El fichaje de Ezequiel ‘Equi’ Fernández por la Real Sociedad se encuentra en un compás de espera. Las posiciones entre ambos clubes son muy cercanas, pero Al Qadsiah insiste en lo que pedía desde el principio: un montante que le permita recuperar la cláusula de rescisión que abonó a Boca Juniors hace un año. Una cifra próxima a los 20 millones de euros y a la última propuesta que había realizado la entidad realista, ante la que los árabes, vistas dónde estaban las posiciones de unos y otros, ya anticipaban que “la operación se va a hacer”. Con el paso de los días añaden que el movimiento cristalizará... “si la Real quiere”.
Fuentes conocedoras de la negociación admiten su sorpresa a NOTICIAS DE GIPUZKOA por dos movimientos de la Real esta semana. En primer lugar, su presidente, Jokin Aperribay, aprovechó el primer entrenamiento de la pretemporada del primer equipo para hablar a los medios de comunicación y reconocer ante ellos las negociaciones abiertas por dos fichajes como Equi Fernández e Igor Julio, pero como en otros veranos, metió el factor tiempo en la coctelera.
“Si me preguntas si va a pasar algo de aquí a poco tiempo, la respuesta es no. De momento no va a pasar nada, y ya veremos cómo avanza la semana o cómo avanzan las semanas”, aseguró Aperribay, que hizo circular otro clásico habitual en estas negociaciones: “También tenemos otras abiertas que no han trascendido y que igualmente se están produciendo”.
Junto a esto, el club saudí se halla sorprendido por que la dirección realista haya filtrado a su medio de cabecera que se encontraría molesta con la petición económica del Al Qadsiah, cuando el club donostiarra era conocedor desde el primer instante de las bases del posible acuerdo, tal y como por otra parte NOTICIAS DE GIPUZKOA ha informado desde el primer momento.
A ello hay que añadirle que no es lo mismo salir al mercado de fichajes sin haber ejecutado una venta que habiéndola hecho, como en el caso de Martín Zubimendi, cuyo traspaso al Arsenal ascenderá a unos 70 millones de euros.
En este escenario, una de las fórmulas era que la Real llegara a esa cantidad con una serie de variables deportivas de fácil consecución, garantizando así el pago total.
En el entorno del club saudí, que esta semana ha comenzado la pretemporada en Venlo (Países Bajos), hay cierta incomprensión porque entienden que llegados a este punto, es porque la Real consideraba que tenía capacidad de cubrir lo que pagó Al Qadsiah por Fernández hace un año.
De lo contrario, aseguran las mismas fuentes, no sería lógico ni entrar a negociar a este nivel ni volver loco al jugador con la posibilidad de fichar por un club como la propia Real.
Al Qadsiah, que daba por perdido al futbolista hace una semana ante la cercanía de lo que pedía y lo que pensaba que daría la Real, cuenta con el futbolista y no entra a valorar si la insinuación de Aperribay es real o un farol habitual en las negociaciones. No se puede olvidar que al presidente realista le gusta establecer un peligroso tira y afloja en el que no siempre sale vencedor, por mucho que el futbolista objeto de deseo esté como loco por venir.
Impaciencia en la afición con el precedente de 2024
Lo cierto es que en la Real, con aquello de tratar de incorporar las primeras opciones de sus deseos, no parecen haber aprendido el coste que supuso el año pasado la llegada tardía de los refuerzos. Entonces salieron del equipo puntales como Mikel Merino y Robin Le Normand, y la dirección deportiva optó por cerrar hasta dos llegadas (Nayef Aguerd y Orri Óskarsson) la última noche de mercado.
Esto significó que esos futbolistas no hicieron la pretemporada a las órdenes de Imanol Alguacil. Este año, como entonces, la Real viajará a media pretemporada a Japón, pero además hay otros dos factores: el estreno de Sergio Francisco en el banquillo y el traspaso de Martin Zubimendi.
Pese a que se anunció el domingo pasado, la salida del centrocampista donostiarra al Arsenal era un hecho desde mayo, como avanzó este diario. Por eso, la Real lleva tiempo peinando un mercado en el que encontrar un relevo que esté a la altura. Los técnicos realistas consideran que el centrocampista internacional argentino es la figura adecuada y prueba de ello es que las conversaciones arrancaron hace tiempo.
El futbolista, como loco por venir
En Anoeta tienen línea abierta con el entorno del futbolista mientras el principal escollo se encuentra en las negociaciones entre los equipos, que no saldrán adelante si la Real no remata sus acercamientos al montante que el conjunto asiático pagó hace un año, como por otro lado ha advertido este periódico desde que empezó a informar de la operación.
El futbolista se siente agradecido con Al Qadsiah por haber apostado por él (pagaron su cláusula de 23 millones de dólares, 19,5 millones de euros) y, aunque está como loco por fichar por la Real, con quien la conversación está abierta desde el año pasado, muestra su conformidad por seguir en el club saudí si este verano no fructifica un salto a Europa que, por otra parte, es su prioridad.