Creo que esta noche espera un ambiente infernal para la Real…

–Lo que pasa aquí se parece a lo que sucedió con el nuevo Anoeta. Se ha remodelado el estadio, se han quitado las pistas y la gente está más cerca, por lo que se genera mucho más ambiente y se aprieta también bastante más. Hace muchos años que el Mallorca no alcanzaba unas semifinales de la Copa, por lo que la ilusión está por las nubes. Me imagino que la de la Real también. Hombre, yo creo que el hecho de que la vuelta se juegue en Donostia le da un puntito más a la Real. Pero seguro que se va a vivir un ambiente espectacular. Y eso que el 4-0 de Bilbao se ha convertido en un hándicap porque ha hecho mucho daño.

Pero creo que no jugó el equipo titular.

–Bueno, lo que está claro es que el Mallorca no tiene tanto banquillo como la Real. Cuando Javier Aguirre no saca su columna vertebral, lo cierto es que el equipo acusa los cambios. Pero es un conjunto muy difícil de derrotar. Siempre defienden muy bien organizados, sea con un 5-4-1 o con un 5-3-2 como ha hecho más últimamente. Presionan fuerte, aprietan mucho y no tienen problemas si no generan muchas ocasiones, porque saben que Muriqi, que vuelve poco a poco de su lesión, Abdón o Larin pueden aprovechar la que tengan. El Mallorca está muy bien trabajado.

Igual en la isla querían a la Real…

–Pues no sé qué decirte. La Real tiene un equipazo, con un nivel técnico altísimo y con futbolistas de la categoría de Zubimendi, Oyarzabal, Merino, Brais… Son todos buenísimos. Cuenta con unos cinco jugadores capaces de marcar diferencias y no solo eso, además presionan, muerden y no te dejan ni girarte. Están muy fuertes, son sólidos y completos. Un equipazo.

Igual es la Real con la que más hemos disfrutado.

–Bueno, eso igual es mucho decir. Que los Arconada, Zamora y Satrústegui se llevaron dos Ligas. Luego está el equipo que también venció la Copa en 1987. O los De Pedro, Aranzabal… que no se llevaron el título por un partido. Lo que es impresionante, y desde luego le da un toque distinto, es el trabajo de Imanol. Un entrenador increíble que es la Real y que conoce y cuida su filosofía como nadie. Que tiene que hacer un cambio por lesión por lo que sea en la competición que sea, pues saca a uno de la cantera que demuestra que está preparado y que rinde a la altura del titular. Lleva cinco años como entrenador y todos se conocen a la perfección como si llevaran jugando juntos toda la vida. Y eso que ha contado con jugadores tremendos, como Silva, Kubo, Oyarzabal… Imanol solo piensa en Real y todo el mundo lo sabe.

¿Usted llegó a jugar contra Imanol?

–Pues la verdad es que creo que sí, pero no me acuerdo bien.

¿Iván Campo, donostiarra afincado en Mallorca y ex del equipo balear, quién quiere que pase?

–Puede ser un empate y que pasen los dos a la final (risas).

¿Cree que lo normal es que se decida a la vuelta?

– Sí, de eso estoy seguro. La eliminatoria se va a decidir en el encuentro de vuelta salvo hecatombe de alguno de los dos equipos, que no creo conociendo a ambos. La Real sabe también que puede jugar un poco con esa presión de arriesgar menos para dejarlo todo a la vuelta. Aunque ya sabemos que se trata de un equipo que no especula casi nunca. Pero quizá esta vez tampoco le haga falta salir tan a tope.

Aguirre tiene tanto poder y control sobre su equipo como Imanol.

–El Vasco se las sabe todas. Tiene sus ideas fijas y todo el mundo le respeta. Además, es que le sale todo bien. Cuando llegó, logró salvar al equipo a pesar de cogerlo en una situación casi desesperada, el año pasado estuvo cerca de meterlo en Europa y esta temporada, aunque quizá en Liga le esté costando un poco más, ha metido a los suyos en semifinales de la Copa. Quizá le esté faltando más acierto a la hora de finalizar las jugadas. Cuando se repite esta situación a menudo, pues vas te vas dejando puntos por el camino.

Dicen que está en un torneo de pádel. Conociendo como era compitiendo, me lo puedo imaginar en la pista...

–No, ya no. Me lo tomo con mucha tranquilidad. También juego a fútbol mientras puedo con la selección española, el Valencia o el Madrid de veteranos. Mientras me aguante el cuerpo, voy encantado. Me junto con muchísima gente a la que aprecio, hablamos de muchas cosas, de todo: del fútbol actual, del VAR…

Como donostiarra, le dura la espina clavada por no haber jugado en la Real.

–A mí me encanta venir a Donostia, visitar a mis padres e irme a La Concha a ver partidos de los niños, el sentir cómo huele… Ahí empezó todo y me gusta disfrutar del momento. Ya lo he comentado en alguna fue ocasión. Fue raro, pero es que en el club había una persona que no quería que fuese. Pero a mí me salió todo increíble. Salir de un club de colegio como Aldapeta, donde jugaba con mis amigos y compañeros, y todas las vueltas que he dado en mi carrera. Y hasta donde he llegado.

Una final de Copa es una sensación distinta.

–Puede que la más especial que jugué fue la del Mallorca contra el Barcelona en Mestalla. Por ser la primera. Luego, además, fui al Mundial. Fue poco extraño, porque nos expulsaron a dos jugadores. Uno de ellos era Romero, al que le han sacado dos tarjetas en su vida, y acabamos con otros dos lesionados. Pero guardo en la memoria los nervios de las horas previas, el desplazamiento de la afición, que los barcos incluso llegaron con retraso. Le aguantamos bien al Barcelona. La verdad es que, si soy sincero, cambiaría alguna cosa que logré después por haber ganado esa noche.

El Mallorca va a sufrir por…

–Porque la Real tiene un gran equipo. Que sabe lo que quiere y que cuenta con cinco jugadores de primer nivel que marcan diferencias. Que no se nos olvide, que estamos hablando de un equipo que está en octavos de la Champions. Ha crecido mucho en los últimos años, es mucho más competitivo. No sé cómo estará Oyarzabal, pero es un jugador muy importante para la Real.

Y la Real va a sufrir por…

–Bueno, tengo muy claro que la Real va a pasar momentos malos esta noche. El Mallorca tiene el don de sacar de quicio a sus rivales.