La Real Sociedad se impuso este domingo al Leganés en Anoeta, logrando una victoria que encarriló durante sus brillantes primeros minutos de encuentro. El conjunto madrileño apostó en Donostia por un sistema 5-3-2 que hizo aguas ante las combinaciones txuri-urdin en la zona de Aramburu, Zakharyan y Kubo. Los visitantes Tapia y Juan Cruz, en clara inferioridad numérica ante el triángulo blanquiazul, sufrieron sobremanera ante un plan muy bien trazado por Imanol Alguacil.

Las alineaciones iniciales confirmaron una posibilidad que seguro que la Real había trabajado durante los días previos al encuentro: el Leganés salió en Anoeta con una defensa de cinco, formando con un 5-3-2 ante el que los txuri-urdin tuvieron claro desde un principio qué soluciones aplicar.

¿Qué sucedía con el dibujo pepinero? Vamos a analizarlo con una nueva imagen de pizarra que enfrenta el 5-3-2 del Leganés con el 4-3-3 txuri-urdin. A los visitantes les sobraban futbolistas en la zaga. Y, por el contrario, corrían el riesgo de sufrir inferioridades numéricas en zonas más adelantadas del campo.

Panorama de los primeros minutos del encuentro en Anoeta. La Real puede tener una superioridad numérica de tres contra dos por fuera, para avanzar ante un Leganés al que le sobran futbolistas en la zaga (tres centrales con Óskarsson).

Arrancó el partido y las primeras jugadas, además de confirmar que el Leganés actuaba con el dibujo en cuestión, vieron ya a Tapia, el interior izquierdo visitante, sufrir ante la doble vigilancia que tenía que acometer: a Aramburu fuera y a Zakharyan dentro.

Minuto tres. Aramburu recibe libre y sobre el papel es Tapia quien debe salir fuera para impedir que avance, pero si lo hace va a permitir al venezolano jugar dentro con Zakharyan. Podría saltar a por el lateral txuri-urdin el carrilero Juan Cruz, ya que Kubo permanece en la zona interior más cerca del central Nastasic, pero el japonés enseguida va a corregir su ubicación, pasando a actuar mucho más escorado.

Una fórmula clara

Llegó así la jugada del 1-0, cuyo origen residió en un balón que filtró Aritz a la zona del tres contra dos en la banda derecha txuri-urdin. La Real salía más por el ala diestra que por la zurda, ya que en esta el central Rosier tendía a ganar metros para emparejarse con Marín. En el otro costado, mientras, el perfil de Nastasic impedía al balcánico saltar de forma agresiva a por Zakharyan, quien además actuaba en posiciones muy bajas, prácticamente en un doble pivote con Zubimendi. Los de Imanol hicieron mucho daño de esta manera.

Zakharyan, Aramburu y Kubo tienen superioridad numérica ante Juan Cruz y un Tapia que duda entre salir a banda a por el venezolano o tapar dentro al ruso. Aritz sirve al ex del Dinamo de Moscú y este inicia con Kubo el ataque que va a culminar él mismo con el primer gol de la noche.

Sólo unos minutos después, el propio Zakharyan pudo hacer el 2-0. Su ocasión, muy bien abortada por el meta Dmitrovic, nació de una situación muy similar a la del 1-0, en esta ocasión con Nayef Aguerd poniendo el balón en la zona del triángulo que el ruso formó con Aramburu y Kubo.

Tapia vuelve a dudar entre las posibles marcas a Aramburu y a Zakharyan. El ruso recibe de Aguerd y lanza a Óskarsson, cuyo centro y posterior rechace están a punto de generar el 2-0 (paradón de Dmitrovic a Arsen).

El ajuste rival

El planteamiento inicial de Borja Jiménez duró exactamente un cuarto de hora. El técnico del Leganés ajustó a los suyos tras sacarse el córner posterior a la gran parada de Dmitrovic a Zakharyan. A partir de entonces, el cuadro pepinero pasó a formar un claro 4-2-3-1 con marcas fijas a los tres centrocampistas de la Real y tapando también la salida a través de los laterales... Sin embargo, los txuri-urdin siguieron teniendo muy claro cómo atacar ante un adevrsario que también podía haber salido así de inicio.

Ante el nuevo dibujo del Leganés (4-2-3-1), la Real ya no dispone de superioridades numéricas en la zona ancha, pero trata de generarlas mediante las conducciones de los centrales (sólo se encarga de ellos un rival, el punta Diego) y con las buenas caídas a la mediapunta de Orri Óskarsson (los defensas Sergio y Nastasic no son agresivos en las persecuciones al islandés).

El nuevo panorama no mermó en ataque a una Real que, apoyándose en las conducciones de Aritz y de Aguerd, así como en la aportación de Óskarsson con el juego de espaldas a portería, siguió hundiendo en su campo al Leganés. La lesión del propio Aguerd en una de esas conducciones, sin embargo, afectaría en clave negativa al cuadro txuri-urdin, que se quedó algo cojo en la zona de creación al no contar con un central zurdo y capacitado para lanzar diagonales largas.

Con único punta vigilándoles (Diego), Aritz y Aguerd pueden conducir el balón para generar superioridades en el centro del campo o lanzar diagonales al extremo del lado opuesto. Además, a la medular se suma a menudo un 'cuarto centrocampista', Orri Óskarsson, a quien los centrales del Leganés no terminan de perseguir.

La Real logró una buena victoria demostrando haber preparado bien el partido, más en la sala de vídeo de Zubieta que en los campos de entrenamiento. El jueves, 72 horas antes de recibir al Leganés, los txuri-urdin habían jugado en la Europa League contra el Midtjylland. Pero, aunque apenas tuvieron tiempo material para trabajar el nuevo encuentro vestidos de corto, sí hallaron en las charlas de Imanol muy buenas herramientas para meter mano a un adversario que se fue de vacío de Anoeta.