La Real Sociedad progresa adecuadamente. Tras encender los motores la semana pasada, en Anoeta contra el Toulouse, este sábado jugó en Alemania un partido de verdad, de los de pierna fuerte y ecuaciones por resolver muy parecidas a las que plantea la competición oficial. Estaba enfrente un rodado rival a solo ocho días del estreno (el Borussia Monchengladbach debuta en copa el domingo que viene), y el cuadro txuri-urdin completó una actuación más que seria. Empató con gol de Jon Karrikaburu (el resultado es lo de menos), estuvo siempre a la altura pese a terminar el partido con siete futbolistas del Sanse sobre el césped y asistió además a ilusionantes chispazos de jugadores recién llegados, Momo Cho y Take Kubo principalmente. El francés, rompiendo a la banda izquierda tras pases profundos de Merino. El nipón, enredando entre líneas con un viejo amigo, Robert Navarro.

Pasó lo que pasó dentro de un contexto táctico renovado respecto al primer bolo veraniego. Si Imanol apostó entonces por recuperar el esquema 4-3-3, en Momnchengladbach volvió al 4-4-2 con medular en rombo que utilizó en las últimas jornadas de la pasada Liga. Brais, como en el Celta de Coudet, actuó de interior derecho. Y el propio Cho se movió en el sector zurdo de la doble punta que compartió con Alexander Isak. Las circunstancias del encuentro provocaron que luciera más el ex del Angers, cuya profundidad pareció buscar el equipo desde el inicio de sus jugadas. ¿Cómo? Saliendo siempre por el sector izquierdo, buscando que el lateral del Borussia picara el anzuelo con las recepciones escoradas de Mikel Merino y facilitando a Momo un espacio precioso para trazar diagonales dentro-fuera y pedirla en profundidad.

Buena primera mitad

La clara intención txuri-urdin no terminó de traducirse en ocasiones claras, pero permitió a Cho mostrar una versión más dañina que la del debut, más participativa. Corrió al espacio para recibir a pierna natural (la izquierda), acreditó estar capacitado para explorar la vía directa y también pareció cómodo cuando se vio obligado a pisar el freno, asociándose con compañeros en parcelas reducidas. Además, se empleó a fondo en la presión, una tarea que brindó a Isak la primera oportunidad del duelo. Cortó el de Estocolmo un mal pase del meta Sommer, le encaró incomodado por un zaguero y disparó sin poder esquinar lo suficiente el envío: parada asequible.

Fue un buen arranque para una buena primera parte de la Real. El equipo txuri-urdin disfrutó de largas posesiones, atrajo dentro para buscar la ya mencionada salida exterior por banda izquierda y tuvo también en el pie de Jon Pacheco un importante punto de clarividencia inicial. El de Elizondo, capaz de filtrar precisos pases interiores, también sabe lanzar en largo, circunstancia que significó para Isak un claro mano a mano, de nuevo ante Sommer. El delantero sueco, tras ver su intento rechazado levemente, fue objeto de un claro penalti cuando se disponía a intentar remachar a puerta vacía, pero no lo estimó así el árbitro, yéndose al limbo la situación más clara de una Real que también sufrió. El Borussia, mediante una especie de 4-4-2 de frenopático en el que todos aparecían por todas partes mostrando una movilidad extrema, acertó varias veces a enganchar la espalda de la presión txuri-urdin para lanzar peligrosas transiciones. Una de ellas dio paso al penalti del gol.

Debuta Kubo

Tras el descanso, Imanol cambió el equipo entero (salvo a Remiro, que aguantó hasta el minuto 60). Y el Borussia, mientras, otorgó continuidad al once, dentro de lo que para su técnico suponía un ensayo general. Se notaron los esfuerzos acumulados en las piernas de unos y otros, porque el cuadro local pasó a ser cada vez menos agresivo en sus saltos a la presión. Así, con los laterales y extremos germanos manteniendo más la posición, la Real buscó en mayor medida las recepciones interiores, con Kubo, mediapunta, al mando de muchas operaciones.

El nipón, aplicado en tareas defensivas, buscó recibir a la espalda del doble pivote alemán, pero también cayó a la base de las jugadas y se escoró a ambas bandas para recibir. Hábil para combinar en auténticos bosques de piernas, halló en Robert Navarro, su excompañero en la cantera del Barça, un muy buen socio. Y la Real lo agradeció, potenciada también por el buen trabajo de Ander Martín (interior derecho), las muy positivas prestaciones de Carlos Fernández (un filón trazando diagonales a ambas alas) y el olfato goleador de Jon Karrikaburu. Tuvo el 1-2 Kubo, a pase del propio Martín, pero el debut perfecto se le escapó por muy poco, como a la Real la victoria. Un pasito más. 

FICHA TÉCNICA

BORUSSIA MONCHENGLADBACH: Sommer; Scally (Lainer, m. 75), Itakura, Elvedi (Netz, m. 67), Bensebaini; Herrmann, Kramer (Janktsche, m. 67), Neuhaus, Stindl (Fraulo, m. 85); Hofmann (Noss, m. 85), Thuram (Musel, m. 75).

REAL SOCIEDAD: Primera parte: Remiro; Aritz, Le Normand, Pacheco, Diego Rico; Illarramendi, Brais Méndez, Mikel Merino, Silva; Isak, Momo Cho. Segunda parte: Remiro (Zubiaurre, m. 60); Gorosabel, Zubeldia, Arambarri, Jonathan Gómez; Turrientes,Ander Martín, Robert Navarro, Take Kubo; Karrikaburu, Carlos Fernández.

GOLES: 1-0, m. 42: Bensebaini, de penalti. 1-1, m. 60: Karrikaburu.

ÁRBITRO: Braun. Amonestó al txuri-urdin Le Normand.

ESTADIO: Borussia Park.