo sin problemas, y el propio futbolista nipón apunta a estar disponible para Sergio Francisco este miércoles en Anoeta contra el Mallorca.
El técnico irundarra dispondrá así de un total de 24 futbolistas para el citado encuentro. Es decir, de todos sus efectivos a excepción de tres lesionados: Orri Óskarsson, Yangel Herrera e Iñaki Rupérez, a quien Erik Bretos consideró jugador del primer equipo en su última comparecencia. Queda por comprobarse qué sucede conSadiq Umar, quien viajó a Sevilla con la expedición, aunque luego quedó fuera del acta y fue desplazado principalmente para que participara en el entrenamiento del sábado.
Dice el refrán futbolero que los equipos no pueden cubrirse cabeza y pies con una manta, pues no existe a estos efectos una prenda lo suficientemente larga. Veremos en próximos compromisos si la prioridad del entrenador apunta a perder algo en ataque para ganar en defensa y lograr ese ansiado cero en la portería propia. Dejar imbatido a Remiro ayudaría a conseguir esa victoria que tanto necesitan los txuri-urdin, porque la Liga avanza y su calendario no perdona. Después del propio partido ante el Mallorca, por ejemplo, tocará visitar al Barcelona y recibir al siempre peligroso Rayo.
El rival
De momento toca lo que toca, medirse en Anoeta a un Real Mallorca que tampoco ha iniciado el curso según lo esperado en la isla, y que además se está viendo afectado por una importante marejada interna a raíz de la salida de tono de su otrora capitán Dani Rodríguez. Este criticó abiertamente a Jagoba Arrasate tras dejarle inédito en la visita al Santiago Bernabéu (derrota 2-1) en beneficio del recién llegado Jan Virigili, algo que de momento le mantiene fuera de las convocatorias.
En lo deportivo, todo apunta a que a la Real le aguarda el miércoles uno de esos partidos difíciles de masticar, frente a un rival que quizás ponga a prueba al ataque txuri-urdin con un examen de los que se atragantaban en anteriores temporadas: una defensa de cinco. Al equipo de Imanol Alguacil se le atragantaban sistemáticamente este tipo de zagas, algo con lo que tratará de acabar ahora Sergio Francisco, si finalmente Jagoba opta por dar continuidad a lo que viene haciendo. Arrancó la Liga con línea de cuatro atrás en las dos primeras jornadas, renunció luego y volvió este domingo al punto inicial tras lesionarse Kumbulla frente al Atlético.