No cabe duda de que la cita del próximo martes, toda una semifinal de Copa, a las puertas de una final y por tanto de un título, reclama buena parte de la atención de la Real. Y que lo que viene una semana después, la vuelta de los octavos de final de la Champions, también es una cita de las grandes. Pero antes de todo esto llega, hoy mismo a Anoeta (21.00 horas), el Villarreal en la 26ª jornada de la Liga. Y la competición doméstica tiene también la máxima importancia, porque la Real quiere volver a Europa y es la Liga la vía para conseguirlo (la otra opción es ganar la Copa).
Toca, por tanto, hacer un esfuerzo y afrontar a tope el choque de esta noche, porque la Real es sexta y los perseguidores vienen cerca, así que ganar es necesario para mantenerse en los puestos de privilegio. El conjunto txuri-urdin venía de una mala racha, y la victoria en Mallorca, además de resultar balsámica, puede suponer el inicio de una dinámica positiva. “Ojalá sea el principio de muchos goles y muchos triunfos”, reconoció ayer Imanol.
Es probable que el técnico oriotarra se decante por su once de gala, o una versión cercana a su equipo más fuerte. La portería y la defensa parecen a día de hoy inamovibles con Remiro, Traoré, Zubeldia, Le Normand y Javi Galán, con alguna opción para Aramburu en la derecha o Pacheco en el centro de la zaga si Imanol quiere dar descanso a alguno de sus titulares. El centro del campo lo formarán, salvo sorpresa, Zubimendi, Merino y Brais –las alternativa son Turrientes y Zakharyan– y las dudas estarían en ataque, aunque apunta a un tridente formado por Barrene, Kubo y Sadiq, teniendo en cuenta que André Silva apunta a titular el próximo martes y no suele acumular esfuerzos.
Marcar gol volverá a ser el gran reto del equipo txuri-urdin, que en Mallorca acabó con más de 500 minutos sin anotar y que debe encontrar una regularidad de cara a la portería rival si quiere sumar triunfos en este momento clave de la temporada. Todos los ojos, en este sentido, estarán puestos en Sadiq.
El apoyo de Anoeta, después de muchos partidos fuera de casa, resultará fundamental para un equipo que no está sobrado en lo físico, acusando ya las tres competiciones, aunque la ausencia de Bultzada –en protesta a las detenciones realizadas por la Ertzaintza– hará que haya menos ambiente en las gradas.
El Villarreal no está haciendo una buena temporada, ni mucho menos, pero es peligroso porque tiene buenas individualidades, entre ellas la del exrealista Sorloth, que seguro que viene con ganas.