La Real Sociedad debuta este miércoles en la Champions League 2023-24 recibiendo en Anoeta (21.00 horas) al Inter de Milán, actual subcampeón del máximo torneo europeo. Los italianos perdieron la final de Estambul el pasado junio contra el Manchester City, completando pese a la derrota una muy buena actuación a la que están dando continuidad durante el presente inicio de curso. Su plantilla ha vivido numerosos cambios a lo largo del mercado de verano, pero el once tipo conserva a nueve de sus once integrantes respecto a la última campaña, y además el técnico Simone Inzaghi inicia su tercer ejercicio a los mandos del equipo, lo que, unido a etapas previas con otros técnicos que utilizaban estructuras similares, dota a la escuadra de un funcionamiento muy reconocible. Así juega el conjunto nerazzurro.

El esquema

El dibujo de base con el que el Inter inicia sus partidos resulta tan innegociable como sumamente flexible. Hablamos de un 5-3-2 con tres centrales, carrileros y doble punta, estructura que acostumbra a saltar por los aires con el balón en movimiento, sobre todo en la fase ofensiva. Está por ver si Inzaghi se decide a introducir alguna rotación contra la Real (más allá de la baja obligada de Calhanoglu por lesión y el posible relevo de Asllani) respecto al once que viene utilizando. Por lo general, apostaría por la continuidad.

Alineación dispuesta por el Inter en el derbi de Milán, este pasado sábado, con la salvedad de que Calhanoglu, lesionado, no juega en Anoeta. Inzaghi podría relevarle con el pivote Asllani, o apostando por Frattesi como interior y bajando a Mkhitaryan de sostén. Mientras, la presencia de Acerbi en detrimento de De Vrij, tras superar una lesión, significó la única novedad en el último encuentro.

Alineación dispuesta por el Inter en el derbi de Milán, este pasado sábado, con la salvedad de que Calhanoglu, lesionado, no juega en Anoeta. Inzaghi podría relevarle con el pivote Asllani, o apostando por Frattesi como interior y bajando a Mkhitaryan de sostén. Mientras, la presencia de Acerbi en detrimento de De Vrij, tras superar una lesión, significó la única novedad en el último encuentro.

Como decíamos, el dibujo del Inter no resulta ni mucho menos fijo, muta durante los partidos, pero también hay momentos de los mismos en los que se puede ser identificado con claridad. Nos referimos, principalmente, a la fase defensiva, en concreto a las acciones en que los de Inzaghi apuestan por recular y esperar al rival con el bloque medio-bajo.

Captura de pantalla correspondiente al penúltimo encuentro del Inter, el inmediatamente previo al parón de selecciones. En él ganó 4-0 a la Fiorentina, defendiendo por momentos como se aprecia en la imagen, y según el dibujo ya explicado.

En defensa

Vayamos por partes a la hora de analizar el modo en que defienden los de Inzaghi, y comencemos por sus fases de presión alta. Han sido las menos utilizadas últimamente, más que nada porque el Inter se está adelantando relativamente pronto en el marcador. En cualquier caso, el rival txuri-urdin cuenta con una estructura muy fácilmente adaptable al 4-3-3 de la Real, a la hora de lanzarse a apretar arriba cuando Remiro, Zubeldia o Le Normand tengan el balón en las inmediaciones de área propia.

El equipo italiano se dispondrá de este modo si apuesta por presionar de forma agresiva la salida de balón de la Real, lanzando a sus carrileros a por Traoré y Tierney, y dejando un tres para tres atrás: Darmian-Acerbi-Bastoni contra Barrene-Kubo-Oyarzabal (tomando como referencia las últimas alineaciones de ambos equipos).

El equipo italiano se dispondrá de este modo si apuesta por presionar de forma agresiva la salida de balón de la Real, lanzando a sus carrileros a por Traoré y Tierney, y dejando un tres para tres atrás: Darmian-Acerbi-Bastoni contra Barrene-Kubo-Oyarzabal (tomando como referencia las últimas alineaciones de ambos equipos).

Este es un ejemplo parcial de la imagen de pizarra mostrada anteriormente. Lautaro y Thuram se emparejan con los dos centrales de la Fiorentina, y Dimarco y Dumfries ganan mucha altura para marcar a los laterales rivales. El portero de la 'Fiore' sirve a su zaguero izquierdo y el propio Dumfries persigue.

Es el Inter, de cualquier modo, un equipo con mucha paz a la hora de esperar ocasiones para contragolpear, su gran fortaleza. El cuadro italiano se sabe letal en la transición tras robo, pero tiene paciencia para tratar de recuperar el esférico, y no le importa hacerlo retrasándose unos metros y manteniendo de inicio el mencionado 5-3-2 con los carrileros muy hundidos. Semejante estructura, eso sí, exige aquí a sus interiores escorarse para apretar a los laterales rivales, cuando estos reciben el balón.

Esta imagen corresponde a un instante de bloque medio-bajo durante el derbi de Milán y al momento preciso en el que el 5-3-2 comienza a deformarse para que el Inter active su forma de defender estas acciones. Se aprecia cómo Barella se escora para acosar a Théo Hernández, poseedor del esférico. Y se aprecia igualmente cómo el designado para compensar ese movimiento es el central derecho Darmian, quien empieza a ganar altura para 'deformar' ya la zaga de cinco.

Las persecuciones del central del costado al interior pueden ser extremas, como se aprecia aquí con Bastoni saliendo muy lejos a por Loftus-Cheek contra el Milan. Su posición teórica es la de central izquierdo, entre Acerbi y Dimarco, pero la línea azul de la imagen marca el grado en que el defensa se adelanta respecto a sus compañeros de retaguardia.

Si atendemos al dibujo empleado por el Milan durante el derbi de este sábado, muy similar al que utiliza la Real, pueden extraerse de este mecanismo interista buenas conclusiones ante el encuentro de este miércoles en Anoeta.

Un posible agujero

El Inter se está mostrando muy consistente en defensa hasta la fecha, según el funcionamiento explicado. Sin embargo, también hay que destacar que varias de las pocas situaciones de peligro que ha concedido se han dado cuando el rival ha aprovechado el agujero que genera el mencionado salto del central.

Este es solo un posible ejemplo, con Mkhitaryan saliendo fuera a por Traoré, Bastoni compensando el movimiento y ganando altura para emparejarse con Brais, y Dimarco permaneciendo atento a Kubo, pegado a la banda.

Este es solo un posible ejemplo, con Mkhitaryan saliendo fuera a por Traoré, Bastoni compensando el movimiento y ganando altura para emparejarse con Brais, y Dimarco permaneciendo atento a Kubo, pegado a la banda.

La Fiorentina provocó una internada peligrosa por banda con este balón directo del lateral izquierdo al punta, aprovechando la parcela dejada libre por Darmian.

Este sábado contra el Milan se dio una situación similar, con Giroud pivotando este pase de Théo y devolviendo el balón al lateral francés tras la posterior carrera de este.

Y poco le faltó en el derbi al extremo Leao para controlar este envío del propio Théo exactamente a la misma parcela, libre tras el movimiento de Darmian.

¿Qué puede suceder, además, si el central evita este salto tan agresivo? Pues que, sobre el papel, queda entonces para el Inter una inferioridad de dos contra tres ante el centro del campo rival. Aquí, contra la Fiorentina, Bastoni no sale, ya que no tiene un interior claro al que marcar y además parece algo fijado por el punta que cae a su costado. Calhanoglu y Barella quedan así en inferioridad ante los tres medios visitantes, y el lateral derecho conecta entre líneas con uno de ellos.

Parece evidente que esta fase del juego, con los movimientos analizados, significa uno de los momentos en que el Inter abre una pequeña puerta hacia el portero Sommer. Luego se trata de aprovecharla y de hacer daño por ahí, resultando mucho más compleja la práctica sobre el césped que la teoría en la pizarra. Además, cabe reseñar que Inzaghi maneja mecanismos para defender de otra manera.

Contra la misma Fiorentina, por ejemplo, el técnico del Inter varió el dibujo en defensa y contuvo al rival mediante un 4-4-2 que, en la derecha, emparejaba ya a Dumfries con el lateral rival, manteniéndose dentro los otros tres centrocampistas gracias al movimiento interior de Mkhitaryan. Darmian, lateral derecho en el nuevo esquema para la contención, marcaba al extremo.

Ahora, antes de pasar a tratar la fase ofensiva interista, y a modo de transición, podemos citar una posible debilidad en defensa que va unida al modo en que atacan los italianos. Tal y como veremos próximamente, hablamos de una escuadra que, en salida de balón, busca atraerte a la presión para partirte en dos y buscar envíos directos a los jugadores ubicados en el frente de ataque. Resulta obvio que, en su objetivo de partirte, el Inter también se parte a sí mismo, algo peligroso si el rival le gana el duelo aéreo y juega inmediatamente a ese peligroso terreno de nadie que queda en el centro del campo.

En una acción como la descrita marcó el Milan este sábado, tras un balón largo del meta Sommer a Thuram que ganaron los 'rossoneri' y que terminó con un servicio de Théo a Giroud. El delantero recibió en ese espacio conflictivo entre zaga y pivote, y lanzó al espacio para que Leao hiciera el momentáneo 2-1.

En ataque

Tampoco nos engañemos. Este comportamiento ofensivo otorga al Inter más beneficios que pérdidas, porque tiene arriba a futbolistas ganadores en las disputas. Además, los de Inzaghi cuentan igualmente con buenos mecanismos para renunciar a ese juego directo y encontrar desde portero o centrales a compañeros más cercanos, a menudo ubicados en banda. Para desarrollar todo esto, el equipo italiano cuenta con fórmulas de todo tipo para ubicar a sus futbolistas en el inicio de las jugadas, casi siempre dibujando una especie de línea de cuatro, dando muchísimo vuelo a un carrilero (o a ambos), moviendo al pivote al eje de la zaga, adelantando al centro del campo al central de en medio o situando a Barella en la posición de lateral diestro.

Aquí tenemos a Darmian y Bastoni muy abiertos, a su compañero de línea (De Vrij) sumado a la zona de pivotes, a Calhanoglu ubicándose prácticamente como tercer central y a Barella de lateral... En total, cinco futbolistas de campo del Inter dando apoyos cercanos al meta Sommer. ¿Dónde quedan los otros cinco?

Los otros cinco futbolistas de campo, incluido el central Bastoni y los carrileros Dimarco y Dumfries, ocupan todo el frente de ataque a la espera de un balón largo que termina llegando. El círculo rojo ilustra toda esa parcela que el equipo ha dejado vacía, atrayendo la presión rival y buscando un envío directo al mano a mano de sus cinco jugadores adelantados contra cinco defensas.

Sea como sea, hay que subrayar lo ya citado: este Inter alterna muy diversas fórmulas a la hora de iniciar sus ataques, dando mucha movilidad y dinamismo a sus futbolistas y dificultando así al rival las persecuciones individuales. Las variantes aluden a la distinta ubicación de sus jugadores, y también al número de jugadores que descuelga y que deja atrás. Aquí parece tener mucho peso el respeto que le infunde el rival de turno, pues contra el Milan, por ejemplo, únicamente situaba a tres hombres en vanguardia.

La movilidad, en cualquier caso, resultó la habitual, tal y como ilustra esta captura con futbolistas salpicando todo el terreno de juego en ubicaciones que no eran las suyas (solo falta Darmian, situado de central derecho). La jugada en cuestión consistió en un envío de Thuram para que este intentara peinar a la irrupción al espacio del carrilero Dimarco.

En contextos de ataque más pausado, con el rival más retrasado y posesiones de balón más estables, el Inter sí suele contar con una estructura de ataque más fija. En este sentido, la línea de cinco defensas se convierte en una línea de cuatro totalmente reconocible, apoyada en el perfil de Darmian y Bastoni (los dos centrales de los costados), que pueden actuar tanto en el eje de la zaga como junto a la línea de cal.

En esta imagen del partido contra la Firoentina, es Dumfries (fuera de pantalla) quien se ha proyectado al ataque, provocando que, en el otro costado, Dimarco permanezca en la línea defensiva. Darmian reúne las condiciones necesarias para ejercer de lateral derecho, como es el caso aquí.

A la hora de defender estas situaciones, hay que cuidar mucho el salto a la presión al carrilero interista que ha permanecido retrasado. En teoría esta misión debe corresponder al lateral de ese costado, pero hacer a este avanzar tantos metros genera un agujero muy grande a su espalda.

Así se comenzó a gestar el 1-0 contra el Milan, con Théo ganando muchos metros para apretar a un retrasado Dumfries y el neerlandés sirviendo al espacio a Thuram. Inzaghi, en el banquillo, marca el pase al delantero francés, porque la situación, visto el salto del propio Théo, resulta muy clara.

Uno de los grandes peligros del Inter, sea como sea, reside en la forma en que te ataca tras robarte el balón. Los italianos pueden hacerte daño con esos envíos directos desde su portero o centrales, también saben aprovechar los instantes en que el rival desguarnece sus flancos traseros, pero son igualmente letales si te cogen desordenado al perder tú el esférico.

El Inter defiende muy cerca de su área, este sábado contra el Milan. De repente, un rechace llega franco a los pies de Lautaro, quien antes de recibir ya contempla una posible solución directa. La imagen muestra cómo el argentino mira a la zona de Dumfries para lanzarle en transición y comenzar a generar así el 2-0 que haría Thuram segundos después.

La Real afronta este miércoles un reto de altura mayúscula. No es que aterrice en Anoeta el subcampeón de Europa. Es que el Inter llega a Donostia en un gran momento, engrasado al máximo, conservando los automatismos que casi le conducen a la gloria y viendo además cómo los fichajes van adaptándose con éxito, todo ello dentro de ese contexto de Champions que todo lo magnifica. La cita es de las mayúsculas, tan complicada como disfrutable en la grada y en la pizarra.