Todo llega una hora tarde en Canarias. Como la Real a este inicio de la Liga. El equipo txuri-urdin no ha logrado sacar adelante ninguno de los dos encuentros que ha disputado seguidos en casa ante Girona y Celta y ahora llega a Gran Canaria con la necesidad de sumar los tres puntos si pretende subirse al vagón europeo a las primeras de cambio. El retraso no sólo ha sido en cuanto a resultados. Sino también en una puesta a punto a la que todavía le faltan niveles después de una pretemporada corta y atípica y en una planificación que hasta la fecha sólo se ha visto traducida en el campo con la presencia de Traoré como una única cara nueva a pesar de las bajas importantes. Para la tercera jornada llega el refuerzo de Arsen Zakharyan, el jugador llamado a ocupar (que no reemplazar) el hueco dejado por Silva y, sobre todo, el regreso de Mikel Merino. El auténtico reloj de este equipo y el que equilibra su juego al compensar como ninguno su defensa y su ataque. Su vuelta no significa que vaya a entrar en el once en plan salvador como para solucionar todos los males, ya que parece complicado que figuren de inicio en la pizarra de alineaciones.
Las dos igualadas han dejado sabores de boca muy distintos. El del Girona en la jornada inaugural se quedó como el clásico día en el que falló la finalización tras haber sido superior a un buen rival, mientras que el del Celta despertó más dudas y acabó siendo bastante decepcionante.
Suelen decir que no es bueno enfrentarse a los recién ascendidos al inicio de la Liga, porque llegan en inercia ganadora y con la flechita para arriba. Los canarios llevan un punto, el que sumaron contra el Mallorca en su guarida, después de perder en Mestalla en un duelo en el que dispusieron de buenas oportunidades.
Si en el duelo ante el Celta el calor fue asfixiante y con una sensación térmica de unos 35 grados y una humedad asfixiante pudo suceder algo grave en el campo y, sobre todo, en la grada donde daba el sol, la Liga ha puesto este encuentro correspondiente a la tercera jornada en pleno agosto en las Islas Canarias a las 18.30 horas locales. Mejor no comentar ni insistir con el tema, porque es clamar en el desierto. Hasta que pase, claro.
Imanol depende del estado en el que se encuentre Merino para confeccionar su once. En principio, no se esperan grandes cambios. En la zaga, el único que tiene opciones de entrar parece Rico. Si mueve a los centrales o a Traoré supondrá una sorpresa. En el centro del campo, la posible entrada de Merino supondría la suplencia de un Turrientes que ha cumplido en su ausencia, con Zubimendi y Brais. Y arriba, Oyarzabal y Sadiq aspiran a entrar en el once por Barrenetxea, que se encuentra en gran forma, y Carlos, que continúa reñido con el gol a pesar de estar jugando bien.
Las Palmas, que no gana en casa desde el 26 de febrero, es un equipo que intenta jugar la pelota con el mismo estilo de la Real. García Pimienta es un técnico formado en La Masía, con todo lo que ello implica. El conjunto canario se ha movido bien en el mercado y cuenta con un tridente de talento con Munir, Jonathan Viera y el viejo conocido Sandro.