Confirmado. La Real Sociedad ganó el domingo un duelo clave contra el Betis y certificó así su participación en la próxima Europa League 2024-25, un torneo que aguarda a los txuri-urdin con cambios muy importantes en su formato. El principal alude a la dificultad de un torneo que mantendrá a partir de septiembre su caché y su importancia, pero que verá a su vez cómo la consecución del título se abarata respecto a temporadas anteriores. Sí, alcanzar la gloria resultará más sencillo desde el curso que viene, y existen factores objetivos que así lo explican, lo cual no quita para considerar largo, complicado y muy exigente el camino que aguarda a la escuadra de Imanol. Analicémoslo.
Sin ronda previa
Primera buena noticia para la Real. A diferencia de la Conference, competición que habrían jugado los txuri-urdin en caso de finalizar séptimos, la Europa League no obliga a superar en agosto una traicionera eliminatoria previa. Así, el equipo de Imanol puede ahora olvidarse de las competiciones continentales hasta el miércoles 25 o el jueves 26 de septiembre, fechas en las que comenzará la primera fase de su torneo. La pretemporada se desarrollará sin más distracciones que la propia preparación y el arranque de la Liga (14 de agosto), y solo el novedoso sorteo del viernes 30 de agosto significará una pequeña ventana hacia el ámbito internacional. ¿Cómo se desarrollará?
Sistema suizo
Olvídense ya de los grupos de cuatro equipos con los dos primeros accediendo a la siguiente ronda, porque ese formato es ya parte del pasado en las competiciones UEFA. Ahora la Europa League (como la Champions y la Conference) tendrá lugar siguiendo el sistema suizo. Sus participantes en la primera fase (36) serán ordenados en una sola clasificación general, lo cual no significará que se enfrenten todos contra todos. Cada club jugará ocho partidos ante ocho rivales diferentes, salidos (dos, dos, dos y dos) de los cuatro bombos configurados en virtud de los coeficientes (la Real apunta a cabeza de serie). La identidad de los adversarios no la determinarán las clásicas bolas con mano inocente, porque hacerlo así alargaría un sorteo hasta cerca de las cuatro horas... Será una computadora la que, atendiendo a todos los condicionantes, fijará cada calendario bajo la auditoría de la compañía Ernst & Young.
¿Cómo clasificarse?
Lo dicho. Entre finales de septiembre y finales de enero la Real jugará ocho jornadas europeas, cuatro en casa y cuatro fuera, y sin poder medirse aún al Athletic en un derbi continental (los duelos entre equipos de la misma Liga están vetados para la fase inicial). Los puntos que obtengan los txuri-urdin les situarán en una clasificación general de 36 equipos mediante la que se decidirá el destino de todos ellos. Los ocho primeros accederán directamente a octavos de final. Mientras, los ubicados entre la novena y la 24ª plaza se enfrentarán en ocho eliminatorias a doble partido de las que saldrán el resto de participantes en los mencionados octavos. El objetivo de la Real residirá en terminar entre los ocho primeros para así ahorrarse una ronda y despejar el calendario del siempre exigente febrero.
Diez rivales menos
Llegamos aquí al punto clave para explicar por qué la Europa League 2024-25 resultará más accesible, conclusión que se resume aludiendo a la no presencia en el torneo de diez favoritos claros a hacerse con el título. ¿Qué diez? Comencemos por los primeros ocho. Es decir, por los ocho terceros clasificados de los grupos de la Champions que caían todos los febreros a la propia Europa League y que ya no irrumpirán en el segundo torneo. No, ya no hay trasvase de clubes entre competiciones. Si concluyes la primera fase entre el 25º y el 36º (colista) de la tabla de la Champions o de la Europa League, no caes respectivamente a la Europa League o a la Conference, sino que quedas eliminado de todo. Además, hay que resaltar que el mayor número de participantes en las primeras fases (36 por los antiguos 32) provoca este curso que los quintos clasificados de Italia y Alemania, Atalanta y Dortmund, disputen la próxima Champions, siendo estos los otros dos favoritos que desaparecen de la ecuación.
Eliminatorias
Durante la próxima primavera de 2025 se desarrollará ya la fase de eliminatorias, para la que UEFA no especifica vetos de duelos entre clubes de la misma liga. Así, Real y Athletic podrían medirse durante el camino hacia una final que curiosamente se jugará en San Mamés. La senda de los equipos rumbo a Bilbao se verá determinada por un sistema complejo de dos sorteos, el cual respetará, en cualquier caso, los privilegios (rivales más asequibles) que deben otorgarse a aquellos que hayan concluido mejor situados la liga inicial. La última cita con los bombos (ahí sí, con bolas) tendrá lugar de cara a los octavos de final, cuando quedarán configuradas ya todas las llaves de acceso a la final, al estilo de los torneos de tenis.