El partido de la Europa League que la Real Sociedad debe jugar como local ante el Manchester United el próximo día 18 se disputará en una sede neutral, lejos de Anoeta fuera del Estado español, salvo giro inesperado en los acontecimientos. El Gobierno central mantiene las restricciones en cuanto a la recepción de viajeros procedentes de Gran Bretaña, circunstancia que afectaría a la expedición de los red devils. Se trata de una medida destinada a neutralizar la entrada de la cepa británica del coronavirus, y para la que no parece que se vayan a producir excepciones con deportistas profesionales de por medio.

Ahora mismo, a los Rashford, Maguire, Martial y compañía les está denegado el ingreso al Estado español. La situación aún podría revisarse a comienzos de la semana que viene. Pero no tiene ninguna pinta de que así vaya a suceder, por lo que la Real, en concordancia con la UEFA, se ha puesto manos a la obra para buscar alternativas.

Según ha podido saber este periódico, las opciones en las que trabaja el club txuri-urdin se encuentran avanzadas, a la espera de que la luz roja a la llegada del Manchester United quede confirmada.

Cuando esto suceda, la entidad comunicará en qué estadio se juega el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League. Los contratiempos que el cambio provocaría resultarían más logísticos que otra cosa, pues la afición blanquiazul no iba a poder disfrutar in situ en ningún caso de tan atractivo encuentro.

El partido de vuelta en Old Trafford está previsto para una semana después, el día 25. El Estado español sí permite regresar de tierras británicas a todas las personas con residencia aquí, lo que facilitaría que la Real, cumpliendo en Manchester con todos los protocolos propios y de la UEFA, viajara para disputar dicho encuentro de vuelta. Durante los próximos días se sucederán todos los anuncios oficiales al respecto.