La renovación de Pablo Marín está muy cerca de cerrarse y, si todo transcurre con normalidad, podría anunciarse incluso esta misma semana. Las conversaciones han sido fluidas y no ha habido ningún problema en alcanzar el esperado acuerdo que se rubricará en las próximas horas. Su anterior contrato expiraba en 2024 y, tal y como suele ser el modus operandi de la entidad txuri-urdin, su intención es rubricar una nueva vinculación larga hasta 2027.
Pablo Marín, que ha protagonizado una de las apariciones más ilusionantes de los últimos años, pasará a un nivel de emolumentos de primer equipo, al que subirá el próximo verano para comenzar la pretemporada. De esta forma, el club se asegura la continuidad de una de sus grandes promesas, y continuará de esta forma con su política de apostar firmemente por su cantera con contratos extensos para darles continuidad y, sobre todo, confianza con la intención de que desplieguen todo el repertorio de su talento.
Jokin Aperribay confirmó en la rueda de prensa del pasado viernes la noticia adelantada por Radio Marca de que las gestiones se encontraban encarriladas: “Su aparición está siendo extraordinaria. No ha sido repentina, no ha sido una sorpresa. Hay un programa individual pensado con Pablo y su entorno y lo intentaremos llevar a cabo al máximo. Pablo y su entorno están contentos, saben que la Real confía en ellos y ya veremos. Sí ha habido conversaciones con él”.
Carrera meteórica
Nacido en 2003 en Logroño, Pablo se incorporó a Zubieta en 2016, es decir con 13 años, tras jugar en el EDF Logroño y Academia Tiki-Taka. Llegó al fútbol profesional con el equipo C de la Real, en un duelo en Tolosa, cuando competían en la Tercera División, disputado el 1 de noviembre de 2020, por lo tanto, hace solo dos años. En la siguiente campaña, ascendió con el equipo a la novedosa Segunda División RFEF. El mediapunta debutó con el Sanse el 8 de enero de este año ante el Leganés cuando militaba en la categoría de plata y a las órdenes de Xabi Alonso. No volvió a jugar más en toda la campaña.
Este curso comenzó la temporada de suplente en el nuevo filial de Sergio Francisco, aunque se hizo con la titularidad en la quinta jornada para salir de inicio en el repóquer de encuentros siguientes. A finales de septiembre Imanol comenzó a subirle al primer equipo para entrenar en Zubieta. La lesión de David Silva le abrió las puertas del once, en el que debutó en Valladolid, donde protagonizó 16 minutos despampanantes. Después en Chipre, ante el Omonia, completó la segunda mitad actuando en la banda izquierda, pero su técnico estaba tan encantado con su rendimiento que le dio la titularidad nada más y nada menos que ante el Betis y el Manchester United. Su partido frente a los ingleses fue sobresaliente, en una primera parte en la que fue el mejor de los locales con diferencia.
Ahora con la vuelta de Silva y Kubo es probable que no tenga opciones de jugar en Sevilla, como tampoco lo hizo frente al Valencia. No está descartada su presencia en el duelo de Copa en Talavera de la Reina, pero lo que se da por seguro es que en breve regresará a la disciplina del Sanse para ser un pilar básico en un equipo que avanza como un cohete. También lo es que la renovación de Pablo Marín es una nueva noticia extraordinaria para la Real.
