Donostia – Las dos dotaciones de bomberos, con un total de diez efectivos, que la Diputación de Gipuzkoa ha enviado a las tareas de extinción de fuegos en Castilla y León están ya operativas en el incendio de Llamas de Cabrera, cerca de Astorga, en el que realizan funciones de “corte de propagación y prevención”.

El fuego se ha mantenido en nivel 2 de peligrosidad desde hace una semana en la comarca de El Bierzo. Los bomberos guipuzcoanos partieron el pasado lunes rumbo a Castilla y León con dos unidades de intervención con sus respectivos mandos, un mando operativo, uno táctico y un mando coordinador estratégico.

El grupo se desplazó con un total de seis vehículos –tres ligeros y tres autobombas forestales pesadas– procedentes de los parques del Urola, Bidasoa y Oria. El objetivo era colaborar durante tres días en las tareas de extinción de los incendios declarados en la zona norte de Castilla y León.

Josu Mañarikua, oficial de Bomberos de Gipuzkoa, explicó ayer en declaraciones enviadas a los medios de comunicación que ellos, en concreto, se han centrado en la extinción del fuego de Llamas de Cabrera, cerca de Astorga, en la provincia de León.

Las llamas han obligado durante estos día atrás al realojo de tres localidades del municipio de Ponferrada (Bouzas, Manzanedo de Valdueza y San Cristóbal de Valdueza), así como de otras 15 en los ayuntamientos de Lucillo, Castillo de Cabrera y Santa Colomba de Somoza. Entre ellas figuran Piedras Albas, Busnadiego, Lucillo, Castrillo de Cabrera, Marrubio, Andiñuelas, Villadeciervos, Filiel, Chana de Somoza, Boisán, Valdemanzanas, Santa Colomba de Somoza, Tabladillo, Turienzo de los Caballedos y Santa María de Somoza.

2.000 profesionales

En el conjunto de la provincia trabajan alrededor de 2.000 profesionales y casi 30 medios aéreos, entre ellos dos aviones anfibios Foca y dos helicópteros Chinook llegados desde Holanda.

El oficial de Bomberos de Gipuzkoa detalló que los efectivos desplazados están llevando a cabo funciones de “corte de propagación y prevención para que el fuego no se propague al valle colindante”.

El oficial explicó que los efectivos guipuzcoanos llegaron el pasado lunes a Castilla y León para ayudar en las tareas de extinción de los incendios, bajo la coordinación de la dirección de Emergencias del Gobierno Vasco y en contacto también con otros servicios de emergencias de Bizkaia y Araba.

Tanto brigadistas como responsables de la Unidad Militar de Emergencias (UME), además de la propia ministra de Defensa, Margarita Robles, han reconocido públicamente que “nunca se había vivido una situación igual”.

“Tenemos que decir una vez más es que la situación era absolutamente inédita”, subrayó ayer el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

Asimismo, señaló que las circunstancias meteorológicas que se han sucedido, caracterizadas por altas temperaturas, sequedad, rachas de viento y vendavales, unidas a la intencionalidad en algunos de los fuegos, hicieron que los incendios estuvieran “fuera de la capacidad de extinción”, independientemente del número de medios aéreos o terrestres desplegados.

“No es un tema de operativos, estamos hablando de condiciones extremas que han llevado al límite a todos los profesionales”, aseveró.