Rubén de la Barrera (A Coruña, 1985) está pasando unos días en Donostia. El que fuera segundo de Asier Garitano a principios de la temporada 2018/19 y que abandonara el cargo por decisión propia al poco de iniciarse dicha campaña, ha visitado Zubieta de la mano de Roberto Olabe y estuvo presente en Anoeta viendo el Real-Omonia.

¿Echaba de menos Donostia?

Cuando uno no entrena, siempre aprovecha para moverse, para compartir con gente y para no dejar de aprender. Donostia es una parada obligada. Más allá de los motivos que esgrimo, mi hija pequeña también nació aquí y ya tiene una edad en la que es consciente de dónde está y tenía ganas de verla. Un momento como el de ahora tampoco se podía dejar escapar. Coincidió además con un partido de la Real de Europa League y lo fuimos a ver. Fue un momento chulo.

No ha cambiado mucho Zubieta desde que usted estuvo, ¿no?

Era difícil optimizarla, mejorarla y me llamó la atención que eso se ha logrado. Era tarea complicada, pero se hizo. Eso habla de la línea que sigue el club, totalmente ascendente y estabilizada, entre los mejores durante varias temporadas y eso es una gozada verlo desde fuera y sentirlo desde dentro.

Desde que dejó la Real, el equipo no ha hecho más que crecer...

Sí. Era algo que yo tenía claro que iba a suceder. Creo que se daban muchas circunstancias para ello. Una gestión del club realmente brillante y, por otro lado, una serie de chicos con hambre, con unos objetivos comunes y muy arraigados a todo lo que tiene que ver con la cultura que desde arriba se pretendía para el club en general. Era cuestión de tiempo. Me alegra especialmente por muchas personas que están en la Real que puedan disfrutar de esto y, evidentemente, toda la sociedad guipuzcoana que pueda sentirse como creo se siente cada vez que la Real inicia una temporada.

Escuchándole no le sorprende lo que está haciendo la Real, ¿no?

No. Al contrario, me alegra sobremanera. Esto no es cuestión de un momento concreto o de un tiempo en concreto. Esto ya no es casualidad y esto obedece al día a día, a lo que se pretendía, a lo que se hacía, o a lo que se establecía. Esto es consecuencia de todo aquello y ojalá los resultados en esta temporada sigan siendo acordes a lo que se hace. En el fútbol a veces uno hace las cosas muy bien a todos los niveles y la pelota se desvía medio centímetro a la derecha y no logra hacer reflejar lo que realmente se trabaja y se hace. Ojalá en esta temporada se siga haciendo eso.

Dice que estuvo presente en Anoeta. ¿Cómo vio el apartido? Se le complicó al final a la Real...

Este es un partido en el que vienes de ganar en Manchester y por otro lado, hay que tener en cuenta que es un año de Mundial, muchísima sobrecarga de partidos y no es fácil mantener un nivel brillante día sí día también. Era un partido en el que a priori si uno consigue adelantarse en el marcador y lograr un segundo gol, te vas a encontrar con el partido soñado, pero si no sucede y se alarga, independientemente de que estén pasando más o menos cosas, puede dar pie a lo sucedido, que en una de estas el rival empate el partido y te lo haga incómodo. Ocurrió, pero afortunadamente, en esa acción entre Take y Sorloth se pudo ganar el partido. Era importante hacerlo y seguir.

Unos años atrás era impensable ver, por ejemplo, un banquillo como el de ayer de la Real con jugadores como Silva, Kubo, Sorloth…

Pero esto obedece al nivel de la plantilla de la Real. Los que están compitiendo más, los que no lo están haciendo tanto, al final te encuentras con grandes rendimiento. Me alegro muchísimo por el gol de Ander Guevara, pero no solo por el gol, sino por su actuación. Jugador que participe, jugador que va a ofrecer rendimiento. Tengo la sensación de que todo el mundo en esta plantilla Imanol los tiene enchufadísimos, los tiene en alerta, viven en alerta y todo el mundo está en condiciones de ofrecer rendimiento, pero ya te digo, mantenido y prolongado en el tiempo y eso no es sencillo.

Usted ya se había ido cuando la Real apostó por Imanol tras el despido de Garitano. ¿Le conocía? ¿Le ha sorprendido el rendimiento de la Real con el de Orio?

Le conocía, tengo buena relación. Esto va en hilo a lo que te decía en cuanto al club y al equipo. Un trabajador incansable, muy de la Real, muy de su club. Por ese perfil merece todo lo que está viviendo. Su trabajo va más allá de las 24 horas que tiene el día. Se desvive por y para el club, por y para cada uno de sus jugadores y que los resultados sigan agrandando su leyenda aquí, es algo que me alegra muchísimo.

No le han ido nada mal las cosas desde que se fue, ¿no?

No me puedo quejar. Hemos estado en un sitio, en otro, circunstancias diferentes, objetivos totalmente distintos. Y por suerte, las cosas han ido bien por suerte. Sin ir más lejos, el último año, el del ascenso con el Albacete. Siempre que un equipo desciende de Segunda como el caso del Albacete, ese primer año siempre tiende a complicarse. De entrada porque uno se considera que es de fútbol profesional y se quiere recuperar la categoría antes de que empiece. Son cuestiones que van apareciendo en el día a día y hay que gestionarlas porque forman parte y creo que lo conseguido la temporada pasada es de un mérito importante. Me siento feliz y contento por haber contribuido. Y ahora tranquilo y esperando a ver qué sucede.

¿Tiene algo en mente?

Sí, han surgido opciones y posibilidades, pero no me quiero precipitar en esa decisión porque es una decisión importante. Evidentemente quiero entrenar, trabajar, quiero ese día a día porque esto es algo que pica y no se va. Eso es cierto. Estamos tomándonos un tiempo para seleccionar la mejor de las opciones, aunque uno nunca sabe cuál es la buena. Mientras tanto, voy yendo de aquí para allá, aprovechando el tiempo para compartir el tiempo con otros entrenadores, con diferentes clubes y creciendo.

¿Cómo ha encontrado a su amigo Olabe? ¿Contento?

Es una parte importantísima de todo esto, capital diría yo en la Real, pero su mayor virtud es lograr que todo esto se sienta de una manera colectiva. Esto obedece a una organización. Es el trabajo interrelacionado entre los unos y los otros y creo que todo el mundo es fundamental en esta Real. Hay gente más visible, otra menos, pero lo que sí es cierto es que cuando uno pone el pie ahí, la gente es parte fundamental del buen funcionamiento del club.

¿Se arrepiente de la decisión de abandonar la Real?

Son decisiones que uno va a tomando a lo largo de su vida. Tiene que pasar el tiempo para ser consciente de las consecuencias que ha tenido todo eso. Es decir, salimos de San Sebastián y lógicamente pierdes unas cosas, ganas otras, pero lo importante es eso, que en ese momento en el que tú tomas la decisión, sientes que es lo más adecuado y ajustado a esa realidad, a ese momento. Intento llenarme de argumentos para que, independientemente de lo que suceda cuando te vas, no pienses en esa sensación de arrepentimiento. De lo que no me arrepiento es cómo se estuvo el tiempo que se estuvo en la Real Sociedad porque pasa el tiempo y cuando vienes de visita sientes el calor y el cariño de la gente y eso es con lo que me quedo.