Siempre que un año finaliza toca hacer balance; en el caso de la movilidad eléctrica y más en concreto de los vehículos que han ofrecido los distintos fabricantes en el 2025, bien podríamos decir que se ha producido un punto de inflexión, donde hemos visto vehículos que o bien son capaces de ofrecer unos tiempos de carga muy reducidos (como los nuevos Smart #5, XPeng G6 y G9, que pasan del 10 al 80% de batería en un cuarto de hora o menos) o bien disponen de unas cifras de autonomía homologadas y reales que permiten afrontar largos viajes por carretera sin sufrir de la famosa ‘range anxiety’ (coches como los BMW ix3 o Mercedes GLC eléctrico ya sitúan la barrera en torno a los 750-800 km).
Pues bien, ahora el grupo chino Chery (que es la matriz de firmas que se han popularizado el último par de años en Euskadi, como son Omoda y Jaecoo) acaba de presentar su primera batería de estado sólido. Más en concreto, el desarrollo ha corrido a cargo del Instituto de Investigación de Baterías de Estado Sólido (un nombre que no deja mucho a la imaginación sobre la labor que allí se desarrolla).
¿De qué será capaz esta batería de estado sólido y desarrollo propio? Para empezar, el dato más llamativo, que es el de la autonomía: permite recorrer entre 1.200 y 1.500 km con una carga completa (es decir, prácticamente el doble de las mejores cifras que se consiguen a día de hoy)… aunque con algo de ‘letra pequeña’, ya que aunque se habla de un dato ‘real’, también se dice que se consigue ‘en condiciones óptimas’... sin especificar en qué consisten dichas condiciones. Y es que hay que recordar que la autonomía de un eléctrico puede variar por factores como la temperatura ambiente y de la propia batería, el tipo de terreno por el que circula (más favorable en ciudad y menos en autopista), a lo que hay que sumar que las cifras de homologación que se ofrecen en China se obtienen de acuerdo al ciclo denominado CLTC (China Light-Duty Test Cycle), que es más ‘benévolo’ que el WLTP que se utiliza en Europa y muchas otras regiones del mundo (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedure).
En cuanto a la tecnología, el módulo de batería llama la atención por su elevada densidad energética de 600 Wh/kg. Lo cierto es que hablamos de un dato espectacular que duplica o triplica lo que se ofrece en muchas baterías actuales de los modelos eléctricos. Para hacerse una idea, las de iones de litio del presente, que son de las más extendidas, suelen tener una densidad de entre 150 y 250 Wh/kg, pudiendo llegar en algunos casos y empleando químicas más avanzadas a rondar los 300 ó 350 Wh/kg.
Ese concepto de densidad energética, viene a significar que cuanto más elevada es la cifra, mayor cantidad de energía puede almacenar una batería por cada kilo que pesa. De esta forma, no solo se consigue una mayor autonomía, sino también un menor peso (que sigue siendo otro de los puntos débiles de las actuales baterías). A su vez, un menor peso también favorece el consumo… y eso, como resultado, también mejora la autonomía, de tal forma que es una reacción en cadena.
Volviendo a la parte técnica, la batería cuenta con materiales sólidos de nueva generación, así como compuestos avanzados de litio y manganeso; aseguran sus responsables que no solo hay una gran mejora en la densidad, sino también de la seguridad y la estabilidad térmica. Para demostrarlo, la batería fue sometida a todo tipo de impactos, perforación con herramientas eléctricas… y el resultado es que mantenía su entrega de potencia sin incendiarse, producir humo u otras reacciones.
Si realmente Chery cumple su palabra y en menos de dos años lanza modelos dotados de este tipo de batería, se situaría a la cabeza de la movilidad eléctrica frente a otros fabricantes que también están desarrollando este tipo de tecnología, pero que quizá no puedan cumplir esos plazos tan ajustados, como veremos a continuación. Si, además, la ofrecen en modelos de precio razonable (que no barato), habrán contribuido a un verdadero impulso de este tipo de movilidad.
¿Quién puede hacer frente a China?
Seguramente fuera de China sea Toyota (que, curiosamente, no apostaba de forma decidida por el coche eléctrico en un primer momento) la que pueda responder con prontitud al desafío de Chery. De hecho, la firma nipona lleva años trabajando en baterías de estado sólido (en alianza con Sumitomo Metal Mining) y promete lanzar su primer modelo con esta tecnología quizá en 2028, prometiendo una autonomía que puede que supere los 1.000 km (incluso podría rondar los 1.200).
Su compatriota Nissan también prevé comercializar sus baterías de estado sólido en 2028, con prototipos que ya están en fase de pruebas. La idea es multiplicar por dos las cifras de autonomía de sus actuales modelos, lograr pasar del 10 al 80% en poco más de cinco minutos y todo ello manteniendo precios ajustados, como los que se han visto en los actuales Ariya y Leaf. Por detrás en cuanto a velocidad de desarrollo podríamos situar a las europeas BMW (que mantiene una colaboración con Solid Power y que ya está haciendo pruebas con prototipos, pero no ha facilitado una fecha para la producción en masa de estas baterías) y Volkswagen.