El que salvo sorpresa se disputará en Turín ante el Manchester United será el tercer duelo de la Real como local que no podrá disputar en Donostia. El primero fue en septiembre de 1980, cuando la Real tuvo que jugar la vuelta de una eliminatoria de la UEFA en Bilbao; y el segundo choque, apenas siete años después, al no cumplir Atotxa con los mínimos que ya entonces exigía la Federación Europea.

El primero se jugó en el viejo San Mamés, donde la Real recibió al Újpest Dózsa húngaro en la vuelta de la primera ronda de la UEFA en la temporada 1980/1981. Clausurado Atotxa tras la eliminatoria ante el Inter la temporada anterior, la Real tuvo que buscarse la vida fuera de Donostia para el segundo partido de la eliminatoria contra el equipo húngaro.

Con diez jugadores durante casi una hora tras la expulsión de Celayeta, la Real consiguió certificar el pase en el minuto 88 con gol de Satrústegui, que aprovechó el rechace del guardameta rival a disparo de López Ufarte. Cerca de 30.000 personas presenciaron el duelo en el estadio bilbaino, que sumado al empate a uno de la ida, dio el pase para la siguiente fase a los de Alberto Ormaechea, que terminarían cayendo en octavos de final contra el Lokeren belga el año que ganarían la primera Liga.

La segunda vez que la Real tuvo que hacer las maletas fue en la Recopa 1987/1988, cuando Atotxa no contó con el plácet de la UEFA para disputar la primera eliminatoria ante el Slask Wroclaw polaco. Mientras se realizaban en el estadio de Duque de Mandas las remodelaciones exigidas por la Federación Europea, el equipo entonces entrenado por John Benjamin Toshack viajó de nuevo a Bilbao, donde la acogida del público fue menor que en la primera ocasión, aunque los realistas se hicieron notar en un choque marcado por las altas temperaturas.

En un partido con muchas ocasiones por parte realista, Bakero y Uria se toparon con el poste en la recta final del choque, que concluyó empate a cero. En la vuelta, la Real ganó 0-2 en Polonia y pasó a la siguiente eliminatoria, que se pudo disputar en Donostia. Atotxa acogió el empate a 1 contra Dinamo de Minsk, que por el valor de los goles fuera de casa sirvió al equipo bielorruso para eliminar a la Real.