DONOSTIA - El entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil negó que su próximo rival, el Fútbol Club Barcelona, atraviese un mal momento y dijo que ve "muy bien" tanto al equipo azulgrana como individualmente a sus figuras Leo Messi y Antoine Griezmann.

"No veo mal al Barcelona de Koeman, puede estar algo irregular porque no es normal perder cuatro partidos pero siempre hace méritos para sacarlos con claridad aunque no están acertando", señaló el preparador guipuzcoano en la previa de este encuentro.

"Contra el Levante hicieron 20 tiros y el mejor fue el portero rival. Le metió cinco goles al Betis y en Champions han logrado dos o tres goleadas. En casa es el Barcelona de siempre", abundó Alguacil, que tuvo un capítulo aparte para los dos delanteros azulgranas.

"Leo Messi sigue marcando diferencias, es el mejor de LaLiga, y lo único que le falta es el acierto cara al gol pero, igual que Griezmann, está muy cerquita. Como despierten estos dos no habrá equipo que pueda frenar al Barcelona porque tienen al jugador más desequilibrante de toda la competición", subrayó Alguacil.

Ve, no obstante, opciones de ganar en el Camp Nou, a pesar de las bajas de Mikel Oyarzabal, que viaja pensando más en el próximo compromiso ante el Levante, y del canario David Silva al que espera recuperar para el importante compromiso ante el Atlético de Madrid dentro de tres jornadas.

"No tiene nada que ver con la lesión anterior de Silva, porque está olvidada. Ésta es una antigua cicatriz por una rotura en el sóleo que le empezó a molestar en el anterior partido y ahora hemos decidido no arriesgar en los dos próximos encuentros", desveló Alguacil.

Quien sí ha entrado en la convocatoria es Asier Illarramendi, que lleva más de un año sin jugar, aunque aún no está preparado para volver a competir y lo ha hecho para entrenar con el equipo, que se desplazará a Valencia tras el partido del Barcelona y se concentrará allí hasta el sábado, cuando visita al Levante.

Espera un "partido abierto y difícil", en el que confía en que los culés "no tengan su día" y que su equipo haga las cosas bien para poner fin a una sequía de tres décadas sin ganar y 25 años sin puntuar.

"Es un reto terrible porque hace 30 años que no se gana. La temporada pasada no merecimos la derrota y a ver si somos capaces de repetir lo del año pasado porque entonces estaremos convencidos de ganar", deseó el preparador oriotarra.

Respecto a su renovación, dijo estar "muy tranquilo" y emplazó al final de este "maratón de partidos" de diciembre para sentarse a hablar con el club, con el que ha avanzado que no habrá problemas para llegar a un acuerdo. "Ni ellos tienen dudas, ni yo tampoco", zanjó.