La Real Sociedad se impuso este domingo a la Unión Deportiva Almería en partido correspondiente a la 16ª jornada de la Liga. El cuadro txuri-urdin se mostró muy superior en el Power Horse Stadium, apoyándose en un Take Kubo cuyo rol fue clave a la hora de certificar la victoria. El japonés fue extremo (derecho o izquierdo) dentro de un 4-4-2 asimétrico, con Sorloth como referencia ofensiva y el propio Kubo alternando ambos costados para dar al equipo juego exterior. Este es el análisis táctico del encuentro.

Esta es una primera panorámica respecto al dibujo txuri-urdin, que muestra a Kubo en el costado izquierdo. En realidad, eso sí, el nipón tendió a caer en mayor medida al sector derecho, dentro de un engranaje colectivo que, a la hora de atacar, se orientaba casi siempre al ala que ocupaba el atacante asiático.

En la imagen previa se apreciaba la prioridad del Almería: tapar pases interiores y conceder a la Real la salida exterior. Los txuri-urdin eligieron muy a menudo la derecha, a través de Aritz-Merino-Kubo.

La Real ya consiguió hacer daño con la jugada en cuestión, que implicaba lo siguiente. BLANCO: Merino se escora a banda para recibir. ROJO: el lateral Akieme deja la línea defensiva para presionar al navarro. NARANJA: espacio abierto para la carrera Kubo-Babic.

La Real ya consiguió hacer daño con la jugada en cuestión, que implicaba lo siguiente. BLANCO: Merino se escora a banda para recibir. ROJO: el lateral Akieme deja la línea defensiva para presionar al navarro. NARANJA: espacio abierto para la carrera Kubo-Babic.

Pero al Almería el gran problema le sobrevino en sus fases de presión más agresiva, en las que Rubi escogió apretar a Zubeldia con el extremo izquierdo y flotar a Aritz... No fue casualidad que Kubo se orientara más veces a derecha que a izquierda.

El técnico rival reconoció la inferioridad de su equipo, pero lamentó algo de precipitación por parte de sus futbolistas y dijo que le gustaría haber intentado hacer el partido más largo. Habló de una "puerta abierta". ¿A qué se refería? Visto el origen de los goles, parece que apuntó precisamente a ese salto de extremo a central que Luis Suárez ejecutó en dos acciones casi consecutivas. Vamos a verlo.

EL 0-1 DE SILVA. 1- Suárez aprieta a Zubeldia. Aritz libre. 2- Melero (interior) corrige en banda, pero Aritz tiene tiempo para recibir y jugar con Merino (salta Akieme). 3- Pared Aritz-Merino y Kubo con espacio para correr ante Babic. 4- Carrera y llega el saque de banda del gol.

EL 0-2 DE SORLOTH. 1- Suárez aprieta a Zubeldia. Aritz libre. 2- Aritz progresa apoyado en Zubimendi. 'Llevan' fuera a Melero-Robertone y Merino queda libre. 3- Kubo descarga para el navarro. 4- Esta vez es Sorloth quien disfruta de campo abierto para correr con Babic.

Tirando de paciencia y corriendo ciertos riesgos atrás, la Real supo forzar esos movimientos del rival que le allanaron el camino hacia el gol... Pero el análisis no puede terminar sin destacar el trabajo defensivo ante un Almería que venía juntando dentro a sus tres atacantes.

A esto se le sumaba el peligro en profundidad de los delanteros rivales, lo que llevó a pensar en la previa que el entrenador txuri-urdin podía protegerse atrás cerrando con un tercer central... Imanol el sábado: "Será clave que ejecutemos bien las vigilancias defensivas".

Ese toque más precavido de la Real en la presión ante el Almería no consistió en apostar por zaga de cinco, sino en evitar saltar con los laterales y dejar siempre un cuatro para tres atrás. Punto de partida: Mendes-Akieme libres, con Merino-Illarra atentos a la orientación de la salida.

Si el Almería elegía iniciar por su derecha, era Illarramendi quien saltaba a por el lateral (Mendes). Desde la banda opuesta, Merino se metía dentro para ayudar en la medular.

Y si el Almería salía por la izquierda a través de Akieme, Illarra y Merino ejecutaban los mismos movimientos pero a la inversa.

El hecho de no saltar arriba con los laterales Rico-Aritz permitió a la Real mantener atrás el citado cuatro contra tres. A esta circunstancia táctica se le sumó la concentración y la intensidad de todos los futbolistas para completar un partido notable y sumar la victoria.