Roberto Olabe lo dejó muy claro cuando le preguntaron por su experiencia en la Champions como jugador de la Real en la temporada 2003-2004: “Nosotros no supimos compaginar jugar contra el Albacete y a los tres días contra la Juventus. Poníamos todos los huevos en la cesta de la Champions. No estábamos preparados, no teníamos la madurez suficiente. No éramos sostenibles, no estábamos construidos para eso. Lo que nos va a seguir dando Europa es la Liga”.

La derrota y la forma en la que se produjo la derrota ante el Barcelona ha dolido en el entorno txuri-urdin. Perder tantos puntos en los últimos minutos acarrea desilusión y frustración, sobre todo cuando se repite tantas veces la misma historia y la Real se muestra tan superior a su adversario. El hecho de que el Betis y el Athletic ganaran sus respectivos encuentros provocó que los donostiarras, que llevan una victoria en sus últimos cuatro encuentros de Liga, salieran de los puestos europeos. Aunque la zona mixta de Anoeta parecía un auténtico funeral, con un Imanol completamente alicaído sin ser capaz casi de articular palabra, tampoco es para montar un drama.

La Real ha perdido tres partidos de doce y han sido frente a los adversarios de Champions que le precedieron en la clasificación. El equipo txuri-urdin es séptimo (19 puntos), posición que puede dar acceso al viejo continente en el caso de que gane la Copa uno de los seis primeros. Ha superado su primera eliminatoria de Copa y, sobre todo, lidera su grupo en Champions después de haberse convertido en la sensación de la competición en las tres primeras jornadas. Un empate que, como la derrota frente al Barça, debió ser un triunfo convincente y dos victorias excelsas en Salzburgo y en Lisboa ante el Benfica. Con un pie en los cruces que se puede materializar mañana mismo con dos jornadas aún por delante.

Si comparamos con el año en el que Olabe y sus compañeros disputaron la Liga de Campeones después de rozar con la yema de los dedos el tercer título de Liga, el conjunto de Denoueix las estaba pasando canutas al ser el decimosexto en la clasificación con 13 puntos, al borde del descenso. Ya había caído en Copa en una eliminatoria ante el Alavés que estaba en Segunda, y en la Champions era segundo con seis puntos después de vencer al Olimpiacos en casa y al Galatasaray en Estambul. Se clasificó para octavos, donde cayó en Lyon, y en Liga finalizó solo un puesto por encima, a cuatro puntos del infierno.

Diez años después, la Real de Arrasate y de Griezmann y Vela logró estabilizar los apuros en Liga, al ser séptima, como ahora, en la jornada 12, y en la Copa aún no había entrado en juego, aunque luego solo un atraco a mano armada en el Camp Nou le dejara sin opciones. En la Champions iba último con un pie fuera tras contar sus tres encuentros con derrotas. La temporada se le hizo larga, pero entró en Europa por la puerta de atrás de las peligrosas previas... Cualquier tiempo pasado no fue mejor.

Traore, Zubeldia y Barrene, dudas

Inquietantes noticias desde Zubieta a dos días de recibir al Benfica. Igor Zubeldia, Jon Pacheco, Hamari Traoré y Ander Barrenetxea no se ejercitaron ayer y son duda para el encuentro de la cuarta jornada del grupo. Alguno de ellos se sumará a las bajas seguras de Tierney y André Silva, cuya reaparición todavía no parece cercana. Como recordarán, Pacheco ya se quedó fuera del choque ante el Barça por sus problemas musculares. Jon Mikel Aramburu, Pablo Marín, Jon Magunazelaia y el meta Fraga fueron los jugadores del Sanse que subió Imanol. La plantilla txuri-urdin se entrenará hoy a las 11.00 horas en Zubieta y será por la tarde cuando Imanol y Barrenetxea atiendan a la prensa, por lo que el extremo estará en condiciones de jugar