El encuentro de Vitoria no pareció dejar demasiadas secuelas físicas en el equipo txuri-urdin, aunque habrá que esperar hasta hoy para conocer si hay más lesionados. En principio, lo de David Silva fue una cuestión más de precaución que de lamentar. En el club eran conscientes de que llegaba algo justo después de que regresara al once en el duelo ante el Rijeka y que tuviera que forzar algo más de lo esperado por la inesperada dificultad del duelo. La explicación a esa situación es que al calentamiento saltaron once jugadores de campo, por si acaso, con la inclusión de Roberto López. El canario no se sintió muy bien al pisar el pesado césped de Mendizorrotza por la lluvia caída y entre todos, Imanol, médicos y jugadores, decidieron que lo más recomendable era no correr riesgos cuando cuatro días después.

Al final del partido, Imanol se lio un poco en la explicación, consciente de que se podía no entender bien que se hubiese vestido de corto: "David tenía muy buenas sensaciones. Es un jugador que se conoce muy bien y tiene mucha experiencia. Tanto la víspera como en las horas previas tuvo buenas sensaciones y decía que estaba para jugar; de hecho, por eso iba a hacerlo. Pero en el calentamiento no se sintió cómodo, también lo teníamos previsto y por eso mandamos a Roberto a calentar, pero es verdad que no le dio nada concreto, sino que no se sentía confiado para afrontar el partido y por eso estábamos confiados. Entiendo que para el jueves va a estar, porque es un jugador que se conoce muy bien y no quiso arriesgar. Así lo habíamos hablado y espero que esté para el jueves".

En todo caso, será el propio futbolista quien decida, pero la sensación es que le motiva mucho el duelo de Nápoles y que podrá superar las molestias en la parte proximal posterior del muslo izquierdo que arrastra.

En el caso de Mikel Oyarzabal, que sufrió "una rotura de fibras de grado I a nivel proximal del músculo semitendinoso derecho", está prácticamente descartado. Imanol no lo quiso confirmar porque sabe que es difícil frenar al capitán, que quiere participar en el estadio Maradona, pero lo cierto es que debe entender que al equipo le quedan compromisos de máximo nivel y casi tan atractivos como el del jueves en la Liga, donde el domingo se juega el derbi contra su Eibar natal, y luego aparecerán el Barcelona, el Atlético y el Athletic antes de final de año.

Imanol reconoció que no es momento de pasarse: "Tengo mis dudas. Es poco tiempo, pero conociendo a Mikel, que es un jugador que recupera fácil y rápido... Quizá sería arriesgar demasiado".