La Real Sociedad se impuso este sábado al Getafe (2-0) en partido correspondiente a la 28ª jornada de Liga. El cuadro txuri-urdin acreditó en Anoeta haber trabajado durante la semana distintas alternativas para hacer frente a lo que propusiera el rival, y explorarlas sirvió para, a base de paciencia, terminar abriendo la lata azulona. Este es el análisis táctico del encuentro.

Onces iniciales. La Real, con su 4-4-2 de medular en rombo. El Getafe, dando también continuidad a su esquema habitual, con zaga de cinco, doble pivote y tres futbolistas en ataque.

Ante un rival replegado, la Real se encontró sistemáticamente con este panorama. Munir y Mayoral tapan a centrales. Unal se retrasa con Guevara. Carrileros con Gorosabel-Aihen. ZONA BLANCA: Duarte dudaba en salir a Silva, con lo que había superioridad realista dentro (3-2).

¿Qué situaciones buscó generar la Real para explotar ese tres para dos en zona ancha? Resultó clave que Silva bajara siempre unos cuantos metros a la zona de los pivotes visitantes, para evitar la persecución de Duarte y generar así la mencionada superioridad.

Y a partir de ahí, el equipo tuvo, en líneas generales, dos comportamientos en función de la altura a la que defendiera el Getafe. Los txuri-urdin intentaron atraer a los madrileños en bloque medio-alto, situación ante la que Merino bajaba a formar un doble pivote con Guevara.

Tal y como se apreciaba también en la imagen previa, Maksimovic perseguía al navarro. Y detrás, Milla quedaba solo (ZONA BLANCA) a cargo de Brais y Silva, a quien Duarte no perseguía. Remiro siempre fue muy consciente de esta situación: por ello arriesgó filtrando balones dentro.

Aquí vemos una situación muy similar, esta con el Getafe en bloque medio y siendo Le Normand quien bate líneas mediante un buen pase a Silva.

Y aquí mostramos ya una acción muy clara de los minutos finales, llevada al extremo gracias a que el Getafe tenía que arriesgar sí o sí a la hora de presionar. El pase de Remiro genera una contra que casi se traduce en el 3-0 (pase atrás de Brais que no rematan Sorloth-Barrene).

¿Qué ocurrió cuando el Getafe defendió con las líneas más retrasadas? Ahí la Real no se centró únicamente en buscar esa superioridad interior, y alternó esta posibilidad con el mano a mano de Kubo con Portu. Vamos a analizar ambas situaciones. En un contexto de menos espacios, Imanol apostó por escorar a Merino a la banda izquierda en salida de balón. Maksimovic caía también al ala para taparle, dejando de nuevo a Milla solo con Silva y Brais en la famosa zona blanca (superioridad interior).

Aquí tenemos una réplica del panorama en formato captura de pantalla.

Otra alternativa muy explorada, mientras, consistió en escorar a Kubo a extremo derecho. El japonés fijaba a Portu (evitaba su salto a Gorosabel), con lo que Munir quedaba a cargo del lateral y de Le Normand. Estos combinaban y encontraban a Take para el mano a mano.

Aquí tenemos una réplica del panorama en formato captura de pantalla.

La insistencia de la Real terminó generando así grietas desde las que llegaron el penalti y el 1-0... Pero también toca destacar el comportamiento defensivo del cuadro txuri-urdin, que eligió presionar así al Getafe.

Silva ganaba algo de altura si tocaba presionar a Duarte, y Guevara se incrustaba siempre entre centrales para marcar a Unal y emparejar atrás en tres contra tres. Brillante Ander en este rol de zaguero dentro de una especie de 5-2-3, dirimiendo duelos con el punta turco.

En la segunda parte, mientras, jugó ese mismo papel Illarramendi, contribuyendo de la misma forma a que el Getafe apenas generara oportunidades. Dentro de que la dificultad del tramo inicial deparó minutos en los que no ocurría nada en el área rival, la Real supo hacer su partido y completar una actuación redonda de las que hacía semanas que no le veíamos. Muy buena noticia de cara a la recta final de Liga.