La RFEF ha publicado este jueves un comunicado en el que acata la desautorización que el Gobierno central y anuncia que no habrá público en la final de la Copa del Rey entre la Real y el Athletic, el próximo 3 de abril. La decisión llega apenas 24 horas después de que la propia entidad que preside Luis Rubiales filtrara que su objetivo es que hubiera algo más de 10.000 aficionados en las gradas del estadio sevillano de La Cartuja. Finalmente no será así.

"La situación epidémica actual y las medidas establecidas que suponen el cierre perimetral de la movilidad, tanto para la comunidad autonómica de Andalucía, como de la provincia de Sevilla, hacen inviable que aficionados no residentes en la provincia puedan acudir a presenciar dicho encuentro", recoge el comunicado, que asegura que tanto Real como el Athletic "han comunicado que acatarían cualquier decisión de la RFEF".

"Se ha valorado especialmente el hecho de que las aficiones no puedan desplazarse y acudir al estadio de la Cartuja, acordando la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía y la Real Federación Española de Fútbol", explica el comunicado para concluir que "dicho partido se desarrolle sin la asistencia de público en las gradas del estadio de La Cartuja".

La decisión de la RFEF, anunciada este miércoles, había pillado por sorpresa a propios y a extraños, como entre otros ha reconocido el alcalde de Donostia, Eneko Goia, que entendía que era un disparate. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, había advertido el miércoles que "la presencia de público no es adecuada ni pertinente".

"Todos hemos acordado que durante la celebración de la Semana Santa y la semana siguiente vamos a tener cierres perimetrales y a limitar la movilidad", señaló la ministra, que recordó cómo "en esas fechas no se celebrarán eventos masivos de cualquier índole y la final de Copa estamos hablando de más de 10.000 personas. Entenderán que no es posible".

El decreto de estado de alarma en vigor no establece un criterio unificado al respecto y deja al criterio de las comunidades autónomas la asistencia de público para este tipo de espectáculos. En el caso de la Liga masculina de Primera, la Segunda y la ACB, el Consejo Superior de Deportes sí prohibió la presencia de espectadores en las gradas, aunque no en el resto de categorías, competiciones y deportes, donde la competencia es autonómica. Era la vía que se le abría a la Federación Española, que finalmente ha tenido que rectificar sus planes.

REUNION ENTRE LOS DOS CLUBES Y RFEF

En la reunión vespertina entre la RFEF y los presidentes de los dos finalistas, ambos mostraron su conformidad con la decisión tomada. "Ambos equipos estamos para ayudar, comprendemos la situación actual y hemos aprendido todas las dificultades existentes y lo que tenemos que hacer ahora es cumplir los consejos de las autoridades sanitarias", comentó el presidente de la Real Jokin Aperribay. "La Real Sociedad quiere manifestar la máxima colaboración la decisión adoptada. Esperamos estar presentes en otras finales y que la afición pueda estar en más finales", sentenció.

"Hemos asumido y -de nuevo- quiero acompañarme del rival, de la Real Sociedad, que era el momento de seguir siendo responsables, más todavia ahora en una situación sociosanitaria en la que todos necesitamos colaborar para contenerla y detenerla", indicó por su parte Aitor Elizegi, presidente del Athletic.

"Quizá sea la final más importante que estamos jugando y ahí sí que estamos unidos. Sólo que tiene que haber un vencedor", añadió el máximo dirigente del club bilbaíno.

Por su parte, el director de Competiciones de la RFEF, Alfredo Olivares, recordó que "el máximo anhelo de los clubes y de la RFEF ha sido que esta final se disputase con público". "Hemos esperado hasta el momento en el que que entendíamos que podíamos tener esta asistencia, pero se ha adoptado una decisión responsable y -sobre todo- por las últimas medidas del confinamiento perimetral que evitaban que la afición pudiera desplazarse", apostilló.