Los más veteranos siempre contaban el ambiente excepcional que se vivió en el recordado 2-0 ante el Inter en 1979. Como rememoraba uno de ellos a la salida del campo, “lo que se ha vivido hoy se pareció mucho a lo que fue aquella noche. Con eso queda todo dicho” Por segundo vez en su historia, la Real dejó escapar vivo al gigante nerozzurro. En esta ocasión no fue una eliminatoria, solo el primer encuentro de una fase de grupos, por lo que a los txuri-urdin les quedan varias vidas aún.

Decía Sergio Ramos al entrar ayer al vestuario tras el empate 1-1 ante el Lens que tuvo un sabor mucho más amargo que el de los realistas, que “es muy importante sumar siempre”. Aunque no admite ninguna discusión que el resultado fue injusto, algo que reconoció con mucha elegancia el propio Simone Inzaghi, no se puede dejar de valorar el punto logrado. Como se pudo comprobar en la última participación, la clave para afrontar las dos próximas salidas era no quedarse de vacío en la primera jornada y en casa. Y en ese sentido, la visita del vigente subcampeón de Europa y líder destacado del Scudetto no eran precisamente demasiado halagüeños. La siguiente etapa será en casa del primero del grupo, el Salzburgo que dio la gran sorpresa de la semana al imponerse en Lisboa al Benfica, beneficiado por la madrugadora roja a Antonio Silva, y que deja a los lusos en una situación más que comprometida antes de su visita a San Siro.

Los txuri-urdin celebrando el gol que abría la lata en el debut europeo Ruben Plaza

Como sucedió en 1979, la Real arrolló al Inter gracias a una actuación por momentos apabullante. Los italianos parecían aterrizar con la lección aprendida, pero no se esperaban encontrar un adversario a ese nivel ni a un estadio que, si no el que más, se encuentra en el top de los más calientes de La Liga.

No hay que olvidar que el Inter se presentó en Donostia después de haber hecho pleno en su campeonato, cuatro de cuatro, con un bagaje demoledor de 13 goles a favor y solo uno en contra, el que le marcó su eterno rival al que ridiculizó en el derbi disputado el pasado fin de semana por 5-1.

La Real fue capaz de generarle más de diez ocasiones para marcar. Y, sin embargo y aunque haya que reconocer que le anularon un gol al estar en fuera de juego por una uña, los transalpinos empataron en el único remate entre los tres palos en 96 minutos. Lo malo es que la sensación en los últimos minutos no fue nada buena porque, como también explicó el propio Inzaghi, pudieron haberse llevado los tres puntos. Es decir, pudo ser peor...

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Las mejores fotos del debut txuri-urdin en la Champions League Ruben Plaza

Muchas veces se le echa en cara a la Real su actitud contemplativa con las que suele comenzar los encuentros. No se puede discutir que algo está cambiando. En el Bernabéu, donde marcó en el minuto 5 y pudo ponerse tranquilamente 0-3 en la primera media hora, y el miércoles incluso madrugó más para anotar con el disparo de Brais que aprovechó una presión en forma y valor de asistencia del renacido Oyarzabal. Lo impresionante del caso en esta ocasión para esas alturas tempranas del duelo, ya había rozado la diana en dos ocasiones gracias a un eléctrico Barrenetxea que había puesto un centro precioso en la cabeza de Brais, pero cuyo remate lo detuvo Sommer y que había dejado templando el palo de la portería. Después de unos minutos de tregua en los que mantuvo el control por completo, llegó un disparo de Tierney y el cabezazo de Le Normand a centro de Kubo. También el larguero de Oyarzabal, anulado por fuera de juego. Un disparo con poco hueco del japonés que detuvo el meta. Ya en la reanudación, Brais estuvo cerca de anotar de falta, Oyarzabal no atinó con un cabezazo a un metro de la línea en una jugada en la que le pueden hacer penalti a Le Normand. Por último, una rosca que se le escapó a Kubo y el testarazo a la cruceta de Merino.

Demasiadas ocasiones perdonadas, la misma frustración de 1979...

Zubieta. Aritz Elustondo continúa sin entrenarse con el grupo después de las recaídas que ha sufrido de la lesión muscular que sufrió en el duelo de pretemporada ante Osasuna en Gal. Sin tiempo para descansar, la plantilla regresó al trabajo ayer en Zubieta ya que el domingo recibe al Getafe en un partido en el que no puede fallar. Los jugadores que entraron en la segunda parte quedaron bastante señaladió el propio Imanol, a varios de ellos les faltaba oxígeno al poco tiempo de entrar. Además, Brais Méndez fue incluido en el once de la jornada de la UEFA en el que también está Odegaard.