- La vida sigue igual por Zubieta. No ha cambiado casi nada en tiempos de crisis. La Real volvió a abrir la puerta de sus instalaciones a los medios de comunicación, algo que no sucedía desde que las cosas le iban de maravilla y se codeaba con lo más granado de la Liga. El buen ambiente y las risas del comienzo de una sesión que se retrasó media hora no tardaron en dejar paso a la competitividad y al trabajo serio. Las mismas dos caras de un Imanol muy amable y cercano, tanto con sus jugadores, con los que hizo varios capítulos individuales con carantoñas y cariñosas collejas incluidas, como con los periodistas. A estos últimos, primero, les saludó y les dio la bienvenida; y después, cuando la plantilla completaba varios rondos, se volvió a acercar y estuvo comentando, con su habitual talante, la gracia que le provoca la imitación que le hacen en El día después de Movistar, de la que se enteró porque le avisó su hijo, quien, al parecer, no aguantaba las carcajadas, o lo caro que está ganar un encuentro en la Liga y el magnífico estado de forma en el que se encuentra Illarramendi, con el que tomó la decisión de arriesgar para que diera el último paso que necesitaba para entrar en la dinámica coral.

El entrenamiento había comenzado con las bromas y los habituales pasillos de manotazos que le dedicaron a Moyá, por su vuelta al grupo. El que se libró de pasar por el mismo fue un Zubimendi que sopló ayer 22 velas, aunque también fue víctima de varias vaciladas.

La noticia más positiva fue que, aparte del meta mallorquín, el que también comenzó la sesión fue David Silva. El canario, al que se le vio charlando con Carlos Fernández durante el calentamiento, completó los ejercicios con balón y de posesión, en los que no perdió casi ningún balón a pesar de que la clave del mismo es la asfixiante presión. Cuando llegó la hora del partidillo en un campo de dimensiones reducidas, se retiró al z2, donde se ejercitó a las órdenes de un recuperador bajo la atenta mirada de su fisioterapeuta de confianza. En este terreno de juego coincidió con Igor Zubeldia, que continúa al margen y que incluso tuvo problemas para trabajar con las botas, como lo demuestra que acabó bajando al vestuario con estas en la mano y unas chancletas puestas. Silva lo va a tener complicado para jugar ante el Cádiz y el azkoitiarra todavía deberá esperar a su evolución.

Cuando comenzó el partidillo, no tardó en comparecer el carácter de Imanol, con una bronca marca de la casa, en este caso a Merino: "¡Siempre igual! Cuando se roba hay que intentar hacer daño, buscar la espalda. ¡Para eso los de delante se tienen que ofrecer!". El oriotarra en estado puro, aunque su enfado solo fue una especie de arrebato.

En el encuentro destacaron los goles de Isak, Oyarzabal, Merquelanz, Bautista... Y algunos detalles técnicos de mucha calidad de Barrenetxea, Carlos, Januzaj e Illarramendi, que volvió a acreditar que su lesión ya está olvidada.