Iñigo Martínez fue una de las sorpresas en el once que presentó Xavi Hernández ante la Real Sociedad. El central salido de Zubieta, que cuajó una gran actuación y fue clave en el cambio de guion al adelantar su posición para evitar la superioridad numérica realista en el centro del campo, compareció al final ante los medios junto a Aritz Elustondo y no ocultó que mantiene muy buena relación con sus excompañeros: “Hay rivalidad pero deportividad ante todo. Tengo un cariño especial hacia Aritz y hacia otros compañeros que siguen en la Real. Siempre he querido lo mejor para la Real y le deseo lo mejor para esta temporada y para la que viene”.

El de Ondarroa no tuvo reparos en afirmar que los de Imanol les volvieron a poner en muchos aprietos: “La Real nos ha puesto contra las cuerdas, pero hemos hecho un partido serio, dejando la portería a cero y son tres puntos muy valiosos. La verdad es que si la Real hubiera estado acertada en la primera parte, el partido habría cambiado totalmente”.

El penalti y la velocidad de Becker

En lo que no quiso pronunciarse demasiado fue sobre la jugada del penalti: “Son situaciones complicadas. Realmente no la he visto. Fue un tiro, un rebote, una mano y el jugador no puede hacer nada. Si me la llegan a pitar a mí, me hubiera enfadado bastante. Es complicado. No está nada claro. Algunos pitan, otros no. Siempre va a existir esa duda”.

Becker les puso en jaque a pesar de haberlo estudiado: “Sabíamos que su fuerte era la velocidad y que a la espalda nos podía generar ocasiones. Creo que fueron más fallos nuestros que aciertos de ellos. Como he dicho antes, si hubieran estado más acertados, habríamos visto otro partido. Pero todo vino de una mala presión nuestra y por suerte no quiso entrar el balón”.