- Tras disfrutar de un fin de semana de descanso, la plantilla de la Real Sociedad regresa hoy a los entrenamientos para comenzar a preparar su segundo maratón de partidos del curso. El que espera a partir del sábado, cuando visitará Anoeta el Mallorca (21.00 horas), resulta idéntico al anterior en cuanto a su configuración: cuatro jornadas de Liga en fin de semana, más otra intercalada y dos encuentros de la Europa League disputados en sendos jueves. Sin embargo, la entidad de algunos rivales y las circunstancias competitivas en la liguilla continental implican un evidente aumento de la exigencia respecto a los compromisos disputados durante el bloque de septiembre.

Aquel atracón de encuentros que concluyó hace ocho días en Getafe con buen sabor de boca había arrancado tres semanas antes en Cádiz, donde la Real venció por 0-2. Comenzar con buen pie estas maratones puede resultar muy importante, lo que ahora mismo sitúa el foco sobre el mencionado partido contra el Mallorca. Los baleares aterrizarán en Donostia después de completar un notable inicio de Liga. Pese a su condición de recién ascendidos, han sumado once puntos en ocho jornadas y figuran en mitad de tabla, con un colchón de siete respecto al descenso. Contra la Real no podrán contar, eso sí, con el japonés Takefusha Kubo, lesionado en una rodilla. El central Raíllo, mientras, es duda en un equipo al que los txuri-urdin tratarán de superar para coger impulso de cara a lo siguiente.

Y lo inmediatamente siguiente consistirá en viajar a Austria para jugar el primer partido del doble enfrentamiento con el Sturm Graz, que devolverá visita a los de Imanol el 4 de noviembre, quince días después del duelo en tierras centroeuropeas. La competición continental adquiere durante esta fase de encuentros una nueva dimensión para la Real. Por un lado, si nos atenemos solo a la exigencia de los rivales, resulta evidente que el nivel del propio Sturm Graz es inferior al de Mónaco y PSV. Sin embargo, el cuadro de Imanol se mide al actual colista del grupo pisando arenas movedizas: está prácticamente obligado a sumar los seis puntos. Cabe recordar que monegascos (1-0) y neerlandeses (1-4) ya han ganado al Sturm, lo que amenaza con convertir en una losa cualquier pinchazo ante el cuadro austríaco. Los dirigidos por Christian Ilzer no son ninguna perita en dulce y figuran segundos en su campeonato, solo superados por el todopoderoso Red Bull Salzburgo. Acreditan un notable trabajo colectivo y forman un equipo bien entrenado, con automatismos ya asentados tanto en ataque como en la presión. Sin embargo, en la Europa League se ven penalizados por un déficit de calidad individual que ante rivales de ligas superiores les está castigando.

Los partidos europeos ante el Sturm Graz se verán salpicados, en sus previas y en sus resacas, por cuatro duros encuentros ligueros. Después de visitar Austria, la Real se desplazará al Wanda Metropolitano para medirse a un Atlético menos desgastado. Habrá jugado el martes previo contra el Liverpool, en casa, pero también habrá descansado durante el fin de semana en el que los txuri-urdin se miden al Mallorca, el fin de semana que viene. La Liga ha solicitado en él el aplazamiento del Granada-Atlético debido a las apreturas de calendario que provoca la clasificatoria sudamericana para el Mundial. El resto de compromisos de los txuri-urdin también serán de armas tomar, pues les medirán a adversarios exigentes que además no están compitiendo en Europa: Celta (en Balaídos), Athletic (en Anoeta) y Osasuna (en El Sadar).

Al margen de cuestiones de calendario y de la dificultad de la propia competición, también cabe subrayar otro factor igualmente clave para la trayectoria de la Real: el estado de su enfermería. El último partido que han disputado los de Imanol, en el campo del Getafe, lo afrontaron sin ocho futbolistas lesionados. Se lo perdieron Jon Pacheco, Nacho Monreal, Diego Rico, Asier Illarramendi, Jon Guridi, David Silva, Carlos Fernández y Alexander Sorloth. De todos ellos, parece que Illarramendi y Sorloth son los más próximos a la reaparición, aunque en estas situaciones procede ser cautelosos. De hecho, hace apenas diez días era Diego Rico el mejor situado para sumarse a la causa, antes de que su recuperación se viera retrasada. La plaga de bajas, eso sí, va menguando desde la esperanza de que no se produzcan nuevos contratiempos. Lo agradecería el equipo y también un Sanse que durante el último mes ha competido en Segunda División sin multitud de futbolistas llamados a ser titulares y a quienes ha tenido que reclutar Imanol Alguacil.

5

Partidos de Liga, tres en casa (ante Valencia, Real Madrid y Villarreal) y dos fuera (visitas a Espanyol y Betis).

2

Partidos de Europa League, en Mónaco y en casa contra el PSV para decidir el grupo.

2

Partidos de Copa, siempre y cuando la Real supere la primera ronda.

5

Partidos de Liga, dos en casa y tres fuera, cuya dificultad supera a la del bloque anterior (Cádiz, Sevilla, Granada, Elche y Getafe fueron entonces los rivales). En esta ocasión toca medirse a Mallorca, Atlético, Celta, Athletic y Osasuna.

2

Partidos de Europa League, sobre el papel de una exigencia menor a los disputados contra PSV y Mónaco, pero que encierran otra dificultad: la Real los afronta con escaso margen de error y prácticamente obligada a hacer pleno de triunfo ante el Sturm Graz, batido por neerlandeses y monegascos.