Donostia Alerta roja en el rombo txuri-urdin. Con la amarilla que vio ayer Mikel Merino en la tángana que se formó casi al final y que se inicio en un rifirafe entre Guardado y Brais, las dos torres se encuentran apercibidos de suspensión. Con la plantilla bajo mínimos, con ocho lesionados (eso sin contar a Merquelanz y Ander Martín), perder a cualquiera de las piezas clave será dramático para los de Imanol que manifestó al término del duelo frente a los verdiblancos que en principio no va a poder recuperar a ninguno de la enfermería para este jueves.

En principio queda el encuentro del Manchester United, en el que evidentemente no hay peligro de tarjetas, pero antes del parón por el Mundial quedan los duelos frente al Valencia y la visita al Sánchez Pizjuán.

Alex Sola parece que cada vez hace más cosas al mismo ritmo que sus compañeros, aunque ya solo le queda una semana para regresar por lo que quizá no sea momento de arriesgar demasiado.

Algunos especularon con la rápida recuperación de David Silva y lo cierto es que podría contar con la posibilidad de tener algunos minutos frente a Valencia o Sevilla, pero se acaba el tiempo y no se antoja sencillo que Imanol le fuerce.

Lo que seguro está descartado es que Mikel Oyarzbal regrese a una convocatoria en uno de los tres encuentros, una auténtica pena porque, como es lógico, la expectación que está generando su vuelta es enorme por todo lo que se le ha echado de menos.