Todo apunta a que la Real Sociedad recibirá al Manchester United en el Juventus Stadium de Turín en el partido de ida de los 1/16 de final de la Europa League. Como consecuencia del Gobierno español de cerrar los aeropuertos y puertos a viajes procedentes del Reino Unido por la evolución de la cepa británica del coronavirus, el equipo realista deberá hacer las maletas para jugar lejos de Anoeta el choque de ida en la Europa League, previsto para el el 18 de febrero. La vuelta, una semana después, se disputará en Mánchester. Esta casuística, sin embargo, no solo afecta a la Real y al United.

Los 32 clubes que forman parte de la eliminatoria deben confirmar en las próximas horas dos aspectos principales: que la sede definitiva del partido que les corresponde organizar está libre de restricciones para el rival y el personal de la UEFA desplazado, y que no tendrán problemas para desplazarse al segundo choque de la eliminatoria.

La evolución del coronavirus en las islas británicas llevó a distintos países de la Unión Europea, entre ellos, España, a cerrar todo tipo de tráfico con Reino Unido. El fútbol tampoco escapa de esta decisión y aunque los equipos con eliminatorias contra equipos ingleses han tratado de apurar salvoconductos, la decisión del Gobierno federal alemán de no autorizar la disputa del Leipzig-Liverpool de Champions en la ciudad teutona ha bloqueado cualquier salida que no sea cambiar de sede.

El problema, estima la UEFA, no es ni de la Federación Europea ni del equipo inglés de turno, por lo que obliga al segundo equipo en liza a buscar soluciones (y sufragarlas) si no es capaz de lograr ante el gobierno doméstico un permiso especial para las expediciones británicas. Así, hasta seis equipos han tenido que buscar o aún buscan soluciones en la Europa League y en la Champions al callejón sin salida que se han encontrado a pocos días de disputarse la ida de las eliminatorias de ambas competiciones.

En la Europa League, el equipo austríaco del Wolfsberg ha de buscarse las habichuelas en Rusia o la vecina Eslovenia, donde no hay restricciones a los vuelos pero sí se imponen cuarentenas para viajeros, para recibir al Tottenham; y el Benfica-Arsenal tiene el doble problema que Reino Unido tiene a Portugal en la lista roja de países y apunta a Roma.

Por el momento, el Slavia de Praga-Leicester se disputará en el Eden Park de la capital checa; y el Antwerp- Glasgow Rangers, en Amberes.

En el caso de la Real, a quien también se le ha vinculado en las últimas horas la opción de jugar en el estadio Louis II de Mónaco, no tendría problemas con para disputar el partido de vuelta en Old Trafford, ya que la prohibición vigente no afecta a residentes en el Estado español.

También en la Champions

Los problemas que asuelan a la Real no solo ocurren en la Europa League, sino que también provocan cambios en la Champions. Así, este domingo se ha conocido que el partido que debía disputarse en Alemania entre Leipzig y Liverpool el 16 de febrero se jugará en el Puskas Arena de Budapest (Hungría), mismo escenario al que apunta una semana más tarde el Atlético de Madrid-Chelsea, que podría disputarse en Polonia. En la misma tesitura se encuentra el Borussia Monchengladbach-Manchester City.