-¿Cómo le ha afectado al equipo la primera derrota de la temporada?

Y ahora la Real. El arranque no está siendo sencillo para el Rayo...

-Es una de las cosas que nos ha perjudicado. Como nuestro campo todavía a nivel de obras y mejoras que hay que hacer, no está preparado, hemos tenido que jugar las primeras jornadas fuera de casa y nos ha tocado dos rivales como Sevilla y Real, que los números que tienen en casa son espectaculares.

¿Cómo está el Rayo? ¿Cómo han regresado a Primera División?

-El equipo está con ganas y con ilusión. Muchos tienen ganas de debutar en la categoría, otros de volver a jugar en Primera. Sí es verdad que este periodo es un poco raro, porque todavía queda mercado por cerrar y creo que en nuestro equipo se van a producir bastantes movimientos. Es algo que a los entrenadores no nos gusta, pero hay que saber convivir con ello.

Cuentan desde ya con dos refuerzos como Martín Merquelanz y Kevin Rodrigues. ¿Cómo les está viendo?

-Están bien. Martín lleva más entrenamientos. Kevin llegó un poquito más tarde. Creo que los dos jugadores nos van a ayudar mucho. A Martín le conocemos más porque le tuvimos en el Mirandés, pero creo que Kevin también nos da algo que la plantilla prácticamente no tiene, que es experiencia en Primera División. Los vamos a necesitar.

Con Andoni Iraola, Martín Merquelanz ofreció su mejor versión, algo que no se ha visto en la Real Sociedad...

-Cuando jugó en el Sanse, su rendimiento con el mismo Imanol fue muy alto. Es un jugador que se ha perdido prácticamente dos temporadas por el tema de las rodillas y eso le ha hecho que por edad su desarrollo vaya más tardío que otros jugadores. Lo dice él mismo, es consciente de que la competencia que tiene en la Real es muy grande, porque los jugadores que tiene delante son de un nivel muy alto, y ha venido con nosotros a poder disfrutar de esos minutos que en la Real están más complicados para él.

Hablando de la Real, ¿cómo la ve?

-La Real está muy bien. Le ha pasado como a nosotros, empezó en un campo como el Camp Nou y es complicado, pero la pretemporada que ha realizado ha sido de un nivel muy bueno, los jugadores están en un buen estado de forma y es un rival para nosotros, en estos momentos, de una exigencia muy grande.

Desde la distancia, ¿cómo ha vivido estos años de la Real?, ¿se esperaba este rendimiento?

-Es consecuencia del excelente trabajo que vienen realizando desde hace muchos años, y le están llegando ahora los frutos. No es solo el primer equipo. El hecho de que el segundo equipo haya llegado a Segunda División quiere decir que abajo están haciendo bien las cosas y esa experiencia que les va a dar a los jugadores, creo que a medio plazo les va a servir para tener jugadores de Primera División.

El fútbol no tiene memoria y la afición quiere igualar, incluso superar lo conseguido la temporada pasada. ¿Lo ve factible?

-Desde fuera es complicado. Mantienen toda la plantilla y esos jugadores además, poco a poco, porque muchos son jóvenes, van a adquiriendo más experiencia. Pero las temporadas siempre son distintas unas de otras, hay muchos factores que no puedes controlar, lesiones, momentos de forma, y hacer pronósticos es complicado.

¿Qué tipo de Rayo nos vamos a encontrar este año?

-La base de la plantilla es la misma que la del año pasado. Somos conscientes de que tenemos que traer, y estamos trayendo, jugadores que nos den ese saltito que nos permita luchar por el objetivo, que es la permanencia. Al final, como todos los equipos, queremos jugar en campo contrario, tener el balón, dominar, pero no siempre se puede, porque tenemos un contrario delante que quiere lo mismo que tú. Nos tenemos que adaptar a todos los escenarios del partido.

El Rayo cae bien. Es un equipo simpático. ¿Se ha dado cuenta de ello?

-Creo que sí. Me ha tocado venir muchas veces de visitante a Vallecas y todo el mundo le tiene un cariño especial al Rayo. Lo que hace diferente al Rayo es el seguimiento social que tiene. Es un club que tiene una estructura pequeña, no es un club con una estructura de Primera División a nivel de volumen, pero el seguimiento social que tiene le convierte en un club especial y es bonito estar.

“El Rayo es un equipo de barrio, de barrio obrero y la afición entiende que el equipo en el campo tiene que ser así”. Son palabras suyas...

-Sí. Los entrenadores queremos que todo el mundo pelee, que todo el mundo corra. Evidentemente, luego tenemos que aprovecharnos de la calidad que tienen nuestros jugadores, pero sobre todo este año en Primera División, que somos un poco el último de la fila, vamos a necesitar esa solidaridad, ese trabajo de todo el mundo, ayudar cada uno desde la posición que le toque y sí siento que el equipo está por la labor de hacer eso.

¿Andoni Iraola está identificado con esa forma de ser?

-Sí. Es la manera de conseguir los objetivos. Ya fuera el año pasado, que estábamos en Segunda y que, probablemente, muchas veces íbamos a ser dominadores como este año nos va a tocar ser más dominados, al final todos tenemos que apretar, hacer el trabajo que nos corresponde, todo el mundo tiene que exigirse porque es la única forma que nos va a dar para conseguir el objetivo

Personalmente, ¿Cómo se está viendo en esta carrera de entrenador que comenzó hace no mucho?

-Como entrenador no puedes hacer planes ni a medio plazo. Los exámenes son semana a semana y tienes que ir pasándolos. Los dos años en Segunda han sido bonitos, tanto en Miranda como aquí en Vallecas. Ahora me toca subir este escalón y la exigencia va a ser muy grande. Pero, bueno, para eso trabajamos.

¿Siempre había querido ser entrenador? ¿era de esos jugadores que lo tenían claro cuando colgase las botas?

-La verdad es que nunca lo he tenido claro. Empiezas a entender el juego quizás mejor cuando ya estás en los últimos años de tu carrera, pero nunca he pensado que podría tirar por ahí. Cuando estás jugando, muchas veces no piensas en el futuro. Es algo que me ha llegado seguido a dejar de jugar y pienso que es mejor así.

Empezó lejos de casa, en el AEK Larnaca...

-Sí. Fue mi primera experiencia. Más importante que la Súper Copa que conseguimos fue el hecho de clasificarnos para la Europa League. Jugamos la fase de grupos y tuvimos una buena experiencia. No pude acabar la temporada, porque la acabó Imanol Idiakez, pero en global fue una temporada muy buena para el club y estoy muy contento de la experiencia que cogí allí, y guardo además muy buena relación con la gente del AEK. Al no tener tan claro que vas a ser entrenador, de alguna manera quería probarme cuanto antes, ver si valía para esto o no, y los retos han venido por ahí, ser valiente y aceptar retos que en principio no pueden ser sencillos, pero estoy contento de haberme atrevido, tanto en Chipre como en Miranda, que al final era un equipo recién ascendido, y también podía haber salido mal. Al final te tienes que poner a prueba y en ese sentido es mejor no tener miedo.

En todos los sitios donde ha estado guardan un bonito recuerdo de Andoni Iraola, algo no muy sencillo de conseguir para un entrenador, ¿no?

-(Risas) Los entrenadores no podemos garantizar resultados. Podemos garantizar trabajo, respeto, intentar ser honestos con nuestros jugadores, no mentirles, pero los resultados no los tenemos en nuestras manos. Son cosas que tenemos que aceptar en el mundo del fútbol, podemos trabajar bien, pero el resultado no lo tenemos garantizado. Nos tocará momentos que estemos trabajando, en los que no nos lleguen los resultados y esperamos poder seguir con esa misma buena relación en los lugares en los que me toque estar.

¿Están pasando las cosas muy rápido para usted?, ¿le está dando tiempo a asimilar las cosas que está consiguiendo?

-Al final el fútbol pasa muy rápido. Por ejemplo, ascendimos el 20 de junio, dos días de celebración, y a los cinco días ya eran todo problemas. El fútbol funciona así y nos agobiamos más cuando las cosas no salen de lo que disfrutamos cuando las cosas van bien. Pero es parte de esta profesión. No es una profesión muy agradecida en ese sentido, pero es lo que estamos haciendo y tenemos que aprender a vivir con ello.

¿Se entiende el fútbol de una manera muy diferente de cuando era jugador a ahora que es entrenador?

-Sí, se ve completamente distinto. Primero, porque el fútbol ha cambiado. Al final no son tantos años, pero el fútbol va cada vez más rápido. Ves partidos de cuando yo empezaba a jugar y el ritmo no es tan alto como es hoy en día. El nivel de exigencia física, los jugadores cada vez están mejor preparados y luego, cuando eres jugador, tú estás pendiente de tu partido, de tu par, de tu emparejamiento, de hacer bien las cosas individualmente. Evidentemente entiendes como grupo lo que estamos intentando hacer, pero no tienes todos los elementos tan controlados como tienes que tener ahora en tu faceta de entrenador

¿Qué partido espera mañana?

-La Real es un equipo al que le gusta tener el balón, muy dominador, intenta empujar para atrás. Es un equipo que tiene mucha amenaza al espacio, por lo que nosotros tampoco les podemos dar todo el espacio del mundo porque Portu, Oyarzabal, Isak, Januzaj son jugadores que con espacios te pueden destrozar. Vamos a ver si le podemos plantar cara, quitarles el balón todo lo posible y que se convierta en un partido de dos direcciones, que no sea ellos atacando y nosotros defendiendo de alguna manera, que es lo que nos tocó hacer en Sevilla por el tema de la inferioridad. Vamos a ver si lo convertimos en un partido que tenga vuelta.

¿Cuál es el jugador que más le gusta de la Real?

-La Real tiene jugadores muy buenos, quizá los que más llamen la atención sean los futbolistas de ataque. Isak está en una disposición prácticamente, no sé si de pelear por el pichichi, pero sí estar cerca de esas cifras. No hay tantos delanteros en Primera División como él. Hay un montón de jugadores de mucho nivel.

Por cierto, que tiene Gipuzkoa para tener tantos buenos entrenadores en la elite haciendo las cosas bien...

-Probablemente la culpa la tengan los que hemos tenido antes como entrenadores hace muchos años y los que nos han enseñado las cosas que intentamos ahora mismo transmitir. Sí que hay, no solo como entrenadores, como jugadores siempre hay una cultura de hacer bien las cosas y eso se va transmitiendo y eso en todos los ámbitos, ya sea empresarial, deportivo o lo que sea, pues ese carácter viene bien.

Ahora que se ha ido Messi de la Liga, alguien que lo sufrió como usted, ¿qué ha supuesto para la Liga un futbolista de ese tamaño?

-Para mí ha sido el mejor jugador de los que yo he podido ver. Es un jugador absolutamente diferencial, un jugador súper eficaz. A veces hay jugadores que son muy plásticos y muy bonitos de ver, pero que no son tan eficaces, pero Messi ha sido súper eficaz. A mí me ha tocado perder unas cuantas finales contra él y lo he sufrido en muchas ocasiones, aunque casi siempre jugaba más en la otra banda que en la mía, pero como aficionado es una pérdida. Pese a todo, la Liga siempre es interesante y el lugar que ocupaba Messi, quizá no entre un jugador, pero sí entre varios futbolistas quizá lo acaben llenando.

¿Con qué sueña Andoni Iraola?

-Con conseguir el objetivo, que es la permanencia. Somos conscientes de que no va a ser sencillo. El último año que el Rayo consiguió el ascenso no pudo pelear por esa permanencia y nos gustaría este año conseguirlo. Todo el mundo está ilusionado. Cuando asciendes, esa ilusión que tenemos ahora mismo la tenemos que intentar aprovechar y a ver si podemos hacerlo. Va a costar, pero el hecho que desde el exterior se te vea como casi candidato al descenso es algo que nos puede venir bien para a nivel motivacional, nos sirva a todos de acicate.